Bryant-Gasol, una nueva pareja para la historia de los Lakers
Kobe Bryant ha sumado un nuevo anillo a su colección . Con este ya son cuatro, y se queda sólo a uno de los cinco conseguidos por Earvin “Magic” Johnson, el icono de los Lakers. “Black Mamba”, como los aficionados conocen a Bryant, está empeñado ... en hacer historia. Si junto a su “enemigo íntimo” Shaquille O’Neal consiguió vencer consecutivamente en los campeonatos de 2000, 2001 y 2002, con su nuevo compañero de fechorías, Pau Gasol, en poco más de año y medio ha conseguido un anillo de campeón y un subcampeonato.
Con la madurez como jugadores alcanzada, a la dupla Kobe-Gasol, de 30 y 28 años, respectivamente, aún le queda gasolina para rato. Además, el alma mater de los nuevos Lakers, el entrenador Phil Jackson, el más laureado de la historia de la NBA, con 10 anillos, ha sabido rodear a sus estrellas de un gran grupo de secundarios de lujo con alma de protagonistas, entre los que destacan Lamar Odom o Trevor Ariza.
Con Jackson, Bryant y Gasol capitaneando la nave angelina, los aficionados de los Lakers no tienen ninguna duda de que los títulos seguirán cayendo. “Con Kobe y Pau, no vamos a tener rival en los próximos años”, gritaban eufóricos algunos aficionados amarillos, que celebraban la victoria de su equipo en uno de los abarrotados pubs de Santa Mónica, al oeste de la ciudad. El traspaso de Pau a Los Ángeles en febrero de 2008 ha devuelto a los Lakers el aura de equipo campeón. Para los aficionados angelinos el pívot español es el complemento perfecto a la genialidad de Kobe Bryant.
Los aficionados de los Lakers se frotan las manos pensando en que el número 24 y el larguirucho español repitan los éxitos que cosecharon Magic Johnson y Kareen Abdul-Jabbar en la década de los ochenta. Los padres del Showtime angelino conquistaron cinco campeonatos en una década y protagonizaron duelos espectaculares con los Celtics de Larry Bird. Quizá el Staples Center no vuelva a vibrar con los pases imposibles de Johnson o el espectacular Sky Hook de Abdul-Jabbar, pero la fantasía de Bryant y el corazón de Gasol aseguran un prometedor futuro a corto plazo.
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