El Barça se da un festín

Así saltó el Barcelona a la pista del Palau, como un torbellino, espoleado por unas gradas abarrotadas, sin excesivos recuerdos a los líderes políticos independentistas presos y sin tsunamis que enturbiaran la tranquilidad en los aledaños. De hecho, la grada estaba más pendiente del peso y forma física de Laso que de las proclamas secesionistas habituales en el Camp Nou. Festival de los de Pesic en el primer cuarto, con un Mirotic sobre estimulado ante su exequipo y un Claver que regresaba al quinteto inicial casi dos meses después de su lesión. Se comió el Barça al Madrid, que en los primeros cinco minutos había perdido cinco balones, solo había tirado tres veces a canasta y veía como los culés ponían distancia de por medio (8-0). Una gran defensa azulgrana y los excesivos errores blancos, dejaban un parcial apabullante: 22-5.

No había bajado el Madrid del avión y tuvo que despertar Laso a sus jugadores, que maquillaron ligeramente el marcador antes de llegar al descanso (39-27). Estaban pagando los blancos su errónea estrategia, tratando de ralentizar el juego rival, lo que repercutió en su propio rendimiento ante una defensa contundente del Barcelona, que mermó su acierto en ataque. Los de Laso llegaron al descanso con un acierto de 14 en triples y 7 de 16 en tiros de dos, en el que el protagonista destacado fue Randolph y Thompkins con 7 puntos cada uno. En el Barça destacaba Delaney con 9 puntos y Claver y Tomic con tres rebotes.

Despertó el Madrid en el descanso y empezó a encontrarse a sí mismo. Tavares y Campazzo metieron a su equipo en el partido de nuevo, ante la desesperación de Pesic en la banda. Pero el Barça tiene a Mirotic y los cracks son decisivos en momentos peliagudos. El ala-pívot de echó el equipo encima, tomo la responsabilidad y en un par de arreones volvió a mandar a los blancos a trece puntos (50-36) con un parcial de 7-0 que tuvo respuesta de Campazzo con un triple. El Barcelona vivía de la renta lograda en el primer cuarto y respiraba al encarar el último cuarto, al que se llegó 62-45.

El modo remontada en el que se había colocado el Real Madrid seguía aún activo. Un parcial de 0-6 con canastas de Thompkins y Laprovittola permitían a los blancos acercarse a 11 puntos. Intercambio de golpes hasta que Kuric calentó su muñeca con un triple (69-55) y Oriola se hacía con un rebote y forzaba poco después un dos más uno que catapultó de nuevo a los culés a los 16 puntos (71-55) a falta de cinco minutos para el final. Volvió a aparecer Mirotic para mantener ese rédito y aumentarlo hasta una contundente diferencia (20 puntos) que puede ser decisiva en un hipotético empate entre ambos equipos.