El Barça sufre para ganar en medio del silencio

El Barcelona, uno de los aspirantes a conseguirlo, abría el torneo final de la ACB contra el Joventut, en un duelo desigual a priori que parecía romperse muy pronto.

A los verdinegros, con la baja de última hora de Prepelic, no les sentó bien la puesta en escena y cedieron un parcial de 16-2 en medio del silencio. Un desastre total que evidenciaba una preparación a dos velocidades . Con dos objetivos distintos. Pues la Penya, lastrada por las bajas que ha dejado el coronavirus en sus filas, bastante tenía con haber llegado hasta Valencia.

Aun así, los jóvenes que Carles Durán se ha llevado al torneo no bajaron los brazos. Al contrario. Siguieron creyendo en la victoria contra todo. Sin importarles la diferencia sideral en la confección de las plantillas ni la experiencia acumulada en fases finales . La reacción verdinegra igualó el marcador al inicio del segundo cuarto(21-21, min. 12) y elevó los decibelios en la desesperación de Pesic.

El técnico, muy enfadado, exigió más intensidad y el mejor para eso es Oriola . El pívot internacional reenganchó a sus compañeros al partido y de su mano despegó el Barça, dominador de nuevo al descanso (44-30).

La irrupción momentánea de Mirotic, demasiado intermitente, y los fogonazos de Hanga y Claver , le bastaron a los azulgranas para alargar esa diferencia en el tercer cuarto (74-57, min. 30). Parecía una apisonadora el Barça, que se relajó en el silencio y no vio venir la remontada del Joventut .

Morgan , el mejor de largo de la Penya , impulsó la reacción exprés que llevó a los de Carles Durán a creer en la victoria. Primero bajaron de la barrera de los diez; poco después se situaron a cinco puntos. Siempre a un paso y siempre lejos. No creía el Barça que se le podía escapar el triunfo... pero un robo de Morgan, el enésimo, regaló la canasta a Ventura que ponía al Joventut a dos puntos a falta de medio minuto (92-90, min. 39) .

Fue entonces cuando los nervios se apoderaron de los jóvenes del Joventut, precipitados en la presión cuando no hacía falta. Una mala defensa propició l a canasta veloz de Abrines y, aunque Ventura acertó de nuevo en la otra parte de la cancha, ya no quedaba tiempo para mucho más. Dos tiros libres de Mirotic aliviaron a un Barcelona que sufrió para ganar en el silencio de la Fonteta. En el regreso emocionante de la canasta nacional.