Se cumplen 20 años del triple mágico de Corny Thompson en la Copa de Europa

Dos años antes, un jovencísimo Sasha Djordjevic había roto los sueños del Juventud. Aquella final de 1992 había dejado tocada a una plantilla de grandes jugadores que se habían visto con el título en el bolsillo y que lo perdieron con una canasta de genio del base yugoslavo .

Para muchos, aquella había sido la gran oportunidad perdida del Juventud, pero los Villacampa, Jofresa y compañía supieron rehacerse y volver a una Final Four en 1994 en la que no eran ni mucho menos favoritos.

En semifinales se deshicieron del Barcelona (79-65) con un gran partido de Villacampa (20 puntos) y Tomás Jofresa (21), que hicieron estériles los 23 conseguidos por Epi . El Barça se quedaba otra vez con las ganas y el Juventud, de nuevo, lucharía por ser el rey de Europa.

Dos días después, esperaba el todopoderoso Olympiacos de Fassoulas, Paspalj y Sigalas, que por entonces también buscaba su primer título de campeón de Europa. Un reto mayúsculo para un conjunto modesto como el Juventud en el que las estrellas eran Villacampa y los hermanos Jofresa, pero que contaban con el mejor en el banquillo: Zeljko Obradovic .

La final, disputada en La Mano de Elías, fue una batalla de principio a fin a la que se llegó con el Juventud abajo a falta de dos minutos (57-53), distancia que quedó reducida con un triple de Villacampa.

A partir de ahí, ambos equipos se atascaron presos de los nervios. Ni uno ni otro consiguieron anotar durante minuto y medio, momento en el que apareció la muñeca de Corny Thompson.

El pívot no había tenido una noche afortunada . Apenas llevaba seis puntos hasta ese momento, pero no eludió la responsabilidad. Tras un interminable ataque de un minuto largo, con varios rebotes en ataque, el balón le cayó en las manos al americano al que no tuvo más remedio que lanzar. [ Estadísticas de la Final Four de 1994 ]

Su tiro ortodoxo, lejos de los cánones de belleza, fue efectivo. El triple, su primer intento de la noche, entró limpio y ya sabía a victoria. Al Olympiacos le quedó un ataque largo que llevó a Fassoulas a la línea de tiros libres. Su segunda parte había sido horrible (0 de 6 en tiros de campo y 0 de 5 en tiros libres) y no lo arregló en esa última jugada cargada de polémica.

No lo fue la falta de Smith, clara, sino lo que pasó después de que el griego fallara el 1+1. Ahí, el escándalo fue mayúsculo y si no fue a más fue por que el Olympiacos erró todos los intentos (hasta tres) que hizo para conseguir canasta después de que el reloj se quedara extrañamente parado en 4,8 segundos.

Con el último, el banquillo verdinegro saltó a la pista y encumbró a su héroe. Un Corny Thompson que es una leyenda en Badalona desde ese momento. Uno de los jugadores más queridos para la afición del Juventud, pero que ese mismo verano dejó la ciudad rumbo a León, donde daría por finalizada su carrera deportiva dos años después.