Reguilón, el lateral que vive en la enfermería

Y en este escenario, al borde del cierre del mercado estival el club decidió que sería buena idea traer a otro canterano más del Real Madrid. En los días previos a perpetrarse la llegada de Sergio Reguilón, Simeone realizó un vago intento de justificar el fichaje. «Juanfran, en su momento, pasó por el Real Madrid, Filipe Luis también, y son historia del club», recordó, para después ir recitando los ex madridistas que componen la actual plantilla con mayor o menor éxito. «Yo los miro como jugadores de fútbol», aseguró el argentino.

Pocos en la parroquia rojiblanca compraron ese discurso y la respuesta en redes sociales cuando se oficializó la cesión fue furibunda. Nadie en el club puede decir que no se lo esperasen. Lo más repetido fue compartir un tuit del propio Reguilón con una foto suya con apenas 17 años, ataviado con la camiseta y la bufanda del Real Madrid en la grada del Santiago Bernabéu, acompañada del texto: «Un sentimiento, no trates de entenderlo». La instantánea no podía doler más a los colchoneros, ya que correspondía al día en el que los blancos habían ganado en la prórroga la final de la Champions de 2014 al Atlético de Madrid.

En el día de su presentación en el Metropolitano un periodista preguntó a Reguilón que si marcase un gol contra el Real Madrid lo celebraría. «¿Cuántos goles he metido en la Liga? ¿Tres? Sería muy rato marcar contra el Madrid», fue la evasiva con la que contestó el canterano de la Fábrica, en una respuesta que desató nuevas iras en los aficionados atléticos.

Hasta aquí, la parte que tiene que ver con los sentimientos. Los hechos, también apuntados por muchísimos atléticos, son que Reguilón llegó lesionado, aquejado de una pubalgia de la que se operó en mayo y de la que tuvo que reoperarse cuando llegó a Madrid. El lateral izquierdo no estuvo listo para entrar en una convocatoria hasta el 29 de octubre. Y ese día, por cierto, tuvo mucho que celebrar. Después de que el equipo perdiera en Cádiz, y tras ser eliminado de la Champions sólo tres días antes, organizó una súper fiesta para su novia, la «influencer» Marta Díaz, y no dudó en compartir su felicidad con vídeos y fotos en redes sociales, acompañado de algún otro miembro de la plantilla atlética como Joao Félix. El chico seguía ganándose a su nueva afición.

Sobre el campo no se le vio todavía hasta dos semanas más tarde (dos meses y medio después de su fichaje), saliendo los últimos 20 minutos en Mallorca. Aquel día Simeone destacó al canterano merengue en sus declaraciones post partido: «Nos vino bien la entrada de Reguilón tras su inactividad, es más de ataque que Reinildo».

Pero la realidad desde entonces es que el Cholo le ha utilizado entre poco y nada. 97 minutos repartidos en cinco partidos es su desolador bagaje con la rojiblanca. No llega ni al cuatro por ciento del total de minutos disputados por el Atlético desde que llegó. Para más inri, fue expulsado en Almería después de haber entrado en el minuto 67. En el 85 vio la amarilla por un encontronazo y sólo cuatro minutos después en un salto con los brazos extendidos impactó con Rodrigo Ely y vio la segunda. Expulsión tan absurda como evitable. Desde ese día no ha vuelto a jugar.

Y precisamente en semana de derbi Sergio Reguilón se ha vuelto a lesionar. No podrá achacarlo a la carga de partidos. Fue entrenando cuando sintió unas molestias y, tras las pruebas pertinentes, se ha dictaminado que sufre una rotura muscular en el muslo derecho que le tendrá más de un mes parado. «Ya ni me acordaba de éste», ha sido esta vez uno de los comentarios más repetido en redes sociales.

Cedido por el Tottenham, donde no contaba para Conte, Reguilón llegó al Atlético de Madrid para cubrir la baja de Lodi, pero en un puesto donde podía jugar (y de hecho está jugando ahora) Reinildo, además de Carrasco y de Saúl Ñíguez, que volvió este verano a la plantilla.

Su fichaje volvió a abrir otra herida entre la afición colchonera, que ya venía enrabietada este verano por los rumores crecientes, y no desmentidos por el Cholo ni por nadie, sobre la posible llegada de Cristiano Ronaldo. Los desaires de Courtois con la placa a cuestas, las rayas torcidas de la camiseta y el escudo que no vuelve. Demasiados borrones para un mismo cuadro. Y este último lunar, para sólo 97 minutos de 2.700 posibles. Y lo comparaban con Juanfran y Filipe...