La selección argentina y el Inter de Milán esperan a Simeone

Solo la ineptitud de la delantera francesa evitaba otra goleada de escándalo. El resultado no puede maquillar el mal juego. Se sufrió durante la mayor parte del partido. El gol final de Correa obró el milagro, producto de la rapidez de Oblak, la clase de Griezmann y la habilidad del argentino. Pero de cien partidos jugados como el del miércoles se pierden noventa y nueve.

Es imprescindible una mayor ambición, unos planteamientos y métodos diferentes, un desenamoramiento del catenaccio y unos objetivos más ambiciosos que obtener el cero a cero. Entre los defensores acérrimos del míster se encuentra la directiva, que ve el fútbol exclusivamente como un negocio, y se conforma con que el equipo quede cuarto en la Liga. El mantra de Simeone es que no puede competir con el Barça o el Real, con plantillas muy superiores. ¿Tampoco pudo hacerlo con el Girona el año pasado?

Ojalá el Cholo pueda seguir su carrera triunfal en la selección argentina o en el Inter (destinos que suenan como posibles y apetecibles para él) y al Atleti llegue un entrenador con ideas renovadas, que sepa sacar partido de jugadores de tanto talento como Le Normand, Llorente, Griezmann, Gallagher, Sorloth, Julián Álvarez, Riquelme, Giménez y tantos otros (entre los que se incluyen las joyas de la cantera que, como las meigas, haberlas haylas), y vuelva a conseguir que el Atleti salga campeón, que es lo que deseamos (aunque no exigimos) todos sus seguidores.