Los llorones del Atlético

«Alegan nuestros queridos vecinos que los rojiblancos nos pasamos la vida quejándonos y que somos envidiosos porque no hemos ganado sus títulos. Nada más lejos de la realidad»

Fútbol y política: los indios

Aficionados del Atlético de Madrid en el Metropolitano EFE

03/01/2025 a las 04:13h.

Alegan nuestros queridos vecinos que los del Atleti somos unos llorones: nos pasamos la vida quejándonos. También envidiosos, porque no hemos ganado sus títulos. Ante eso, cabe señalar que los rojiblancos han elegido equipo no para presumir, porque si pensaran como dicen ellos habrían escogido ... al suyo. Y que, como el novelista Miguel Espinosa, se burlan de toda grandeza porque «toda grandeza es falsa».

Si hay algo subjetivo en la vida es el fútbol. Por ello no hablaremos de favores arbitrales, que seguro los madridistas no admitirían, y nos centraremos en la disparidad de trato que reciben ambos equipos, un relato más objetivo.

Las instituciones no nos son favorables. En 1992, los clubes deportivos (bueno, no todos, hecha la ley hecha la trampa) fueron obligados a reconvertirse en sociedades anónimas. A partir de entonces, unos equipos tributan de una manera y otros de otra. Disparidad entre los que deberían luchar en teoría en igualdad de condiciones, al menos jurídicas.

Hasta nuestro alcalde actual, que dice que es del Atleti, actúa como un madridista más, defendiendo los intereses de Florentino en el Bernabéu. Estadio por cierto que, ya en la calle más céntrica de la ciudad (aunque en los años 40 aquella fuera su periferia), continúa remodelándose y creciendo por enésima vez, invadiendo el suelo público. El Manzanares estaba proyectado con unas pasarelas que se suprimieron porque invadían suelo público.

Nos ha hecho derramar alguna lagrimita el trato discriminatorio (clausura de una grada, lo que le pareció poco al hincha madridista que exigía el cierre total del estadio) por lanzar objetos a Courtois, mientras que el lanzamiento de objetos al no provocador Lewandowski –agravado por los insultos racistas a Lamine Yamal, Ansu Fati y Raphinha– no ha recibido propuesta de sanción alguna.

Peor aún fue el parte oficial de la Policía sobre ese incidente en el Bernabéu, que aludía a gritos racistas en abstracto, sin mencionar en qué contexto ni dónde se habían producido. Eso sí, se ilustraba con una fotografía del nuevo Metropolitano. Que quedara claro quiénes eran 'los malos'. Por si no bastara con la mala fama que nos crean algunos indeseables.

La foto de Sorloth con los jugadores del Barça en el suelo, pero poniendo en su lugar a Vinicius es inconcebible. La manipulación viene del presidente de LaLiga, Javier Tebas, otro hincha madridista. Tampoco tienen desperdicio las palabras de Rafael Louzán, el nuevo presidente de la Federación: «Todos los madridistas estamos muy contentos».

Llorones, que somos unos llorones.