Memphis, el último negocio en el puente aéreo entre Atlético y Barcelona

Miguel Ángel Gil Marín ha vuelto a sacar rédito de la necesidad económica del Barcelona para reforzar la plantilla de Atlético, aunque el perfil de Memphis, que apenas ha contado para Xavi Hernández a lo largo de la temporada, no responde a priori a la urgencia de goles que demanda Simeone. Si bien es cierto que el delantero, que este jueves se entrenó en Majadahonda, aumenta la mordiente del ataque, tampoco se trata de un matador, aunque no le falte olfato ni colmillo en el área. El compromiso defensivo, exigencia irrenunciable del técnico argentino en su equipo, no figura tampoco entre los puntos fuertes de un futbolista que ficha hasta junio de 2025 a cambio de 3 millones de euros más uno en variables.

Las cifras acordadas por Memphis se encuentran a años luz de las pagadas por el Barcelona en la ruinosa operación que supuso para su economía la contratación de Antoine Griezmann. Los rojiblancos le vendieron al galo en 2019 por 120 millones de euros, lo recuperaron dos años después a través de una cesión y, en octubre de 2022 Miguel Ángel Gil Marín volvió a hacerse con la propiedad del internacional hasta 2026 a cambio de 20 millones. Un negocio tan redondo para los colchoneros como deficitario para los azulgranas. Un golpe que comenzó durante el mandato de Josep Maria Bartomeu y que Joan Laporta no consigue devolver ahora por un doble motivo: la necesidad que tenía de liberar la ficha de Memphis para reforzar al equipo en las zonas que le demanda Xavi y la voluntad expresa del neerlandés de jugar en el Metropolitano.

Laporta, como triunfo testimonial ante su afición, se apunta el haber arrancado a Gil Marín una opción preferencial, pero no obligatoria, para poder fichar a Yannick Carrasco el próximo verano a cambio de 20 millones de euros. Una victoria solo de cara a la galería porque el deseo del club azulgrana era que el belga se incorporara en este mercado invernal, una puerta cerrada desde el primer momento en la entidad madrileña. Carrasco, con una cláusula de rescisión de 60 millones, finaliza su contrato en junio de 2024, por lo que el Atlético, que no ha conseguido renovar al extremo, podría sacar una buena tajada por un jugador que a partir de enero próximo año será ya libre para poder negociar su futuro. Hay que recordar que, en operaciones anteriores cerradas con el Atlético, el Barça ya se aseguró bajo la fórmula de una opción preferencial la posibilidad de firmar a jugadores como Koke, Saúl o Giménez, aunque finalmente no dio el paso.

El fichaje de Griezmann en 2019 no siguió el esquema de trasvases amistosos entre Atlético y Barcelona como los de David Villa o Luis Suárez, dos operaciones en las que ambos equipos, más allá de sus buenas relaciones, buscaron su propio beneficio. En ese particular partido de negocios, sin embargo, los colchoneros salieron aparentemente victoriosos. Los azulgranas encontraron en los madrileños una vía para desprenderse de dos jugadores con una ficha prohibitiva, pero acabaron reforzando a un enemigo directo en la lucha por los títulos.

Tanto que el asturiano (2014) y el uruguayo (2021) aparecen ahora en el palmarés colchonero de ganadores de la Liga. Fichajes no regalados pero sí firmados a precio de saldo (5 millones y 6 en variables, respectivamente) a los que los colchoneros sacaron fruto, lo mismo que esperan hacer ahora con Memphis.