Leo Franco: «El control financiero ha salvado el fútbol español»

—Se cumplen 24 años de su debut en Primera, en un Rayo-Mallorca. ¿Qué queda de ese Leo Franco?

—Le cuento una anécdota para explicárselo. Cuando terminé el partido me preguntaron cuál era mi objetivo. Yo tenía como compañero al Nanu Soler, uno de los futbolistas que más partidos ha jugado en la historia de la Liga, y dije que me gustaría algún día llegar a ser como él y disfrutar del fútbol 20 años como profesional. Y con los años pude cumplir ese anhelo, jugué 20 años como profesional y es una satisfacción enorme, porque jugar tanto depende de muchos factores, no sólo futbolísticos.

—Ganó una Copa del Rey.

—Fue algo increíble. Se habían conseguido muchos logros años anteriores, pero la consecución de un título marcó una época en el Mallorca. Se trabajaba muy bien en todas las esferas y tuvimos la suerte de coincidir grandes jugadores experimentados como Engonga, Nadal, Olaizola, Soler... y jóvenes que luego tuvieron recorrido como Ibagaza, Eto'o, Luque, Tristán...

—Y tras cinco años llegó al Atlético.

—Desde que llegué a España, ya en el Mérida con 20 años, compañeros como Sabas, Pirri o el propio presidente José Fouto, me decían: tú eres jugador del Atlético de Madrid. Luego pasé al Mallorca y me decían lo mismo. Y fui conociendo de su grandeza. Y cuando me surgió la oportunidad, aunque era un momento económico muy complicado para el club, yo no tenía problema y firmé. De ahí quedó ese cariño de Miguel Ángel y Enrique por apoyar a un club tan grande como el Atlético en esos momentos. Pero era obvio que iba a ir para arriba.

— Dice que del Atlético te enamoras.

—Recuerdo una cena con un compañero de la selección argentina que me dijo cuando yo acababa de llegar al Atlético y estaba de adaptación: Leo, quédate tranquilo que del Atlético te vas a enamorar. Y ahora mismo se me pone la piel de gallina al hablar del Atlético, he vivido allí mis mejores años. Mi Atlético era una familia de verdad. Lo explico con un ejemplo: yo un día tuve una urgencia y Enrique Cerezo cogió el coche y me dijo: yo te llevo. Y otros clubes te ponen el mejor taxi del mundo. Pero hay veces que uno necesita ese cariño. El Atlético lo tienes que vivir, todo el mundo se desvive. Me viene a la cabeza Carlos Peña, que aún sigue ahí. Eso es el club.

- ¿Qué compañero de la selección fue?

Estuvo un año en el Atlético y luego se fue. Vamos a dejarlo ahí.

- Llegó a jugar 181 partidos con el Atlético, pero después le superó y le dobló un tal Jan Oblak.

¡Guau! Jan prueba la importancia de tener un buen portero en un equipo. Marcará una época. Seguridad, tranquilidad, conoce el club, tiene una personalidad que se asemeja mucho al Atlético, ha dado, títulos, muy rápido bajo palos, valiente en el juego aéreo, ha ido mejorando el juego con los pies. Fue un gran acierto su continuidad, porque hubo un año que estuvo a punto de salir.

- En las dos últimas temporadas no se ha visto al Oblak tan salvador.

A mí me parece que no era un tema del nivel de Jan, sino un cambio del sistema de juego, de presionar más arriba, con la defensa más adelantada, con más riesgos. Eso hizo que los números no fueran comparables a los de otras temporadas. Pero si analizabas partido por partido, él tenía muy poca responsabilidad en los goles.

- Usted en su última etapa ya entrenaba con un jovencísimo David De Gea.

Volvió de un Mundial juvenil con un nivel tremendo. Un chico callado, pero con mucho mando en la portería. Muy coordinado, con muchísima potencia de piernas, súper valiente en el juego aéreo que me llamó mucho la atención. Nosotros no tuvimos la oportunidad de disfrutarlo mucho, pero creo que para el club fue una buena venta.

- ¿Y qué piensa al ver que ahora, con 32 años, no tenga equipo?

Es muy llamativo. Pero seguramente ofertas habrá tenido, me parece que es un hecho. Quizá no le hayan convencido. Las personas vamos evolucionando y cuando ya tienes una familia pones encima de la mesa muchas cosas para aceptar alguna oferta. Pero viene de muchos años en el Manchester, está bien y le quedan aún cinco o seis años de alto rendimiento.

- Otro con quien coincidió fue con un Cholo Simeone ya de retirada.

Coincidimos seis meses e hicimos muy buena relación. Era como es ahora, igual. Apasionado, exigente 100% en los entrenamientos, quería mejorar, corregía al compañero... Muchas veces paso por el entrenamiento y lo veo igual, con esa energía. Está marcando una época en el club, es el entrenador indicado, conoce la cultura, qué le gusta al aficionado, hace una conexión tremenda del equipo con la grada, además de toda la capacidad que todo el mundo conoce.

- El año pasado mucha gente dijo que acabó su ciclo.

Me parecía un error. Once años entre los tres primeros, eso es indiscutible. El Cholo sigue teniendo la energía necesaria. Era un año complicado, es difícil que el jugador esté pendiente de su equipo cuando en un mes te juegas un Mundial, en una plantilla que tuvo campeones del mundo y finalistas. La evolución post Mundial fue evidente y me parecía totalmente injusto cargar contra el Cholo.

- ¿Qué le parece el caso Joao Félix?

Es un jugador joven y la capacidad la tiene. Quizá necesita un año de muchísima confianza para explotar. En la cesión al Chelsea no tuvo tiempo. Pero tiene un potencial enorme y si no encuentra sitio en el Atlético tiene la calidad y tiene futuro, pero las condiciones tienen que darse.

- ¿Qué opina de todo lo que ha pasado con Rubiales?

Las imágenes hablaban por sí solas. Me parece que no son apropiados esos gestos para un representante de una Federación como la española en el contexto en el que se encontraba, en el palco y luego en una entrega de premios. Es una pena que no estemos hablando de un título tan histórico.

- Usted era un futbolista alejado de los focos ¿Qué opina de que ahora metan cámaras en los vestuarios?

Todo ha ido evolucionando. Las costumbres de mi época eran que el vestuario era algo cerrado, pero es verdad que la juventud necesita otro contenido mucho más abierto. Lo veo en casa con mis hijas. Siempre que sea sano y con respeto hacia el protagonista y el espacio del vestuario, me parece bien. Hace años lo venimos viendo en la NBA y en deportes en América. Hoy con las redes la gente necesita mostrar hasta lo que está comiendo. A mí me gusta más disfrutar del plato y quedarme con la sensación.

- ¿Y qué le parecen las restricciones financieras, el cumplimiento del límite salarial...? La Liga no puede fichar.

Me parece que el control financiero ha salvado el fútbol español, es una realidad. Previo al control económico los jugadores teníamos que presentar denuncias para poder cobrar y hay un dato de que en los últimos años sólo hubo siete u ocho denuncias. Te da una seguridad como jugador excepcional. Hemos vivido una época complicada. Quizá ahora los clubes pueden sentirse con menos maniobra para firmar, pero da una seguridad económica a la Liga que creo que es muy positiva.

- Sólo tuvo una breve experiencia como entrenador en el Huesca. ¿Volverá?

Siempre estoy relacionado con algunos clubes y espero que pronto pueda estar con alguno en concreto. La gestión deportiva es algo que me apasiona, la experiencia que tuve como jugador poder volcarla en el fútbol organizativo y seguramente pronto estaremos por ahí.