Griezmann inventa, Julián Álvarez ejecuta

El lustre de la pelea por el campeonato y la agonía de la batalla por mantener la categoría se dan cita en Mestalla, algo impensable hace no tanto en un clásico del fútbol español como es un Valencia-Atlético. Simeone, obligado a repensar su medular por la lesión de Koke y la expulsión de Barrios, ubica a Llorente de pivote, además de sentar a Giménez y Galán para dar entrada a Lenglet y Azpilicueta. Mientras Corberán estrena como titulares en Liga a dos de sus nuevos cromos, Iván Jaime y Sadiq.

El pitido inicial da paso a un alto nivel de intensidad en cada choque, ni un segundo de respiro, un ida y vuelta desfondante aun sin ocasiones. Línea de cinco para defender, de cuatro para atacar, ambos esquemas son un espejo en el que Rioja y Lino, sacrificados y enfrentados en el carril, se ven obligados a recorrer su banda en cada jugada. No hay control en el encuentro hasta la aparición de Griezmann, un futbolista capaz de encontrar orden en el caos. Tras la primera posesión algo prolongada de los rojiblancos, el francés aprovecha el buen desmarque de Lino con un genial envío. El brasileño se topa con el larguero, pero el sutil pero eficaz toque de Giuliano en el rechace permite a Julián adelantar a los suyos.

Encuentra entonces el Atlético la comodidad sobre el césped y consigue bajar de revoluciones el partido. No llega al área de Mamardashvili con asiduidad, pero cuando lo hace tiemblan las piernas de la zaga valencianista. De nuevo, una bien trenzada posesión rojiblanca concluye en las botas de Griezmann, esta vez escorado en la derecha. Levanta la cabeza el francés y envía un preciso centro hacia Julián, que se adueña del hueco entre centrales y conecta un certero cabezazo para doblar la renta atlética y su registro goleador. Desfallece el conjunto che, tanto que Mosquera le regala un mano a mano al ariete argentino en el descuento de la primera mitad. Con todo de cara para sumar su tercer tanto, el disparo de Julián se marcha inexplicablemente muy desviado.

Renueva Simeone su banda izquierda tras el entretiempo dando entrada a Gallagher y Galán por el amonestado Lino y Azpilicueta. Pero es el Valencia quien sale de su vestuario con aires renovados en busca de la remontada. Hugo Duro, también refresco para la segunda mitad, se deshace con facilidad de la marca de Galán ante el centro de Gayá, pero el cabezazo del getafense no encuentra portería. De nuevo aparece el desubicado lateral, esta vez para repeler con la mano un remate de Sadiq. Ni Busquets Ferrer en el campo ni Iglesias Villanueva desde el VAR advierten nada punible.

No desesperan los de Corberán, asentados permanentemente en campo rival pero sin llegar a inquietar a Oblak. El Atlético se emplea definitivamente en defender su renta, alentado por Simeone, que introduce a Giménez para plagar su zaga con tres centrales. Intenta generar ventajas un incansable Javi Guerra, sin mucha ayuda, mientras Sadiq y Hugo Duro aportan más intención que calidad. Lo prueba Almeida desde lejos con un potente disparo que atraviesa un mar de piernas pero se marcha ligeramente desviado.

Se le agota el tiempo al Valencia, mientras que el Atlético aguarda cómoda y pacientemente que llegue el final. Corberán recurre a Rafa Mir, pero el murciano goza de la misma suerte que sus predecesores. Al contrario que Correa, de nuevo exprimidor al máximo de sus minutos. Gallagher recibe el regalo, lo convierte en contraataque y habilita al argentino, que define a la perfección para sentenciar el encuentro. Tres disparos a puerta, tres goles y tres puntos más en el haber de un eficaz Atlético.