Entrevista / 120 años del club colchonero
Enrique Cerezo: «Si hay alguna persona interesada en comprar el Atlético, se le escuchará»
El productor de cine pone la cara y la voz a una SAD cuyo mandamás y dueño por herencia es Miguel Ángel Gil. 120 años de historia rojiblanca, 20 ya bajo esta bicefalia
Las mejores frases de Cerezo: del Frente Atlético a la deuda del club
«Mi abuelo contaba que fundaron el Atlético espantados por el comportamiento del público del Madrid»
Enrique Cerezo Torres (75) cumplirá veinte años como presidente del Atlético de Madrid el próximo 28 de mayo. Antes, ya acumulaba otros 16 como vicepresidente de Jesús Gil. Así pues, ha vivido desde dentro casi un tercio de la vida del club, que mañana ... celebra su 120 aniversario. Atiende a ABC en su despacho en el Metropolitano, de fondo, las réplicas de algunos de los títulos bajo su mandato. Un total de diez, los mismos que consiguió Vicente Calderón. «Al final, una gestión se mide por los títulos», asegura. Afirma que se siente igual de cómodo hablando de fútbol que de cine, aunque dice que el mundo del balompié actual es «totalmente desconocido» a lo que él encontró de niño.
— ¿Cómo era ese Atlético que usted conoció de pequeño?
—Recuerdo haber ido sólo una vez al antiguo Metropolitano y no tiene que ver nada que ver con el Atlético de ahora. Aquello es la tradición, son las raíces, pero es como la noche y el día.
—¿Cómo se embarcó en esta aventura?
—Yo tenía mucha relación con algunos jugadores importantes del Atlético, como Eugenio Leal y Pepe Navarro, y gracias a ellos conocí a Vicente Calderón y entablamos una buena amistad. Y en su segunda etapa como presidente convoca elecciones en 1987 y quiere que vaya en su lista. Desgraciadamente falleció unos meses antes, pero su hijo nos dijo que la voluntad de su padre era que nos presentásemos. Lo hicimos, con Manuel Herrero como candidato, perdimos y yo me marché.
—¿Y después le llamó Jesús Gil, sin conocerle?
—Estando de viaje por Brasil me llamó Rubén Cano y me dijo que Jesús Gil quería verme. Él no me conocía, pero todos mis amigos, Pepe Navarro, el doctor Ibáñez, Ceferino Díez... estaban en su candidatura. Nos vimos, me dijo que si quería ser vicepresidente y de esto hace 35 años.
–¿Cómo era su relación con Gil?
—Magnífica. Nunca tuvimos ni una discusión, ni un enfado. Era una relación correctísima. Era una persona maravillosa, un tío muy divertido. Como todo el mundo, tenía sus momentos, y si te pillaba en ese momento malo, era complicado. Pero en el 99 por ciento de los casos mi relación con él siempre fue perfecta.
—Él decía que no se quería morir sin ganar una Liga. ¿Usted con la Champions?
—Hemos tenido tres ocasiones que prácticamente la teníamos en la mano y por una serie de circunstancias en las prórrogas siempre nos perjudicaron. Indiscutiblemente yo también deseo durante mi mandato poder levantar una Copa de Europa y creo que lo veré.
–¿Cómo evaluaría la gestión de Jesús Gil?
–Gil consiguió poner al equipo en una situación deportiva magnífica y maravillosa. Cuando entra, el Atlético estaba en una situación económica mala, deportiva regular, y una afición que lo que quería era triunfos. Y Jesús Gil hizo una gran campaña de publicidad de lo que era el Atlético, movilizó a todos los aficionados, trajo entrenadores nuevos, jugadores nuevos, hizo una revolución absoluta. Y eso se notó, porque la afición empezó a salir a la calle, empezó a notarse la gente que era del Atlético y eso ha sido uno de los grandes éxitos que consiguió Jesús Gil, además del doblete y dos Copas del Rey.
—Con Gil también llega el peor momento en la historia del club, el descenso a Segunda de la mano de la intervención judicial.
—Una intervención judicial siempre es mala y una sociedad como era el Atlético de Madrid realmente se mueve por una serie de parámetros que nunca puede dar un interventor judicial. Tuvimos la suerte de que la conseguimos levantar y levantar al equipo con mucho esfuerzo, con mucho sacrificio y sobre todo con mucho dinero.
Antes
Después
–¿Cuál ha sido su peor momento en el club?
–Ese, la intervención judicial. Fue muy complicada, muy buscada y al final se demostró que prácticamente no había nada de lo que te acusaban. Al final salimos prácticamente invictos del tema judicial, con el único problema que tuvimos otra vez que volver a poner por dos veces el capital social. Afortunadamente conseguimos otra vez volver a gobernar el club con la ayuda de los socios, de los aficionados y de la prensa.
—¿Y su mejor momento en el club?
—La inauguración del nuevo estadio. Porque era un hito que durante doce años lo teníamos en la cabeza y parecía que no iba a llegar nunca. Piensa que se empieza a construir porque hay unas Olimpiadas que Madrid nunca llega a ganarlas. Y cuando terminamos el estadio fue la mayor satisfacción, después de todos los problemas, tanto sociales como económicos. Al final habíamos conseguido inaugurar el estadio, que es de los tres mejores de Europa.
«Al final salimos prácticamente invictos del tema judicial; sólo tuvimos que volver a poner el capital social»
–A nivel de dirigencia ¿Cuál cree que ha sido la mejor época del club?
–Indiscutiblemente estos diez o doce últimos años han sido los más fructíferos en la historia del Atlético. Hemos ganado dos Ligas, tres Europa League, tres Supercopas de Europa, una Copa del Rey... ha sido un trabajo importante. Eso no quiere decir que anteriormente otras directivas también tuvieron sus éxitos. Pero lo que cuenta son los títulos y el Atlético de Madrid es el tercer equipo de España en títulos.
—Vicente Calderón (1964-1980/1982-1987) también ganó diez títulos e hizo crecer al club institucionalmente.
—Eran dos maneras diferentes de ver el fútbol. Vicente Calderón era un presidente elegido por los socios, era una persona muy carismática y tenía también muchas posibilidades de recursos. Primero consiguió el cambio de estadio, como hemos conseguido nosotros, y eso es muy importante para el crecimiento de un club. Venir de un sitio donde prácticamente todo el mundo veía el fútbol de pie a otro donde todos lo veían sentados, con un estadio nuevo y prácticamente en el centro de Madrid, creo que fue un paso muy importante.
–¿Qué dice de Javier Barroso (1955-1964), que incluso participó como arquitecto en el proyecto del estadio del Manzanares?
–Barroso ha sido otro de los grandes presidentes de este club. En aquella época ser presidente de un club era muy importante. Venir al fútbol era un lujo, se iba de traje y corbata.
—¿Cómo ha cambiado el fútbol desde que usted llegó en 1987?
–El cambio es total. Primero en la parte económica. El presupuesto en esa época me parece que eran 60 millones de pesetas, que era una fortuna, pero ahora lo ves y son 300.000 euros. La diferencia económica es bestial. Antes el representante era el director de la oficina del banco donde tenía el padre el dinero del futbolista, y hoy día todos hablan inglés, llevan jugadores que cobran fortunas.
—¿Cómo es su relación con Miguel Ángel Gil?
—Es la misma relación que tenía con su padre, perfecta, de compenetración total y absoluta. Él maneja la parte económica y los demás la parte institucional y es una maravilla. Hemos pasado de un presupuesto de 60 millones de pesetas a uno de 400 millones de euros. Lo hace fantástico, a las pruebas me remito de todos los títulos que hemos conseguido, los jugadores que hemos tenido. Trabajamos perfectamente desde hace 35 años y nunca hemos tenido ningún problema, ni creo que lo tengamos.
—Al padre le gustaba salir en los medios. Con Miguel Ángel le toca a usted.
—Lo llevo bien, no tengo ningún problema. Esto es un club que desde que yo conozco siempre se cuentan las cosas como son. Hemos pasado por una intervención judicial, por momentos malos, buenos y siempre hemos estado a disposición de quien nos ha querido preguntar y siempre hemos contestado con lo que sabíamos.
«¿Arrepentirme? No, si hay un aficionado o miles que no quieren esa placa de Courtois, que vengan y que la quiten»
—Usted ha dejado frases célebres como «los futbolistas juegan donde quieren».
—Y ha habido un cambio sustancial, ahora quieren venir al Atlético. Pero si un jugador quiere jugar en otro club, al final acaba jugando ahí. Porque al final son los que mandan.
—También dijo: «El sentimiento en el fútbol se debe perder, esto es un negocio». Pero el atlético presume de sentimiento.
—Todos los atléticos tenemos un sentimiento especial. Pero el sentimiento deportivo o la pasión es muy diferente al sentimiento económico, porque por mucho sentimiento que tengas si la parte económica no está bien, al final se convierte en sentimiento económico. Porque si tú quieres que tu club gane, tienes que tener muchos ingresos. Y si no tienes eso, ese sentimiento se puede perder. No es malinterpretar el sentimiento atlético por el sentimiento económico, pero muchas veces va unido.
—Y le tomaron la palabra con que cogieran «pico y pala» con la placa de Courtois. ¿Se ha arrepentido de alguna declaración?
–Arrepentirme... ahora mismo no caigo a lo largo de tantos años. Pero lo del pico y la pala no lo dije en tono peyorativo. Nosotros tenemos unas normas y si un jugador ha jugado 100 partidos, tiene su placa. Ahora, que hay un aficionado o miles de aficionados que no quieren esa placa, que vengan y que la quiten.
—Al hilo del Paseo de las Leyendas, se creó una comisión social. ¿Se hará referéndum entre la afición por el cambio del escudo?
—Yo creo que básicamente el escudo es igual. Ahora la comisión social es la que tiene que dilucidar estos temas y actuaremos conforme a lo que digan.
«La gente quiere que vuelva el escudo antiguo y yo no lo veo; ha cambiado la posición de un oso y un madroño, es lo único que veo»
—¿Usted sería partidario de abrir este referéndum a los socios?
—Yo creo que lo va a solucionar la comisión, creo que no va a hacer falta llegar al referéndum. Pero un cambio de escudo es lo que ha pasado con la Juventus, que era un escudo y ahora son dos letras. Aquí la gente dice que quiere que vuelva el escudo antiguo y yo personalmente no lo veo. Creo que es una pequeña metamorfosis que han cambiado la posición de un oso y un madroño, es lo único que yo veo.
—De esta comisión se salió el Frente Atlético. Hay quien reclama que después de la huelga sería buen momento para apartar del club a este grupo.
—Nosotros estamos trabajando para ser un club tranquilo, que no tenga ningún problema, un club que esté orgulloso de su afición y de la gente que acompaña al equipo en todos los viajes. Y en eso es en lo que estamos trabajando desde hace ya muchísimos años y creo que al final lo conseguiremos.
—¿Cómo está la deuda del club?
—Tenemos una deuda de unos 400 millones de euros. Tenemos un presupuesto de casi 450 millones y nosotros estamos muy tranquilos en el aspecto económico. Puede parecer mucho dinero, pero es muy asumible con los ingresos que tenemos y la respuesta deportiva del equipo.
–Hay aficionados que piensan: si llevamos diez años seguidos entrando en Champions, el año que no nos clasifiquemos nos venden a medio equipo...
—Tampoco es así. Si hay algún aficionado que piensa así, que a nosotros no nos lo han dicho nunca, saben que las cuentas son públicas. Hay una teoría en este casa que intentamos llevar siempre: no nos gastamos más de lo que ingresamos. Una de las cosas buenas que ha hecho LaLiga es el control económico y nosotros estamos dentro correctamente, con lo que no tenemos ningún temor de que tengamos que vender el equipo.
–Gil Marín sí que ha hablado ya públicamente de una futura venta del club, cuando acabe su proyecto.
–Nosotros en este momento estamos pensando sólo en terminar la ciudad deportiva. Estamos pendientes de hacer dos viales a la M-40 y hacer una estupenda ciudad deportiva. Y no estamos trabajando ni en ventas, ni en compras. Si hay alguna persona interesada, se le escuchará. Pero no estamos pensando ni en comprar, ni en vender. Todo el mundo sabe los socios que tenemos, cómo estamos, cuál es el accionariado y no tenemos nada más que la ilusión de acabar en los dos próximos años la gran ciudad deportiva.
–En el accionariado hay inversores extranjeros: americanos, israelíes. SI ustedes venden, ¿cree que les echarán de menos?
—No sé, siempre he dicho que tanto Miguel Ángel como yo hemos trabajado mucho por este club y nos consideramos orgullosos de la gestión, sobre todo la económica. Lo que pase después, la verdad es que ni lo sé.