El coreado sobreesfuerzo exigido por Simeone pasa factura a Griezmann
Expertos en fisiología del ejercicio valoran si el excesivo desgaste muscular impuesto por el Cholo durante años está detrás del repentino desplome del talentoso jugador francés
El apagón de Griezmann, una leyenda difícil de reconocer

«Antoine es un chico que muestra con su esfuerzo que el talento es algo importantísimo, pero sin trabajo el talento no es nada». La frase la pronunciaba Simeone en 2018 y daba las claves de lo que se iba a exigir a Griezmann ... en los años posteriores, un gran trabajo físico, desplegarse por el campo y ser útil también en labores defensivas. Un desgaste que puede estar pasando factura actualmente al delantero francés, que atraviesa un claro bajón físico y cuya continuidad en el club está cuestionada. Esa exigencia de esfuerzo durante años puede haber acortado la carrera deportiva de Griezmann.
El doctor José Antonio López Calbet, catedrático de Fisiología del Ejercicio en la Universidad de Las Palmas, considera que «en un futbolista como Griezmann, de 34 años, la afectación muscular sería muy sutil, pero podría estar presente si el tiempo de recuperación no es adecuado a la carga de entrenamiento y las competiciones. El esfuerzo excesivo sin suficiente recuperación puede provocar inflamación crónica y estrés oxidativo, que podría afectar a la velocidad de contracción de las fibras musculares, pero también a la bioenergética mitocondrial».
Ángel David Rodríguez, el Pájaro, un exvelocista de 10.14 en 100 metros, opina que «en el caso de que hayan desgastado a Griezmann y ese sobreesfuerzo haya acortado su vida deportiva, entonces habría que analizar también que ese trabajo que hizo durante años ha dado muchas victorias a su equipo, entonces sería lo uno por lo otro ¿no? ¿Cuánto habría perdido el Atleti si hubieran conservado más a Griezmann, en resultados del club, en presión al rival, en más balones perdidos, en más goles encajados?… Si hubiera descansado más, quizá los resultados del club en los últimos 10 años habrían sido peores».
Según Calbet, «con el envejecimiento fisiológico se pierde velocidad de contracción muscular. Este fenómeno es progresivo y ya está presente a partir de los 30. Puede ocurrir de forma más lenta o más acelerada dependiendo de factores individuales de carácter genético y también de factores ambientales. Esta pérdida de velocidad de contracción se ha relacionado con una muerte selectiva de motoneuronas alfa medulares rápidas y disminución del porcentaje de fibras musculares rápidas».
Sensores IMU
En el caso de Griezmann, afirma Calbet, «sería útil comparar su rendimiento en partidos de hace 10 años con los actuales (por ejemplo, determinar si ha disminuido su número de esprints y la velocidad máxima que alcanza, distancia cubierta a máxima velocidad, etc). Este tipo de análisis tendría que ser comparado con otros futbolistas de su edad. También se podría determinar de forma objetiva con sensores IMUs (que miden la inercia del movimiento) su comportamiento en el campo en la primera y la segunda parte. Está demostrado que el rendimiento de futbolistas decae en la segunda parte y de forma más intensa en los futbolistas mayores».
En opinión de Calbet, «hay otros factores, como las concentraciones de calcio, que también podrían influir en la velocidad de contracción muscular, que se ven afectadas en condiciones de estrés oxidativo aumentado, como la inflamación crónica».
Arturo Casado, investigador de la Universidad Rey Juan Carlos, indica que «picos muy altos de trabajo y carga física a lo largo de la temporada están relacionados con la aparición de lesiones y éstas son el mayor enemigo del deportista porque impiden la continuidad, que es la clave». Sobre la duración de una carrera deportiva, añade que «en corredores de mediofondo de élite, está comprobado que cargas excesivas acortan la longevidad deportiva».
En el apartado de las lesiones, el catedrático Calbet explica que, «por ejemplo, la rotura del cruzado anterior o lesiones meniscales, que pueden desembocar en artrosis, acelerando la pérdida de rendimiento que todos los seres humanos sufren con el paso de los años».
José Luis Martínez, exdirector técnico del atletismo español y maestro de entrenadores, tiene otra interpretación del bajón del delantero. «Griezmann está tristón. Simeone está apostando más por su hijo y por Julián Álvarez y el francés está perdiendo protagonismo. Antoine es un jugador generoso, un modelo de profesionalidad, como Modric. Mi impresión es que Simeone no es un buen director de hombres, le gusta más manejarlos como si fueran marionetas. Quiere que se vea la labor del entrenador más que la del jugador porque le va lo de ser protagonista. Creo que se está perdiendo la figura del entrenador-formador y está potenciándose la del entrenador-protagonista».
Según Luis Serratosa, exmédico del Real Madrid, jugar más partidos acorta la vida deportiva: «Por supuesto que hay excepciones y que hoy en día los jugadores se cuidan mucho más (entrenamiento, nutrición, etc.) y eso hace que puedan jugar más años, pero el inevitable desgaste físico (sobre todo articular de rodillas, tobillos/pies y caderas) y la mayor exposición a lesiones traumáticas o no, asociados a competir más, tienen sus efectos en la vida deportiva. Además del aspecto físico no debemos olvidar el desgaste mental. Cada vez vemos más jugadores y deportistas en general, a los que mantener el nivel de la alta competición les afecta negativamente tanto en la motivación como en el estado anímico. El calendario y nivel actual de la alta competición (clubes, selecciones, viajes, concentraciones, etc) también complican el tener tiempo suficiente para familia y otras actividades distintas a la de su profesión. A veces los efectos solo aparecen cuando se retiran pero con frecuencia en forma y grado incapacitantes».
El factor de la alimentación
¿Qué se podría hacer en un caso como el de Griezmann, que sufre una disminución de su rendimiento muscular? Según el doctor Calbet, «lo primero sería tratar de descartar posibles causas que tengan tratamiento. También es fundamental ajustar las cargas de entrenamiento y competición a las capacidades del futbolista. Mejorar la alimentación es importante, así como asegurar un consumo adecuado de minerales (a ser posible de fuentes naturales), vitaminas (importante que el nivel de vitamina D sea el adecuado) y polifenoles naturales presentes en alimentos vegetales, que tienen propiedades antiinflamatorias».
El Pájaro concluye que «es muy difícil que un jugador esté a tope los 10 meses de la temporada. Igual Griezmann está cansado y lo que necesita es parar. ¿Cuánto? ¿Una semana? ¿Un mes? No lo sé: el fútbol es muy exigente».
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