Competición cierra el fondo del Frente Atlético durante tres partidos

El texto literal de la resolución federativa es el siguiente: «Imponer al Club Atlético de Madrid una sanción de clausura parcial de su recinto deportivo por un periodo de tres partidos y una sanción pecuniaria de 45.000 euros, por la comisión de las infracciones muy graves tipificadas en el artículo 76.2, en consonancia con el artículo 15 del Código Disciplinario de la RFEF».

«La clausura parcial afectará a los sectores 127, 128, 129, 130, 131, 132 y 133, que conforman el 'Fondo sur bajo' al que se refiere el acta arbitral, y se cumplirá en los términos previstos en el artículo 57.1 Código Disciplinario de la RFEF».

El cierre parcial

del Metropolitano

Fuente: Elaboración propia / ABC

El cierre parcial del Metropolitano

Fuente: Elaboración propia / ABC

Competición basa su decisión en el acta arbitral del partido firmada por Mateo Busquets Ferrer y en el análisis de otros cuatro documentos: la crónica redactada por el informador federativo presente en el encuentro, la denuncia formulada por la Liga Nacional de Fútbol Profesional, las alegaciones formalizadas por el Atlético y el escrito presentado por el Real Madrid.

En primer lugar, la Federación considera «debidamente acreditados» los hechos descritos por el colegiado: «En el minuto 64, desde el fondo sur bajo se lanzaron varios objetos sobre la zona donde se encontraba el portero visitante, sin que ninguno de ellos llegara a impactarle. Entre estos se pudieron identificar tres mecheros y una botella de agua». Se reconoce que el Atlético no ha puesto objeción alguna a dicho relato y considera que los incidentes son «de especial gravedad y repercusión en el desarrollo del encuentro».

«Aun cuando se tratase de objetos de pequeño tamaño, no cabe duda de que son susceptibles de causar algún tipo de lesión teniendo en cuenta la distancia desde la que algunos objetos fueron lanzados, pudiendo haber impactado en la cabeza o en la cara del guardameta del equipo contrario al que iban dirigidos», añade Competición.

A partir de ahí, el apartado de fundamentos jurídicos es una dura sucesión de reproches y críticas al Atlético: «Aunque se trate de la acción de una parte nada representativa de los aficionados del club, por parte del Atlético de Madrid no se adoptaron las medidas suficientes para prevenir unos incidentes tan graves en la propia acción multitudinaria y en su resultado o, cuando menos, las medidas que se adoptaron no fueron las idóneas para un partido de especial rivalidad de una competición profesional de primer nivel como es la Primera División de una de las ligas más importantes del mundo...».

«En todo caso, estos hechos objetivos resultan absolutamente inaceptables, no pudiendo admitirse las alegaciones del Club Atlético de Madrid respecto de cualquier tipo de actos anteriores, que no resultarían en ningún caso susceptibles de justificar los mismos», añade la Federación, negándose así a valorar siquiera una posible actitud provocativa de Courtois con el público, argumento esgrimido tanto por el club en sus alegaciones como por Simeone y Koke en sus declaraciones.

La Federación ni siquiera tiene en cuenta que el club rojiblanco se haya puesto a disposición de la autoridades para localiza a los posibles agresores ni que el propio club haya identificaco a algunos de ellos. «Se trata de medidas no preventivas y, por tanto, reactivas llevadas a cabo como consecuencia de unos hechos consumados, que ya han producido unas graves consecuencias deportivas y repercusión mediática que a estas alturas son irreparables», argumenta Competición.

Aunque el Comité «valora positivamente las actuaciones realizadas por el Club con posterioridad a la producción de los hechos», considera que esas acciones son «insuficientes hasta que se consiga la total identificación de todos los espectadores implicados».

El Atlético puede recurrir esta sanción ante el Comité de Apelación de la propia Federación durante los próximos diez días hábiles.