FÚTBOL
El Atlético ficha como mando intermedio a Mateu Alemany, el galáctico de los despachos
El balear, que brilló como ejecutivo en Mallorca, Valencia y Barça y hasta Florentino intentó llevárselo al Madrid, llega al Metropolitano para trabajar como director de fútbol teóricamente a las órdenes de Bucero
Laporta ha perdido 231 millones de euros en 5 años pese a haber ingresado más de 900 con sus palancas
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Iniciar sesiónEl Atlético de Madrid se marchó al parón de selecciones con un empate en Vigo que frenó en seco la euforia desatada en la semana fantástica previa. Dos días después, con los ojos del mundo del fútbol centrados en los encuentros internacionales, el club ... rojiblanco trata de descorchar champán con el anuncio de la llegada de uno de los ejecutivos más reputados y exitosos del fútbol español: Mateu Alemany.
La entidad del Metropolitano vendió ayer la incorporación del balear como director de fútbol masculino, un puesto ubicado al frente de todos los asuntos deportivos relacionados con el primer equipo y el Madrileño –el filial–, así como el área profesional de la cantera rojiblanca. Y un cargo que formará parte del equipo liderado por Carlos Bucero, director general de fútbol. ¿Dos gallos en el mismo corral? Según el Atlético, el primero trabajará a las órdenes del segundo. En todo caso, un golpe de efecto en toda regla con la sombra del grupo estadounidense Apollo Global Management al fondo y su interés en hacerse con la propiedad del club.
Alemany inició su andadura en el fútbol de la mano del equipo de su tierra, el Mallorca, en 1990. Un ascenso meteórico en el club bermellón le llevó en tan solo una década a ubicar al equipo en la élite del fútbol española y a asumir la presidencia del club. Antes, como director deportivo, a finales de los 90 conquistó la Supercopa de España, disputó la final de Copa y la de la Recopa, además de un tercer puesto en Liga, la mejor clasificación histórica del club que valió su primera presencia en la Champions. Una envidiable trayectoria que llevó a Florentino Pérez, recién elegido presidente del Real Madrid en el año 2000, a ofrecerle el puesto de director general del club blanco. Una oferta que Alemany rechazó para asumir la presidencia del Mallorca.
Tras poner fin a sus dos etapas como dirigente bermellón, campeón de Copa en 2003 en la primera de ellas, el ejecutivo balear aterrizó en Valencia como director general en 2017. La estancia del balear en Mestalla se limitó a dos temporadas, precisamente los dos últimos años de gloria del conjunto che por los que se guarda un cariñoso recuerdo de Alemany en la capital del Turia. Bajo su mando, y de la mano de Marcelino y Pablo Longoria –secretario técnico antes de presidir el Olympique de Marsella–, formó un equipo ganador con nombres para el recuerdo como Guedes, Kondogbia o Gameiro que consiguió dos clasificaciones para la Copa de Europa y una Copa del Rey ante el todopoderoso Barça. Una época gloriosa a la que Peter Lim puso fin de forma abrupta con su intervención en la parcela deportiva, que desató la destitución del entrenador y la salida de Alemany tras meses apartado.
Dos años después, fichó por el Barcelona de la mano de Laporta. Tras la pandemia y la dilapidadora gestión de Bartomeu, recibió la difícil misión de elevar el listón deportivo pero reducir costes en la plantilla. Una trayectoria también breve, de dos temporadas, en la que tuvo un papel clave en la reconstrucción del equipo azulgrana, de la mano de nombres como Lewandowski, Raphinha o Koundé, fundamentales en el gran primer año de Flick, a la que sumó una reducción de la masa salarial culé en más de un 40%. Un proyecto que también abandonó de forma abrupta por diferencias con Laporta.
Un galáctico
Una trayectoria a la altura de pocos dirigentes que le ha llevado a ser considerado prácticamente un galáctico de los despachos. Un nombre que ha dejado una genial huella por donde ha pasado, que ha sonado para los mejores proyectos y, tras un intento fallido hace dos años, ha elegido finalmente el Atlético. Un fichaje estrella en el Metropolitano que, sin embargo, llega como mando intermedio. Un director deportivo bajo el mando de Bucero como conexión entre la directiva y cuerpo técnico y plantilla, a quien visitó junto a su jefe durante el entrenamiento. Una convivencia difícil de sobrellevar que ya provocó la salida de Andrea Berta, el predecesor de Alemany, quien ya demostró en Barcelona su incomodidad a la hora de tratar con injerencias desde otros estamentos. Y una situación que puede invitar a pensar una deposición del actual director general de fútbol tras una mejorable primera experiencia como hacedor de la plantilla.
Además, se trata de un movimiento bajo la sombra de la futura compra del club. Gil Marín ya se mostró públicamente abierto a la entrada de capital en la entidad rojiblanca pocos días después de que 'Expansión' adelantara el interés del grupo estadounidense Apollo por hacerse con la propiedad. Ahora, el Atlético anuncia la llegada de Alemany, un golpe de efecto con enigmas todavía por resolver.
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