Horas antes de que Cuba y Estados Unidos se enfrenten por primera vez en el Clásico Mundial de béisbol, los dimes y diretes entre los exiliados residentes en Miami y los aficionados de la isla ha copado el protagonismo del partido.
El sábado, decenas ... de exiliados protestaron en la mítica calle Ocho, en el barrio de la Pequeña Habana, por entender que la llegada de los profesionales a Miami choca con su deseo de poder volver a la isla cuando lo deseen.
La lucha por su custodía, tras perder a su madre en el mar, provocó en el año 2000 una crisis diplomática entre EE.UU. y Cuba
Lo que debería ser un ejemplo de reconciliación y unidad en el que aglutinar el sentimiento cubano se ha convertido en enfrentamiento entre ambas partes. El gobierno castrista salía a las calles para celebrar el pase del equipo nacional para semifinales del Clásico Mundial, mientras que los exiliados veían en esa fiesta una ostentación innecesaria, que les hace sentir cierto recelo hacia su selección.
Partido en diferido
Se espera que durante el partido, previsto para la madrugada del domingo al lunes en España, haya diferentes protestas en los aledaños y en el interior del estadio. Incluso no se descarta que alguno de los jugadores de ambas selecciones puedan expresar algún tipo de mensaje político durante el partido.
Por eso, en Cuba el partido se emitirá en grandes pantallas dispuestas en diferentes zonas del país donde se podrá ver con cierto desfase respecto al directo, por si hay que cortar alguna de estas expresiones partidistas. Un poco de deporte en mitad del vendaval político.
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