El sueño de Setién tiene en Cornellá su primera fase
El Español atraviesa su peor crisis en los últimos diez años y no se le observa capaz de castigar al Betis con un duro despertar en la Copa del Rey
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Las fases del sueño son cinco : adormecimiento, ligero, transición, profundo y REM. Del primero, ese duermevela que acaba en K.O., al último, con los globos oculares de un lado a otro de manera tan vertiginosa como el contragolpe que dio lugar al ... segundo gol frente al Gerona, transcurren varias horas. El gran sueño de Quique Setién tiene tantas semanas por delante como la hibernación de un oso , pero tres fases nada más de desarrollo: el adormecimiento está contraindicado en este caso y el ligero es innecesario. Para él, sólo la primera tiene nombre cierto, Español, y el sueño, desenlace: disputar la final de la Copa del Rey en el Benito Villamarín y ganarla.
Confesaba ayer el técnico cántabro que le ponía pensar sólo en tal posibilidad. Y si en su discurso no caben “peros” es porque ve a los suyos capaces de hacer realidad su deseo onírico . Argumentos tiene para defenderlo. Desde el fútbol que a menudo despliega el equipo, a la fe con la que actúa; desde la observancia de que ni en las peores rachas se perdieron de vista los objetivos de la temporada, a la certeza de que los designios del gol han dejado de ser inescrutables. Si alguien quiere despertar a los suyos del sueño van a tener que zarandearlos mucho .
No se observa capaz al cuadro de Rubí, quien empezó en el banquillo periquito como piedra preciosa y lleva camino de desvelarse como falsa, de castigar al Betis con un duro despertar copero. Los blanquiazules atraviesan la peor racha de los últimos diez años. La goleada recibida el lunes en Éibar dejó al equipo con tres puntos conquistados de los últimos 27 ligueros disputados. Una caída libre que mete a los barceloneses en la lucha por salvarse del descens o, al quedar a tan sólo cuatro puntos de él.
Las muchas bajas con las que viaja el plantel bético (cinco de titulares, entre ellas la del irremplazable Lo Celso, y dos de habituales), añaden incertidumbre a la contienda de hoy. Marcar en Cornellá, donde se quiso desterrar de las gradas a la colonia bética a golpe de euros, vale su peso en oro; volver sin lesionados, casi más.
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