La razón no necesita «brazo armado»

Ahora dicen que sobre la entidad puede recaer una sanción por su protesta y que el instigador de ella sería un departamento llamado de Integridad, que no me digan que no tiene maldita gracia el nombre de la inquisición federativa, cuando habla en defensa de quien te expulsa a un jugador de manera injusta, no revisa un posible penalti, deja sin sanción dos peligrosas faltas al borde del área y cercena un ataque con visos de gol por un golpecito en el hombro de un rival. ¿Y el de Asuntos Internos no tiene nada que decir?

Si censurable es la actuación de Muñiz Ruiz, más lo es aún la de aquellos que han amenazado a Luis Medina Cantalejo, nuevo presidente del Comité Técnico de Árbitros, y a miembros de su familia. Y de quienes de manera expresa o velada, especialmente aquellos que por su relevancia social deberían ser especialmente cautelosos, alientan la teoría conspirativa de una campaña contra el Betis comandada presuntamente por Medina en su condición de joker sevillista. El ex árbitro sevillano, quien necesita protección policial, lleva en el cargo menos de un mes y los agravios en verdiblanco algunos lo remontan a años. Paremos eso, que no beneficia en nada al club, antes de que tengamos que lamentar una desgracia. Muñiz Ruiz, como no pocos árbitros españoles, es muy malo. No necesita un jefe que lo estimule. Lo de ellos viene de fábrica.