Mucho curro del bueno en Vallecas, Betis

Si con Lorenzo Serra la genética camera perdió fuerza, sin desaparecer ni mucho menos, con Manuel Pellegrini pareció en riesgo de extinción, pero se ve que es muy sólido el vínculo que los une y, bien es verdad que de forma más esporádica, vuelve a aparecer. Ocurrió, por ejemplo, en aquellos días de esta temporada que terminaron englobados en la llamada «Semana Negra» o más recientemente frente al Celta , tras una dura derrota en Bilbao, cuando el patinazo gordo del Real Madrid en Getafe podía dejar a los verdiblancos muy cerquita del liderato. El día que mejor lo tenía, el equipo sufrió lo que algunos llaman «miedo al éxito», una chorrada con balcones al césped.

Acaso por eso, el técnico bético se sintió aliviado con el convincente y autoritario triunfo copero en Valladolid, ante uno de los gallitos de Segunda. Dijo el chileno: «la confianza (en los jugadores) estaba intacta». Y continuará esta semana para el partido de mañana en Vallecas. Le toca al grupo no defraudarla, no volver a cargar la espuerta de arena cuando se le pide de cal.

Después, pero sólo después, habrá que pensar en el nuevo derbi copero que se avecina. Falta nada más que el bombo los empareje también en la Liga Europea para que tengamos siete enfrentamientos «fraternales» en una temporada. Lo que sería de Guinness, no de récord, sino digno de borrachera de birra como homenaje a nuestros corazones. Pero eso es, Betis y Sevilla, sólo a partir del lunes. Antes toca lidiar con los hermanos pobres de Real y Atlético. Prohibido tutelarlos.