Opinión
El Betis, contra los superligones de Valdebebas
No parece que los estamentos traicionados de nuestro fútbol se atrevan a mandarle al Madrid al cobrador del frac arbitral para pasarle factura
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Iniciar sesiónManuel Pellegrini no sabe lo que es ganar en sus visitas al Real Madrid con ninguno de los tres equipos (Villarreal, Málaga y Manchester City) que dirigió, pero sí conoce lo que es salir derrotado entrenando al «merengue separatista», apelativo cariñoso ... que bien merecería convertirse en el título de una nueva novela del autor de «El asesino de la regañá», Julio Muñoz Gijón . Es cierto que perdió bien poco –cuatro derrotas en la Liga y una eliminación bochornosa en la Copa ante al Alcorcón-, pero a buen seguro que basta para conocer cómo se le puede meter mano a los de Zidane en su terreno, que esta vez no es el del «miedo escénico».
Faltará a la cita Fekir , sancionado. El francés le puso el partido contra el Athletic muy cuesta arriba a sus compañeros al autoexpulsarse. Habrá aprendido que no se puede apuntar por elevación en la disputa de un balón raso porque en vez de la redonda te encuentras con una tibia y luego con una tarjeta roja que deja a tu equipo diezmado dos veces: en el partido de los hechos y en el siguiente. También faltará Tello , la baza ofensiva de Pellegrini en los últimos partidos, al que cuando no le acompaña la suerte es la salud la que se le muestra esquiva.
Entra la competición en las seis últimas jornadas y lo hace con los pelos alborotados de todos los aspirantes a jugar la Europa League y la Conference League , a la que la UEFA ha puesto nombre de peras. La irregularidad es tal que se gane, se empate o se pierda, Real Sociedad, Villarreal y Betis no dejan de estar en un pañuelo. A los verdiblancos les ha valido los cuatro partidos consecutivos empatados, porque junto a la victoria sobre el Levante en marzo ha sumado 7 puntos, por otros tantos de los vascos y 9 de los castelloneses. Si no se puede ganar, bueno es no perder.
Las aguas revueltas en el club blanco no va a afectar a los de Zidane en el césped. Se han puesto últimamente tan superligones que nada se les resiste. Y no parece que los estamentos traicionados de nuestro fútbol se atrevan a mandarle al cobrador del frac arbitral para pasarle factura. Al de hoy, Estrada Fernández , desde luego, no le cabe la chistera.
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