El Betis, al abordaje de la Champions

No tiene mal calendario, pero un exceso de confianza y su querencia desde siempre a trastabillar podría complicarle la vida

Pellegrini S. D.

Lo venía avisando Manuel Pellegrini hace ya unas semanas, pero con la boca pequeña para no convertirlo en exigencia. Y el domingo, Borja Iglesias, tras ganar en Cádiz, admitió cuál era el sentir de la plantilla: el objetivo del Real Betis ya no es sólo ... ganar la Copa y meterse en Europa. Lucha, en presente, por un puesto Champions. No sabía el delantero verdiblanco que dos horas más tarde esa ambición adquiriría firmeza en Mallorca, donde el Atlético de Simeone caía derrotado. El cuarto puesto quedaba a un punto.

Aún pudo ser mejor el fin de semana para los béticos, porque el Viernes de Resurrección el Sevilla, ganaba en el descuento al Granada y en la noche del domingo el Barcelona hacía lo propio con el Levante, aunque tampoco pueden quejarse de cómo le fue a su equipo en el estadio cadista, porque no todos los días el defensa al ir a despejar le da con el pie derecho al balón y con el izquierdo al delantero, en un penalti tan claro como afortunado.

El equipo de Pellegrin i está listo para el abordaje de la plaza que ambiciona. Deberá tener cuidado, sin embargo, con un calendario que en principio parece propicio para sus aspiraciones, pero que un exceso de confianza y su querencia desde siempre a trastabillar cuando mejor se le presentan las cosas, podría complicarle. Si la cita del viernes próximo con la Real se antoja crucial, los compromisos posteriores con los parias marcarán su futuro. Elche y Getafe, en partidos consecutivos, y el Granada, en la penúltima jornada. Todos luchan, al menos aquí y ahora, por no ser abducidos por el infierno del descenso y están vendiendo cara sus derrotas.

Curiosamente, la recta final, aún con rivales de mayor fuste de por medio, podría ser más amable para el Betis. Frente a Barcelona, Valencia y Real Madrid puede llegar sin que ninguno se juegue nada. Los azulgrana descartados para el título, los madridistas campeones ligueros y los valencianistas sin aspiraciones. Sólo preocuparía si los valencianistas anidaran deseos de vendetta. Ojalá, porque significaría que jugarían contra un Betis campeón de Copa.

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