Díganle al Betis dónde estuvieron en junio de 2017

Le preguntaron a Manuel Ruiz de Lopera a la salida por cómo había vivido el lunes 5 de junio de 2017 y contestó con lo soleado que fue el 30 de junio de 1992. No lo van a sacar de ahí, menos ahora en que observa que con todo supuestamente en contra el pacto tiene vida . Nadie está seguro de nada. O mejor dicho, todo el mundo está seguro de defender mejor sus intereses chocando esos cinco que esperando mano sobre mano el veredicto de los jueces. Todos menos Galera, que ha pasado de jugador a árbitro, y no precisamente del perfil de Mateu Lahoz. El doctor no pasa una.

Resulta fútil realizarse de nuevo la pregunta que siempre ha revoloteado en torno al ilustre patólogo: si en el interminable contencioso con Lopera ha pesado más el orgullo, la revancha personal, que los intereses del Betis . Lo importante es que ahora es él, huérfano de apetencias económicas o de ansias de poder, no como otros actores en esta gran tragicomedia, quien puede conseguir, negociando sus condiciones, que el Betis sea de verdad del mayor número de béticos y no de un pequeño grupo, posicionado desde hace tiempo para el abordaje.  Pasarán los años y ya nadie se acordará del 92, ni del 7 de julio de 2010 (supuesta venta de acciones a Luis Oliver), ni del 6 de febrero de 2016 (acceso a la presidencia de Haro). Entonces la interrogante será dónde estaba usted en junio de 2017. Galera no puede esperar, debe responderla hoy y es importante para el Betis que no se equivoque.