Iluminados

Lo sorprendente de este Betis es que mantiene su línea de actuación aunque el encuentro se le haya puesto muy cuesta arriba. Lo lleva haciendo en toda la era Pellegrini, pero cuanto mejor plantilla tiene el chileno, más se resaltan estas virtudes. No pegó un solo pelotazo. Mantuvo la calma y fue introduciendo en la hierba a los que mejor pie tienen para que el Betis fuese a por el empate sin empequeñecerse, sin cambiar su estilo de avanzar con la pelota, de proponer antes de dejar que la suerte de una segunda jugada pueda sonreírte. Conseguir eso ante rivales como el Villarreal no es menor. La pelea por la Champions estará en esos pequeños detalles y la felicidad por la igualada en el alargue estaba más que justificada. No tiene el Betis un buen equipo, tiene un plantillón. Donde las ausencias más destacadas, como la de Isco, no provocan ningún tipo de debacle. Aparecen actores secundarios como Pablo Fornals, al que se le ha criticado en su momento por no tener encaje real en el equipo, cuando ha sido capaz de jugar en todas las posiciones, pero brilla con luz propia en la que tiene a los mejores dueños: el propio Isco y Lo Celso. Por algo será.

La temporada no ha hecho más que comenzar y la mejor sensación es que el conjunto verdiblanco crece con el paso de las semanas, mientras el entrenador va dando encaje a esas piezas que aún no han podido dar el pretendido salto al equipo por falta de continuidad. Porque hemos visto al Betis de Fornals o de Abde, pero aún nos queda ver el de Betis de Riquelme, Deossa o Álvaro Valles. Tendrán su momento. Por eso no debe ocultarse y sí enorgullecerse de que la actual sea una de las mejores plantillas que los béticos hayan podido disfrutar. No hay que poner la mirada más allá del siguiente partido, sabiendo que la pelea por la Champions está garantizada, sin olvidar que entrar entre los cuatro primeros es hacerlo en un coto cerrado donde tres clubes obtienen su billete casi sin bajarse del avión. Justamente la pelea será contra ese Villarreal que no ha demostrado ser más equipo que el bético. Un año para ilusionarse. Para emocionarse de ver cómo compite, juega y gana este Betis, cuyo valor más incuestionable es que no pierde casi nunca. Antony es un iluminado. La plantilla brilla con luz propia. Pellegrini es el iluminador de todas esta obra teatral, que tiene al Betis como la gran luz de todo el beticismo.