El United presiona a Antony y el Betis se mantiene en la cesión con opción

Antony persevera en su deseo de regresar a Heliópolis y esa es la mayor fuerza que tiene el Betis en estos momentos. Prácticamente la única en realidad, dado que el club verdiblanco no se ha puesto en contacto con el Manchester United desde hace muchas semanas y eso también enoja a los dirigentes de Old Trafford. El diálogo se produce a través de los agentes del jugador. Uno de ellos sí está en Inglaterra tratando estos días la situación con contacto telefónico fluido con Ramón Alarcón y Manu Fajardo, quienes le han comunicado que el Betis se mantiene en la propuesta de cesión con opción, y no obligación, de compra según unos parámetros.

El United no quiere ni oír hablar de una opción sino que quiere garantizarse desde ya el traspaso de Antony y por eso presiona al futbolista para que se vaya a alguno de los equipos que sí están apostando económicamente por él desde ya. Uno de los que ha reaparecido en estos días es el Bayern de Múnich, que se mueve tras la venta de Coman y ha sondeado a Antony aunque también negocia con Nkunku. Clubes de Turquía y Arabia Saudí sostienen sus ofertas pero no convencen al futbolista.

La estrategia del Betis es la misma de siempre: aguantar hasta el final de mercado y celebrar cada día que pasa como una opción más de que Antony pueda regresar. Ya reconoció Haro que la operación es «complicada» y mostró su perplejidad por ver cómo se considera con naturalidad que el Betis puede tener muchas opciones de conseguir a un futbolista que hace poco alcanzó los cien millones de euros de valor de mercado. El club verdiblanco se ajustará a su límite de gasto pero también se señalaba que no iba a hacer «locuras».

Por eso desde Heliópolis se mantienen firmes en la cesión con opción de compra esperando a que el jugador gane valor en el mercado a las puertas o con el Mundial, se pueda ejecutar y se consiga un traspaso en el que ganen todas las partes involucradas. El United no quiere esperar sino que pretende el ingreso ya considerando a Antony un caso diferente a los de Garnacho, Rashford o Sancho, que han conformado su operación salida en estas semanas. El brasileño no quiere jugar en el United pero tampoco en la Premier y su pulso le puede pasar factura en ese sentido, de ahí el ultimátum y la tensión entre las partes. Todo va a seguir dependiendo de lo que aguante el futbolista en estas semanas que restan de mercado.