El Betis de la segunda parte sí quiere Europa (2-1)

Adelantó al Betis Miranda, a pase de Bellerín, y Fekir, con una rabia inusitada al haber entrado al partido desde el banquillo porque no fue titular, puso el 2-0 que cerraba el partido. Larsen, ya en la prolongación, descontó para el equipo de Giráldez, que ofreció una cara bastante agradable, aunque no le dio para puntuar.

El envite comenzó cuando se conoció el once oficial bético. Nabil Fekir volvía al banquillo. Sorpresa. Porque el lyonés había sido titular en ocho de los últimos nueve partidos oficiales. Pellegrini hizo una defensa a ultranza del galo en la rueda de prensa previa al partido. Pero a su vez parecía lógico a tenor de lo mostrado en los últimos partidos, sobre todo frente al Rayo y al Girona, en los que la presencia del francés ralentizaba las acciones de ataque del equipo verdiblanco. Volvía así el técnico chileno a su esencia con dos centrocampistas, Guido y Johnny Cardoso, en el centro del campo. Isco, por delante, volvía a jugar en el Benito Villamarín tras superar su lesión.

Con esta puesta en escena ante el Celta se vio a un Betis discreto en el arranque. Con más balón que su rival y queriendo presionar alto, pero en la mayoría de ocasiones en las que el cuadro vigués buscaba salvar esa presión lo consiguió con muy buen pie y, sobre todo, una cara muy diferente con Claudio Giráldez en el banquillo. Los verdiblancos se fueron apagando en la primera mitad en cuanto Isco comenzó a desaparecer del partido. Empezó bastante bien, ofreciéndose, queriendo la pelota y dándosela a los compañeros con acierto. Pero la rutilante estrella bética fue perdiendo lucidez con el paso de los minutos en el primer tiempo.

Fue un momento del partido en el que el cuadro visitante tuvo las ocasiones más claras para haberse puesto por delante en el marcador. Rui Silva respondió ante Strand Larsen, después el noruego envió un cabezazo por encima del larguero y antes del descanso tuvo un balón suelto dentro del área bética que Miranda despejó a saque de esquina. El Betis, sólo un remate de cabeza de Pezzella, que se marchó fuera. Fue, en resumen, un primer tiempo en el que el Celta acabó con más gasolina que los verdiblancos, que acabaron pidiendo la hora con poco fuelle sobre el césped del Villamarín.

Pero el partido cambió en la segunda mitad. El Betis del segundo tiempo sí quiere jugar en Europa la próxima temporada. Pellegrini volvió a acertar con los cambios. Sacó del partido a Willian José y a Ayoze, dos de los más flojos de los primeros cuarenta y cinco minutos, y dio entrada a un enrabietado Fekir y a Bakambu. Manteniendo el doble pivote de corte defensivo, que volvió a estar bastante acertado en labores de resta entre Johnny Cardoso y Guido Rodríguez, el francés se echó a la izquierda, Isco, hasta que fue cambiado para llevarse la ovación del Villamarín, se quedó en el centro y Fornals también mantuvo su posición en la banda derecha. El delantero congoleño ofrece unos espacios en la movilidad de los mediapuntas que los hombres de segunda línea saben aprovechar.

Así llegó el primer gol del partido, obra de Miranda. Acción entre varios jugadores en la zona derecha del ataque, pelota para el desmarque en carrera de Bellerín y pase atrás del catalán para el de Olivares que, a la altura del punto de penalti y con el interior batió a Guaita. Era el minuto 54 y el Villamarín volvía a disfrutar con su equipo después de las cuatro derrotas seguidas y de una primera parte para olvidar. Tuvo al menos un par de opciones el cuadro verdiblanco en carrera con la facilidad de crear espacios de Bakambu, pero faltó claridad para intentar matar el partido.

Pellegrini fue moviendo el equipo y cambió los laterales al estar algo sobrecargados y los protagonistas en la jugada del primer gol bético, Bellerín y Miranda, tuvieron que dejar su sitio a Aitor y a Abner. Ambos se felicitaron en el banquillo por la acción del tanto. No aparecía mucho el Celta en el área bética y el Betis por fin aprovechó para marcar el segundo gol que parecía ser el definitivo. Isco disputó una pelota en la zona de tres cuartos y lo consiguió robar y se la puso a Fekir en el otro lado del campo. El francés, con ganas, bajó la pelota con el pecho y con un quiebro se la puso a su pierna derecha con la que batió a Guaita por alto. El asistente de Martínez Munuera levantó el banderín, pero desde el VAR tiraron las líneas y dieron por buena la posición del '8' verdiblanco.

La fiesta era total en Heliópolis. El Betis rompía una racha de cuatro derrotas seguidas que habían abierto una crisis entre los seguidores heliopolitanos, porque en el club los mensajes que se lanzaban hacia afuera mantenían la confianza en el proyecto encabezado por Pellegrini. El gol de Strand Larsen, en el que Rui Silva en un primer momento detuvo el disparo de Allende, no evitó que se celebrara con ganas el triunfo, por fin, del cuadro bético, con cánticos en favor del entrenador justo después del segundo tanto del equipo.

Tres puntos más para los béticos, que comenzarán la Feria de Abril en la séptima plaza ya que el Valencia juega el lunes por la noche en Pamplona frente al Osasuna, justo antes del fratricida enfrentamiento con los de Rubén Baraja el próximo sábado en Mestalla.