Baloncesto
Un vendaval ofensivo con la batuta de Evans (99-83)
El Coosur Betis, en su actuación más completa, brillante y coral de la temporada, desarma al Urbas Fuenlabrada con un golpe de autoridad en San Pablo
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Iniciar sesiónQuedaba tiempo. Hay tiempo para salvarse. Y el Coosur Betis se ha empeñado en ponerle diques a su situación desesperada. Quiere jugar a baloncesto y desea quedarse en la Liga Endesa. No cabe otra conclusión tras su golpe de autoridad en San Pablo ante ... el Urbas Fuenlabrada . No le pesaron los nervios ni la responsabilidad. No hubo cortocircuitos ni Casimiro tuvo que destemplarse en ningún tiempo muerto. Inspirado como nunca antes esta temporada, comprometido en defensa y sustentado en varios pilares ( Evans, Bertans, Brown, Wiley y Pasecniks sumaron 85 de los 99 puntos del equipo ), el conjunto verdiblanco le amargó la noche a su rival con una exhibición ofensiva que partió de su esfuerzo defensivo. Así desnudó a su rival. A base de intensidad, físico, solidaridad, concentración y generosidad en ataque . Todo eso le pidió Casimiro en la previa a sus muchachos y la respuesta del equipo fue excelente.
Necesitado de una victoria que afianzara la fortaleza en su pista, un reclamo de toda la temporada, el Coosur Betis salió con toda la cuerda dada, plenamente consciente de lo que se jugaba. Era el momento. No se ahorró una gota de sudor en el esfuerzo. Todo el mundo remó en las galeras defensivas, presto a la ayuda al compañero . Solidaridad, compromiso, nervio y vigor. Todo eso rezumó el baloncesto verdiblanco en una primera parte que admite poca tacha. Su rabiosa puesta en escena clavó un 7-2 de salida que alertó a Raventós. Tiempo muerto. Primer toque de atención a su tropa.
No se inmutó el Coosur Betis, que tenía tracción en defensa y fluidez en ataque. Evans era el croupier. Él manejaba las cartas. El timón. Circulaba el equipo la pelota a gran velocidad, cortando, triangulando, dividiendo, buscando el pase extra y la línea de tres para hacer sangre en la defensa fuenlabreña. Al 14-9 de Pasecniks, que se movía con soltura, incisivo en el poste bajo, respondió el invitado con un 0-7 que no contrarió al conjunto verdiblanco. Evans anotó dos veces antes de ser sustituido, Brown machacó el aro rival, Báez asestó de tres y Wiley derrochó energía para sumarse a la secuencia de un 11-0 (25-16) que le echó el telón al primer cuarto.
A la réplica madrileña (2-7 para el 27-23), contrarreplicó el equipo de Casimiro pulsando el botón del triple, como si estuviera jugando a la playstation. Primero, Evans; después, Almazán. Y diez de ventaja . Sonó la alarma en el banquillo rival. Raventós, esta vez, se enfadó de verdad. «¡Necesito cinco jugadores que quieran jugar y ganar!», rezongó. La orden la captaron sus jugadores, que hallaban oro en el rebote de ataque, faceta en la que son especialistas. Así, con ese salvavidas, se sostenían, porque en realidad cada ataque lo ahogaba el Betis subiendo líneas, fuerte en los contactos y agresivo. Recortó a dos, haciendo la goma el Fuenlabrada, pero los verdiblancos seguían de cine en el triple . Bertans, en su mejor versión, conectó dos y Leslie otro para cincelar de nuevo la decena de ventaja (44-34).
De pronto, la exuberancia anotadora en el Coosur Betis. Esto apenas se había visto esta temporada. La confianza, que da un plus. Al descanso, 46-38 . Era un Betis desconocido, para bien, por muchas razones. Estaba corriendo el campo como nunca y llevaba ya ocho triples en la cuenta, diez puntos tras rebote de ataque, catorce tras pérdida y siete en contraataque . La determinación hacia el triunfo era absoluta. No desconectarse era la siguiente tarea del equipo para no incurrir en errores del pasado borrando, al fin, esa pista del disco duro.
Bertans, letal
Logró estabilizarse en las mismas coordenadas en el tercer cuarto, enérgico y afilado desde el triple. Con Bertans voraz y en ignición . Lo buscaron en la cuerda perimetral y conectó otros dos, para una serie de 5/10, que puso catorce arriba a su equipo (56-42). Las muñecas del cohete letón, que así se le llama desde que comenzara su andadura en el país báltico, echaban humo . El Coosur Betis seguía con la directa puesta. El pedal, a fondo, para sacar de la pista al Fuenlabrada. En la ida y vuelta, sin respiro, se desenvolvió bien.
Evans, imperial, hizo el partido suyo. El ritmo, la pausa, los puntos, las asistencias . Todo. Dos tiros libres del base pusieron la máxima (63-48) cuando comenzaba a hacer buenas migas con Wiley. Congenian bien. Se parecen. El binomio Brown-Wiley en el juego interior produjo suculentos dividendos al equipo , que veía el aro como una piscina. Estaba en trance. Brown se marchó hasta los 16 puntos y su equipo hasta los 74 al final del tercer periodo. Ventaja de doce (74-62) y una proyección de casi cien. Aquello pitaba.
Wiley, hiperactivo
Los cimientos defensivos fuenlabreños no aguantaban. Se resquebrajaban peligrosamente. El Coosur llevaba diez puntos al contraataque y su rival, cero . Un par de datos que hablaban bien por duplicado del esfuerzo del equipo verdiblanco. Wiley le ha dado un salto de calidad tremendo . En despliegue, energía, físico, recursos ofensivos y lectura. Juega como si llevara en Sevilla varios meses. Sus últimos minutos fueron especialmente una exhibición de poder en los dos aros. En tres jugadas crujió al Fuenlabrada. . El Betis sumaba 19 puntos tras pérdida rival, doce al contraataque y se había disparado hasta los 17 de ventaja (84-67). Se avecinaba un final tranquilo de partido, faltando más de cinco minutos, con la quinta victoria ya empaquetada.
En ese punto, la diferencia entre ambos equipos era sideral. Y no había un solo motivo para levantar el pie. El duelo particular, y por ende la diferencia de puntos, hay que contemplarla. La renta verdiblanca, con Evans manejando los hilos, se estiró hasta los 18 (88-70). Doce de los últimos catorce puntos verdiblancos llevaran la firma del base estadounidense, que ha pegado el estirón en la ACB . De generar muchísimas dudas a no generar ninguna sobre quién es ahora mismo el jugador más desequilibrante de este equipo. Un jugón anda suelto, que diría Andrés Montes. Otra vez brilló en el mejor partido de la temporada del Coosur Betis, que se aferra con fuerza a la permanencia. Hoy, con un golpe de autoridad tras un vendaval.
Ficha técnica:
Coosur Real Betis ( 25+21+28+25): Evans (25), Bertans (15), Leslie (8), Brown (20), Pasecniks (10) -quinteto inicial-; Torres (-), Cvetkovic (-), Burjanadze (-), Almazán (3), Wiley (15), Báez (3), Pozas (-).
Urbas Fuenlabrada (16+22+24+21): Samar (4), Meindl (17), Milosavljevic (14), Cheatham (19), Ristic (4) -quinteto inicial-; McCallum (-), Alexander (6), Álex López (-), Chema González (2), Novak (11), Eyenga (6), Bagayoko (-).
Árbitros: Pérez Pizarro, Serrano, Báez. Eliminado Samar, con cinco faltas personales (m. 40). Decimoséptima jornada de la Liga Endesa. Palacio de los Deportes San Pablo, ante 2.562 espectadores.
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