Los protagonistas del pacto

Ángel Haro y José Miguel López Catalán. Presidente y vicepresidente del Betis, consejeros delegados, vivieron muy de cerca los intentos de Juan Carlos Ollero por alcanzar el acuerdo sólo con Lopera y reformularon la estrategia incluyendo a Oliver. Al alcanzar primero el acuerdo con Bitton Sport el pasado 17 de marzo bloquearon las salidas de Lopera, que estaba abocado a una situación como la de anoche para salir del atolladero judicial y societario en el que se veía inmerso, ya sin las acciones tituladas a favor de Farusa. El empeño y la determinación de Haro y Catalán ha sido fundamental puesto que han situado a la paz social del club como una de las prioridades desde la famosa campaña del 23 de septiembre. Otros muchos lo intentaron pero ellos lograron este punto. Juntos o por separado han estado en prácticamente todas las reuniones. Arriesgando tratando de convencer a Oliver y acercándose a Lopera para buscar puntos en común de cara al acuerdo, mientras gestionaban el club y superaban los envites del supuesto fuego amigo con la junta de accionistas del pasado mes de junio. Su gestión en este ámbito extradeportivo es notable puesto que configuraron la estrategia necesaria para que el club pueda poner a disposición de los béticos las acciones, el gran objetivo de tantos años de lucha de las plataformas. Llegaron en el momento y hora adecuados e hicieron lo que el club demandaba.

Adolfo Cuéllar. El arquitecto de todo el pacto. La persona más importante en el plano jurídico y en la negociación de todos estos años. Con evidente voluntad de llegar a acuerdos en el tramo final de más de diez años de enorme trabajo, ha llevado un importante peso en casi todos los procesos judiciales que han abocado a Lopera y Oliver a tener que firmar el consenso. El diseño jurídico final del acuerdo, tras horas y horas de tarea y negociación con los abogados de las otras partes, tiene buena parte de su sello. Trató de convencer a todos de las bondades de un paso que necesitaba el club para recuperar su normalidad. Fue atacado muchas veces por su trascendencia en todo el proceso pero su firme intención era que aflorara la verdad de lo que hicieron Lopera y Oliver en el Betis, ayudado también por otros abogados del resto de plataformas, y buscar el mejor camino para el presente y futuro Betis con el pacto final.

Manuel Ruiz de Lopera. Se dudaba de su intención hasta los últimos tiempos. Esperó una oportunidad hasta que la Audiencia rechazó el recurso para levantar las cautelares, ya que entonces tenía previsto el nuevo desembarco en el club, pero en esa fecha y con el pacto del 17 de marzo entre Bitton y el Betis tomó conciencia, guiado por sus abogados, de que el único camino posible era pactar. Asume gran parte de sus culpas pero se libra de las penas mayores soltando las acciones a un precio inferior. Sus tiras y afloja no sólo con la otra parte sino con sus abogados dan para un libro. En los últimos tiempos era el más proclive a un acuerdo dado que la sentencia del Mercantil se apuntaba que podía llegar y en el caso penal su estrategia no estaba funcionando. Veinticinco años después deja su lugar de preponderancia en el devenir del Betis.

Despacho Montero-Aramburu. Con el protagonismo de Armando Fernández-Aramburu, Ricardo Astorga, José Manuel García-Quílez y Encarnación Molino, que fueron los que acabaron de convencer a Lopera de que sellara el pacto. Una vez evaluados todo el panorama judicial y social aconsejaron a su cliente que tenía que llegar a un acuerdo con el club y las plataformas y éste incluso les acusó de trabajar para el Betis, en tono sarcástico, en una de las reuniones. Asumieron la difícil defensa de Lopera en tantos procedimientos penales y mercantiles y contribuyeron a diseñar los términos y la redacción final del acuerdo.

Luis Oliver.  Con el pacto del 17 de marzo en el que se suscribió una opción de compra para el Betis de las acciones tituladas en favor de Bitton consideraba que ya había hecho los esfuerzos suficientes. A última hora siempre se ha quejado de que tenía que ceder tanto cantidades como la plusvalía de las acciones en el nuevo marco pero sale beneficiado por rebajar la tensión judicial hacia su persona y recibir el dinero antes de los cinco años planteados inicialmente. Jugó hasta el final en la negociación, incluso con difíciles gestiones con los suyos, pero renuncia finalmente a sus derechos sobre el paquete mayoritario. Su hijo, recién nombrado consejero, seguirá un tiempo en el club.

José Antonio Tirado.  El presidente de PNB pasó por diversas fases previas hasta alcanzar el convencimiento de que la mejor salida era el pacto actual. Firme defensor de los anteriores intentos, sí se opuso vehementemente al acuerdo con Bitton Sport del pasado mes de marzo. Su intervención ha sido muy importante en representación de los béticos de base e interviniendo en las negociaciones. Era el puente de comunicación hacia Hugo Galera, que finalmente no se ha incorporado al acuerdo. Tirado, con gente destacada de su directiva y el impulso jurídico de Pedro Rodríguez de la Borbolla, fue firme a la hora de reclamar que las acciones se atomizaran y al precio más bajo posible.

Los demandantes del Mercantil. Con la notable dirección jurídica de Javier Romero y la inestimable contribución de Vázquez Cueto, además de Adolfo Cuéllar, pusieron contra las cuerdas a Lopera en el caso por la presunta suscripción irregular del 31,38 por ciento de las acciones del Betis tituladas en favor de Farusa en 1992. Fueron 17 los que presentaron la iniciativa y sólo han firmado doce: Ignacio Ayuso, Miguel Cuéllar, Raúl de la Peña, José Díaz, Ricardo Díaz, Ricardo José Díaz, Manuel Díaz, Luis Morón, Francisco Javier Rodríguez, Juan Manuel Rufino, Juan Salas Rubio e Íñigo Vicente. No quisieron intervenir los afines a Béticos por el Villamarín: Manuel Serrano, Francisco Galera, Juan Luis Periáñez, José Manuel Serans y Emilio Soto. La valentía y el tesón de estos demandantes, que tuvieron que arriesgarse ante las posibles consecuencias económicas de este proceso, fue fundamental puesto que este caso ha sido reconocido por el propio Lopera como cierto debido a que ha devuelto al club el 31,38 por ciento de las acciones por un precio simbólico, ya que durante el procedimiento se apuntó con pruebas que abonó con dinero del club estas acciones para titularlas a favor de Farusa.

José Moya Yoldi. El abogado del Betis. Quizás de los más discretos en todo esta negociación pero una pieza muy importante. Presente en los procedimientos mercantiles representando al club. Llevó a cabo una tarea relevante al marcar la posición jurídica de la entidad en el acuerdo final, asunto que no era fácil de resolver.