La evolución de Borja Iglesias tras su paso por Valencia: "Ha ido conociendo el juego para aprovechar sus condiciones"

Uno que vivió aquellos tiempos a mitad de camino entre los escalafones inferiores y el primer equipo del Valencia es Óscar Fernández , entrenador que se convirtió en noticia este pasado verano cuando la UD Almería, después del traspaso de acciones al jeque Turki Al-Sheikh, decidió prescindir de los servicios que había contratado apenas un mes y medio antes. Ahora, mientras aguarda novedades que le permitan regresar al trabajo, aprovecha para disfrutar de la familia sin perder detalle de lo que ocurre en el fútbol nacional e internacional. En la charla mantenida con ABC de Sevilla, Óscar Fernández empieza recordando la figura de Joaquín, al que llegó a dirigir en dos encuentros de Primera división, «ante el Real Madrid y en Mallorca, en la temporada 08-09», a consecuencia de la destitución de Quique Sánchez Flores. «Es uno de los futbolistas que se recuerdan de la calle. Busca el uno contra uno, regatear, solucionarse la vida. Siempre ha entendido el juego. Lo definiría como un ‘facilitador’ para el resto. Siempre aparece en la zonas de pase, para generar superioridades, espacios para los compañeros…».

El técnico Óscar Fernández, durante una comparecencia de prensa (Foto: UD Almería)

Elogios dentro del campo y también por la presencia del portuense más allá del terreno de juego. «Me ayudó muchísimo. Teníamos una relación que venía de antes a través de Miguel Valenzuela (entrenador de Joaquín en la cantera del Betis), con cuya familia tengo trato. En la convivencia, Joaquín es como se muestra en la televisión», asegura Óscar Fernández antes de detenerse en el día a día de aquellos años. «Con los chavales era muy cercano. Para la gente que vivía en la residencia de la ciudad deportiva era una forma de alegrarles el día. El alma juvenil que tiene la demostraba con los chicos. Jóvenes que vivían lejos de sus familias y a los que él les alegraba con su carácter. Las habitaciones estaban en el segundo piso, junto a la zona en la que desayunaban los futbolistas del primer equipo. Conviviamos todos. Era una relación muy directa la del primer equipo con la cantera. Muchas veces nos fijamos en lo que hacen y generan en el campo, pero Joaquín va mucho más allá».

Joaquín golpea el balón durante un entrenamiento con el Valencia (Foto: Eduardo Manzana)

Y precisamente uno de aquellos canteranos que vivió de primera mano las ocurrencias de Joaquín era Borja Iglesias. Óscar Fernández siguió de cerca el caminar del gallego por los equipos cadete y juvenil. Y no lo pierde de vista ahora que está en la elite. «Todo lo que está viviendo lo está disfrutando porque se lo ha currado. Ha crecido con el paso de los años ante las dificultades. Su carácter tan abierto, tan de la gente, le viene de las dificultades que ha tenido. Es capaz de adaptarse a lo que le requiere el guión de cada partido». Ahora que las cosas no marchan para el delantero, Óscar Fernández tira de memoria para seguir apostando por él. «Los números de Borja están ahí. Siempre decimos que los delanteros son de rachas. Estoy convencido de que en cuanto enganche la buena racha tendrá gol. No es un delantero rematador pero ataca muy bien los espacios en el área. Es capaz de generarse él mismo sus propias acciones. Va a ser un elemento importante en el Betis. Entiende el juego a la hora de atacar los espacios».

Óscar Fernández, que en las últimas cinco temporadas trabajó en la cantera del Atlético de Madrid , desvela que «en el filial utilizamos el año pasado vídeos suyos para mostrar la manera de atacar los espacios . Cuando hace el desmarque diagonal para ganar la espalda de los centrales es de los mejores movimientos que hay. Con el paso del tiempo ha ido conociendo el juego para aprovechar sus condiciones». Y recuerda también el técnico que «en Valencia, a Borja se le utilizaba en zonas exteriores. Tenía potencia en la conducción. Ha crecido mucho en cuanto a la interpretación del juego». Cuando se le pregunta por qué no tuvo el delantero continuidad en Mestalla asegura que «el fútbol es muy caprichoso. Estaba a la par, por decirlo de alguna manera, de generaciones anteriores. Las de Paco Alcácer, Roger o Isco . Todos ellos jugaban arriba. Y Borja seguía su estela. Pero no todos pueden estar. Los caminos se separan, no por las condiciones de los chicos sino porque hay delante gente que la dirección deportiva piensa que van a evolucionar más. Borja podría haber jugado en el primer equipo porque demostraba capacidades, pero se apostó por otros».