Joaquín reinventa su leyenda y se proclama Rey de Copas

Joaquín tenía ante sí la oportunidad de poder ser santo y seña del tercer campeonato copero que alzaba el Betis a las vitrinas de su memoria. Un escudo, el del Betis, que ya salió campeón tanto en 1977 como en el citado 2005, donde sólo Joaquín queda como futbolista en activo ahora en 2022. Nada más y nada menos que 17 años después , en un número que sirve para ponerle sello a un dorsal legendario. Tras tenerlo tan cerca en aquella primera final, que bien pudo ser la primera Copa del Rey de la historia del Betis, allá por 1931, o la final de 1997 la segunda, ha vuelto a ser un canterano de la casa quien ha elevado el campeonato nacional para emoción de quienes sienten en verdiblanco.

A sus cuatro décadas de servicio denodado al beticismo, representándolo allí donde ha estado, Joaquín entra en el paraíso de los reyes de la Copa del Rey que han tenido la oportunidad de ganar en hasta tres ocasiones, ya que Joaquín sabe lo que es levantarla en el Valencia de la 2007-08, compartiendo mérito con otros nombres grabado en oro de la historia de sus clubes, como son Julio Salinas, Andoni Zubizarreta, David Villa, Xavi Hernández o Neymar.

Nombres de postín para un jugador que sigue empeñado en batir récords y en tumbar laterales a golpe de fintas que aún se saben juveniles. En muchas ocasiones, Joaquín ha sentido la inmensa responsabilidad de devolverle todo el agradecimiento a los béticos que han estado en las malas, y parte de esas mismas las ha podido ver con sus ojos el propio Joaquín, que ahora tiene la oportunidad de brindarle a su gente, quien le apoyó a él y al equipo de su historia durante toda la vida, una nueva Copa del Rey que da un sabor capital a quienes siempre han creído en verdiblanco y ven en el equipo de Manuel Pellegrini una generación irrepetible de futbolistas que para siempre quedará en el recuerdo de quienes lo vivieron hoy y lo legarán a sus hijos el día de mañana.

El Real Betis Balompié es campeón de la Copa del Rey 2021-22, y su capitán, Joaquín Sánchez, tiñó de plata la tarde más clara de la Sevilla bética de los últimos 17 años. Un futbolista único con un carisma irrepetible que ha sido capaz de fundir en un abrazo al abuelo, al padre y al hijo mediante esa pasión irrompible que es el Betis.