Ferencvaros - Betis: tiene todas las llaves (1-3)
Los de Pellegrini marcan en jugada de calidad, estrategia y al contragolpe para ponerse arriba con el Leverkusen en su grupo de la Liga Europa y mantener la racha de cinco triunfos en seis partidos
Ferencvaros - Betis: resumen, resultado y goles (1-3)
Lampedusa en Heliópolis . Un viejo amigo y maestro supo buscar hace unos años la analogía con El Gatopardo para reflejar en su crónica deportiva que todo había cambiado para que todo fuera igual. Se lo tomamos prestado. Pellegrini hizo ... nueve cambios y el Betis continúa ganando. Y lo hace porque lleva colgando de la cintura el juego de llaves para abrir cualquier puerta. Sabe ganar de pana, de seda, en vaqueros, en bañador, sport, chaqué, casual... Poco a poco va franqueando todas las oposiciones para creer que su máquina no tiene freno. De hecho, hasta la fecha sólo le paró un árbitro en esta racha de cinco triunfos en seis partidos. Está el beticismo vibrando como hacía tiempo que no sucedía . Soñando despierto. Mirando y remirando las clasificaciones para darse cuenta de que es verdad. Que tiene un equipo tremendamente fiable. Que un genio como Fekir juega de su lado, que Guido es el mejor cinco que ha pasado por aquí en años, que Willian José quiere ser su mejor versión, que Rodri tiene una pinta bárbara, que Guardado va camino de volver a acallar a sus críticos... En Hungría le tocó ponerse el mono de faena porque Europa tiene estas cosas. Jugadores desconocidos, ambientes extraños y dificultades sobrevenidas. Pudo ser una noche plácida y se obligó al susto y a la reacción. El error de Pezzella lo puso todo más difícil. Pero el Betis tiene argumentos para encarar la adversidad. En el campo y en el banquillo. Cómo lee Pellegrini y cómo utiliza sus peones para madurar los partidos a su favor. Saltó Guido y se acabó el Ferencvaros. Willian y Tello rodearon mejor a Fekir. Y ya estaba el triunfo encarrilado. Segundo triunfo en Europa e iguala arriba con el Bayer Leverkusen, rival directo para ganar ese primer puesto en el Grupo G en el doble duelo que se avecina en las próximas jornadas.
Dos jugadores merecen que detengamos su atención en ellos. Nabil Fekir. Es lógico que el Betis quiera ponerle un piso en Triana y darle una de las puertas del Villamarín para que se quede. Qué futbolista. A la altura de los más determinantes de LaLiga. Y Deschamps sigue sin enterarse, cosa que tampoco le viene mal al Betis. Que se quede en el parón y piense en lo que viene en verdiblanco. Pidió el balón siempre en las zonas donde más quema. Levanta la mano cada partido para jugarlo todo. Y decide. Guardado había cambiado de juego, Rodri controló como sabe y la puso allí donde el francés estaba rodeado de malencarados enemigos. ¿Y qué hizo? Picó con la izquierda y empaló con la derecha. El 0-1 era una obra de prestidigitación . Nada por aquí, golazo por allá. Del otro jugador hablaremos en el último párrafo.
Guardado mereció el 0-2. Su cabezazo (menudo muelle en los pies) se cantó como gol hasta que Dibusz lo salvó. El mexicano hizo la raya y tapó muchas vergüenzas de un acelerado Pau l . El Betis empezó a temer por su ventaja y antes del descanso se aculó innecesariamente. Fue por la presión local pero nada como un error propio para abrir la puerta. Pezzella se equivocó de perfil y desprotegió el balón ante Uzuni, que aceptó el regalo y batió a Rui Silva.
El golpe dejó aturdido al Betis, que no sabía cómo recomponerse tras el descanso. Las instrucciones no valían. Tenían que entrar otros hombres. Aquí viene el otro nombre propio: Guido Rodríguez. Si Fekir es la fantasía, el argentino es el pilar, el sostén, el guardaespaldas, el equilibrio . Qué cambio con respecto a Paul. Se llevó todos los balones divididos e hizo que el Betis diera un paso adelante. Así la pelota estaba donde debía, en el campo del Ferencvaros y a Rui Silva le tenían que ver con prismáticos. Guardado pudo marcar el segundo pero tenía que intervenir Fekir. Sacó un córner a esa zona donde cualquier error es un triunfo. Pezzella pugnaba con Wingo y el argentino cantó como si el tanto fuera suyo pero el que impulsó fue el jugador del Ferencvaros. Arreglado el fallo, perdonado Germán. El 1-2 provocó que el equipo húngaro se angustiara con el paso de los minutos y buscara balones directos más fáciles de defender. Ahí sólo cabía esperar al contragolpe. Y Tello estaba en el campo. Tras Willian corrió el catalán como aquel Día de Reyes . Hizo el 1-3 para abrir también su momento. Marca con calidad, de estrategia y al contragolpe. Este Betis tiene todas las llaves y muchos retos pendientes por abrir. Adelante.
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