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Despedida Joaquín

Joaquín, el coleccionista de récords

La leyenda verdiblanca se convirtió ante el Valencia en el jugador de campo con más partidos en la historia de LaLiga, igualando al portero Zubizarreta con 622 encuentros

Joaquín, un mito contemporáneo

El camino comenzó en Santiago

Joaquín celebra con la afición el gol que le marcó al Ludogorets en la Europa League de esta temporada Manuel Gómez / ABC
Jesús Sevillano

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Nos remontamos a inicios del mes de septiembre del año 2000. Cambiaba el milenio y el Betis iniciaba lo que se esperaba una muy dura temporada en Segunda. Comenzaba aquel campeonato en Compostela de la mano de un Fernando Vázquez que solo y exclusivamente tenía ... que conseguir que al final de aquella campaña tenía que devolver al primer equipo bético al lugar que nunca debió abandonar, la Primera división. Entre la convocatoria de jugadores que viajaba a tierras gallegas, en la que había muchos futbolistas criados en la cantera verdiblanca, se encontraba un chico que, aunque despuntaba y había liderado en edad juvenil a aquella generación de futbolistas criados en la fábrica de Heliópolis que ganó la Copa del Rey Juvenil de 1999 en Olivenza al Real Madrid por 2 a 1, cuando dio el salto a categoría sénior estuvo a punto de marcharse de la disciplina del Betis porque su papel en el Betis Deportivo en la temporada 99-00 no le convencía. Fue el propio Fernando Vázquez quien lo convenció para quedarse llevándoselo a la pretemporada de aquel curso 00-01 en Mondariz. Con 19 años recién cumplidos, su historia cambió definitivamente el 3 de septiembre, en aquel Compostela-Betis disputado en San Lázaro, hoy estadio Verónica Boquete. Entonces, nadie, pese a la confianza del entrenador gallego, podía imaginar en lo que Joaquín Sánchez Rodríguez iba a convertirse. Una auténtica leyenda, no sólo del Betis y para todo el beticismo, sino para el mundo del fútbol en general. Porque su figura trasciende de colores y allá donde ha ido, como es lógico y normal excepto en el Sánchez-Pizjuán porque la Sevilla futbolística es así, siempre ha sido recibido o despedido con una sonora ovación en cualquiera de los campos que ha visitado en las últimas ocho temporadas en las que ha vestido la zamarra verdiblanca, la del equipo de sus amores, tanto en España como en Europa. Y volvía para retirarse, decían algunos.

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