El final de una generación del más puro beticismo

Doblas, Juanito, Rivas, Fernando, Oliveira, Denilson y Assunçao fueron los compañeros del 2005 que acompañaron a Joaquín en el once titular del Betis, con Borja Iglesias, Aitor y Miranda. Enfrente, un grupo de históricos del fútbol español como Casillas, Sergio Ramos, Marchena, Raúl, Cazorla, Angulo, Capdevila, Guti, 'Hulio' Baptista, Luque y Dani Ceballos. El utrerano se llevó varias ovaciones atronadoras, la primera cuando fue anunciado en las alineaciones. Y a partir de ahí cada vez que entró en contacto con la pelota.

Las primeras emociones de la noche comenzaron cuando el equipo de exjugadores del Betis que fueron titulares junto al 'Niño de El Puerto' saltó al césped del Villamarín. El primero que volvió a pisar el terreno de juego del estadio donde marcó tantos goles y dio tantas alegrías a la afición del Betis, Ricardo Oliveira. La ovación y los vítores fueron atronadores. Tras el goleador brasileño salieron los Doblas, Juanito, Rivas, Fernando, Borja Iglesias, Denilson, Assunçao, Aitor y Miranda. Eran diez. Faltaba Joaquín. Saltó el último. Y como no podía ser de otra forma comenzó el espectáculo cuando el capitán, el ídolo de toda una generación de béticos que futbolísticamente hablando acaba hoy, salió al campo. Fue ahí cuando la megafonía puso algunas de las canciones que Joaquín ha hecho virales en sus redes sociales con sus particulares bailes, como por ejemplo «Hasta que se seque el malecón», de Jacob Forever, o «El Anillo», de Jennifer López. Y el protagonista de la jornada no hizo más que, mientras participaba en los rondos con los jugadores con los que compartirá equipo, volver a hacer aquellos movimientos acompañando a la música que tantas risas provocó en internet.

59.621 espectadores presenciaron en el Benito Villamarín el espectáculo que montó Joaquín con motivo de su despedida. Un DJ amenizó la hora previa al partido y Eva González, conductora del evento, presentó a Niña Pastori, que cantó para todos los béticos y en especial para Joaquín el recordado tema 'Cai', dedicado a la Tacita de Plata. Y luego el partido. Tuvo poca historia. Denilson volvió loco a Angulo y Assunçao sacó el diamante que tenía en ambas piernas y fueron los que más destacaron. Joaquín fue protagonista futbolísticamente hablando hasta en su despedida. Es verdad que todos lo buscaban, hasta que encontró el camino del gol y en dos ocasiones. Se adelantó el equipo de Leyendas con un tanto de Santi Cazorla, vaya clase la del asturiano, que con varios amagos dentro del área dejó sentados a Juanito, Rivas y Doblas y marcó casi a puerta vacía. Pero Joaquín, primero con un tanto a pase de Borja Iglesias y después con otro gol de cabeza tras recoger un rechace de una vaselina suya ante Casillas, remontó el marcador. El 3 a 1 lo puso Ricardo Oliveira. Se cayó el Villamarín. Denilson le dio un certero pase al '12' y por el centro batió al capitán que levantó la Copa del Mundo que España ganó en Sudáfrica en 2010. También hubo una atronadora ovación para Rubén Castro cuando entró al campo. Pero los cimientos del Villamarín retumbaron cuando en el minuto 17 de la segunda mitad Joaquín abandonó el campo. Recibió el cariño de prácticamente todos los jugadores que había en el campo y cuando salió saludó uno por uno a los miembros del banquillo del Betis. No parecía muy emocionado como ante el Valencia, pero rompió a llorar alcanzando el túnel de vestuarios. Allí lo esperaban Susana, Salma y Daniela, su mujer y sus hijas. Se fundieron los cuatro en un abrazo eterno y la leyenda verdiblanca no pudo evitar las lágrimas hasta que se metió solo en el vestuario del Betis por última vez. Después, Nolito marcó el segundo gol para las Leyendas y Rubén Castro, el tiburón, otra leyenda para el beticismo, marcó el cuarto tanto para el equipo que dirigió Manuel Pellegrini. Anotó O'Rei Juanmi el quinto gol para los verdiblancos, mientras que para el cuadro de amigos de Joaquín volvió a marcar Nolito. El final de fiesta lo protagonizaron Assunçao y Reina. Iturralde González, árbitro invitado al partido, pitó una falta favorable al Betis en las cercanías del área defendida por las Leyendas. Y el Villamarín pidió a gritos la entrada del lanzador de faltas por antonomasia en el Betis más reciente. Assunçao, en el banquillo, se calzó las botas y lanzó la falta, por dos veces. En la primera, Reina hizo una palomita y sacó la pelota. Pero en la segunda, el meta del Villarreal partícipe del espectáculo dejó que la pelota entrara. 6-4 final con un postrero tanto del exbético Sergio León.

La última imagen quedará para el recuerdo de Joaquín. Sus amigos toreros, Manuel Jesús 'El Cid', Espartaco y Juan José Padilla, entre otros, cogieron a la leyenda verdiblanca a hombros y le dieron la vuelta de honor alrededor del césped del Benito Villamarín.