Final Copa del Rey Betis - Valencia
Cobo y Cañas, entre «el peso de la historia» y lo «preparado que está el equipo» para la final
Los capitanes del Betis que levantaron las Copas del Rey de 1977 y 2005 destacaron el papel de la afición del Betis en citas de este tipo y la concentración y fijación por jugar el partido que tienen los profesionales una vez que llegan al estadio
Cobo y Cañas brindan por un final copero feliz en el Encuentro anual de +Palmera
Con motivo de la final de la Copa del Rey que el Real Betis disputará frente al Valencia dentro de dos días en el estadio de la Cartuja, ABC de Sevilla abrió sus puertas ayer para acoger el primer Encuentro +Palmera con la ... presencia de lectores y seguidores. La cita tuvo como protagonistas a los capitanes del primer equipo bético que en 1977 y 2005 tuvieron el honor de levantar el trofeo de la Copa al cielo de Madrid, Juan Manuel Cobo y Juan José Cañas, respectivamente. Un nutrido grupo de seguidores verdiblancos tuvieron también la oportunidad de participar en el encuentro, ya que su presencia les permitió también realizar algunas preguntas a Cobo y Cañas. La cita estuvo marcada en primer lugar en un ambiente cordial, muy agradable y bastante ameno en el que los asistentes también pudieron conocer de primera mano a los invitados e incluso poder fotografiarse con ellos para tener una imagen para el recuerdo.
Como no podía ser de otra forma, el deseo de Cañas y Cobo es que el Betis doblegue al Valencia en la final de dentro de dos días, así que ambos han realizado una especie de brindis para que el caminar del primer equipo verdiblanco en esta Copa del curso 21-22 acabe con un final feliz para todo el beticismo. Durante la charla con ambos protagonistas, hubo momentos para recordar lo que ambos consiguieron, la gesta en los penaltis de 1977 ante un Athletic Club al que todo el fútbol español daba como favorito, y el triunfo gracias al gol de Dani en la prórroga del 2005. Ambos títulos tuvieron el denominador común de que el estadio donde se jugaron fue el Vicente Calderón del Atlético de Madrid, que hoy en día después de su derribo, ya no existe en la capital de España.
Una de las cosas por las que había que preguntarle a Juan José Cañas era por aquella imagen icónica de hace diecisiete años, cuando una gran masa de seguidores verdiblancos recibió al autocar del equipo bético en los aledaños del Calderón. El roteño lo recuerda así:«Cuando llegamos allí, todos los alrededores del estadio la gente, bengalas, todo el mundo animando... Estábamos locos. Ya llegamos centrados en el partido pero viendo eso te da un plus para que salgas al campo y vayas fuerte. Eso fue en Madrid, evidentemente este año siendo en Sevilla habrá otra forma de que la afición esté cerca del club en ese momento. Estoy convencido de que se podrá hacer a no ser que la Policía diga algo y tengamos que estar un poco más lejos pero estoy convencido de que el aliento de la afición le va a llegar sobrado. Es verdad que no hicimos un gran partido, porque no lo hicimos. Osasuna nos compitió y nos lo puso muy difícil además ese gol de Aloisi casi al final nos mandó a la prórroga, pero el estallido total llegó con ese gol de Dani prácticamente al final de la prórroga que nos dio esa Copa. Y yo particularmente me quité esa espina que tenía de 1997, esa final contra el Barcelona que yo creo que también nos merecimos, al menos en ese partido, porque era una generación de buenos jugadores. Pero ese día fue...Buah ver tanta gente en la entrada que estaba repleto, ya parecía que habíamos ganado. Nos llevaron en volandas y gracias a dios lo pudimos levantar».
Cuestionado por una posible sobre exitación, presión o responsabilidad por el hecho de que la final se disputa en Sevilla, el capitán del 2005 comentó que «estás pensando, es una final, a ver si me saldrá bien, no defraudar a la gente. Pero cuando llegas allí, te cambias, te pones las botas, ya estás en el campo. Ahí se sufre mucho más desde afuera, pero cuando estás en el campo, el jugador ya está centrado en lo que tiene que hacer, solo escucha a sus compañeros, al entrenador y ahí cambia todo. Si después tenemos la suerte de poder montar la fiesta entonces toda la tensión que has tenido toda la semana... Imagínate». Sobre el Valencia de Bordalás, Cañas cree que «Bordalás es más defensivo y más de contención pero es verdad que el Valencia tiene muy buenos jugadores. Ayer —en referencia al partido contra el Elche— el equipo quiso, tuvo oportunidades. El entrenador mete a Fekir, mete a Canales quiere ir a por el partido. Tuvimos ocasiones ante un equipo que prácticamente no le llegó tuvo la del gol y ya. El Valencia tiene más calidad, es un equipo que tiene jugadores de alto nivel pero en cuanto al parecido con el partido de Elche, puede ser prácticamente igual. El Betis va querer tener la posesión, va a intentar llegar más veces a puerta y ellos a esperarte para intentar aprovechar cualquier error que tu tengas o despiste para intentar hacerte daño».
Por último, tuvo palabras hacia Joaquín, compañero y amigo. «Joaquín es un jugador excepcional. Además es un buen tío, buena persona, positivo, que alegra todo. Un jugador de historia como Esnaola , Cardeñosa, Luis del Sol ... Pero Joaquín es una persona especial y se lo merece porque después de tantos años y más aquí en el Betis se merece levantar, esperemos que la consigamos», concluyó.
Por su parte, Juan Manuel Cobo comenzó por resumir en pocas frases lo que significó para su generación ganar la Copa del 77: «La primera Copa del Rey siempre tiene unas connotaciones especiales. Sobre todo, por cómo se consiguió. El peso de la Copa del Rey está en la historia, y así lo demuestra, porque yo estoy aquí representando a esa pléyade de futbolistas porque se consiguió. Si hubiésemos quedado segundos no se hubiese acordado de nosotros nadie».
El cántabro tenía palabras de elogio hacia Rafael Iriondo, el entrenador que les hizo campeones: «Vino a recoger el trabajo que había desarrollado anteriormente Ferenc Szusza, entrenador húngaro que estuvo cinco años en el Betis y que consiguió una recua de jugadores fantástico porque aquella época, prácticamente el equipo que mejor jugaba al fútbol, un fútbol de asociación, era el Betis y Szusza era el complemento de Iriondo e Iriondo el de Szusza. Porque uno era la técnica muy depurada, que era Szusza con la escuela húngara de Kubala de aquella gente que tenía jugadores fantásticos que sacó Hungría en aquellos tiempos y después vino Rafael Iriondo, que es el clásico fútbol más aguerrido, más tipo norteño y entonces se conjugaron esas dos técnicas y evidentemente para mi los dos, aunque uno fue el que recogió el éxito, tienen tanto valor para haber conseguido esta Copa».
Por último, el de Cabezón de la Sal hablaba de cómo se puede afrontar un partido de este tipo: «Lo peor que tiene una final de estas características son las 24 horas antes, que no se las deseo a nadie. Ahora, una vez que llegas y saltas al campo, eso se olvida totalmente y si tienes la fortuna de conseguir el triunfo... Cuando llegas y estás viendo la Copa se te pasan un millón de pensamientos a la vez por la cabeza, pero cuando terminas y ya te asientas un poco dices ¡uah, qué alegría! Nos ha costado pero ha merecido la pena», sentenció el capitán que levantó la Copa del Betis en 1977.
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