Calderón, cronología de un talento truncado en Mallorca

Había más que   rumores de una posible molestia muscular , concretamente en el tendón rotuliano, que se estaba alargando demasiado sin ningún parte médico que lo certificara. Esa dolencia existió, tal y como ha podido confirmar ABC de Sevilla . Pero nada más se supo del canterano en los dos últimos compromisos que jugó el equipo de Manel Ruano en Primera RFEF: no fue convocado para medirse al Atlético Baleares en Palma, donde el filial se ejercitó en la previa en la ciudad deportiva del Mallorca -a tres kilómetros de Son Moix, donde debutó en LaLiga Santander-, ni para el último partido celebrado contra el Atlético Sanluqueño. Ya   e staba apartado del equipo por decisión del club. Y la razón no era la citada lesión muscular.

Fue precisamente en los días previos al choque ante el conjunto insular, la semana previa al 26 de septiembre, cuando comenzaron a darse varias actitudes indisciplinadas por parte del futbolista que pusieron en riesgo no sólo la integridad moral de un profesional que ya sabe lo que es llegar a la élite, habiendo debutado en Primera división sólo seis semanas antes de la mano de Manuel Pellegrini, sino también el respeto a la convivencia del propio vestuario, que no estaba pasando precisamente por su mejor momento desde que Manel Ruano es entrenador.

Esas situaciones ya se habían repetido en diferentes momentos, también el curso pasado, y resulta inútil entrar a valorarlas o exponerlas públicamente por muchos motivos, entre ellos por la prudencia y el respeto a un joven que, pese a sus continuos errores , ahora tiene que buscarse un equipo con la temporada comenzada y con un tema difícil de digerir en su conciencia. La cuestión es que el club había tomado la decisión unilateral de rescindir su contrato de manera irrevocable en defensa de los valores deportivos que deben regir una entidad deportiva como es el Betis. También se tomó dicha determinación, como es lógico, por una cuestión de reincidencia que ya no sorprendía a nadie en Heliópolis.

En la previa a ese partido frente al Atlético Baleares, Calderón se cae de la lista de convocados y el club no da más detalles acerca de cuál es el motivo de esta ausencia de peso para el segundo plantel. El filial pierde en Mallorca , que, cosas de la vida y el fútbol, fue el mismo lugar que encumbró a una de las más incipientes promesas de la cantera verdiblanca en ese estreno liguero del Betis ante el cuadro bermellón, y ahora es una triste puerta trasera desde la que Calderón se despide de una etapa fundamental en su trayectoria deportiva desde que llegó el club, allá por 2016, tras sus mejores años como juvenil, que podrían haber seguido suponiendo las próximas temporadas como verdiblanco, al menos, hasta 2023 según su última renovación, si su cabeza hubiera respondido como muchos béticos saben que lo hacían sus pies.