Betis
Serra Ferrer: «Hay que estar muy orgullosos de cómo este Betis nos representa a todos los béticos»
El balear, protagonista en las dos últimas finales de Copa, estará el sábado en la Cartuja: «Tenemos bastantes posibilidades de salir campeones»
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Iniciar sesiónLorenzo Serra Ferrer (Sa Pobla, 1953) llegó al Real Betis unos días después de cumplir los 41 años sin saber que estaba dando el paso más importante de su carrera profesional. Llevaba una década haciendo carrera en el Real Mallorca y afrontaba el reto vital ... de reivindicarse como técnico en términos absolutos para así despojarse de la etiqueta de ser el típico entrenador de club, ese hombre de la casa vinculado sólo al escudo de su tierra. Corría el año 1994 y el equipo bético, en Segunda división, se había complicado mucho el objetivo del ascenso. Con Serra el Betis ganó once de los doce partidos que quedaban del Campeonato y empató el otro. A partir de ahí, la historia conocida, que se escribe en tres etapas de trabajo en la entidad bética, dos como entrenador, con excelentes clasificaciones y culminadas con dos finales de la Copa del Rey, una ganada (2005) y otra perdida (1997), más la primera participación en la Liga de Campeones conocida por estos lares, y una tercera como directivo, la más reciente, de cuyo final no merece la pena hablar en un momento de felicidad como este. El próximo día 23 el Betis va a disputar su cuarta final copera en 45 años y la primera después de 1977 sin el balear en el banquillo, ocupado ahora por un hombre, Manuel Pellegrini, que está escribiendo su propia leyenda y que curiosamente comparte con Serra, además del amor por el fútbol y por el Betis, el año de nacimiento. Su palabra, obviamente, es ley en estas fechas. Con ustedes, Lorenzo Serra Ferrer.
El Betis va a disputar una nueva final de la Copa del Rey y usted tiene el mérito, entre otros, de haber sido el entrenador del equipo bético en las dos últimas finales en las que participó. ¿Qué recuerdo tiene de ambas?
En primer lugar, muchas gracias por invitarme a participar en la previa de una nueva final que ojalá termine teniendo color verdiblanco, y que podamos festejarlo. En cuanto a estas dos finales anteriores, pues la primera, en el 97 contra el Barcelona, no terminó con el resultado deseado, pero el juego del equipo fue espectacular y estoy convencido de que el estatus del Betis salió fortalecido porque hicimos un partido muy brillante y el ambiente en la grada y fuera del Santiago Bernabéu fue espléndido. En la segunda, que fue contra el Osasuna en la temporada 2004-05, sí tuvimos un resultado mucho mejor porque salimos vencedores (risas). También llegamos a la prórroga, pero estuvimos a la altura y jugamos con la concentración, la motivación y los recursos necesarios ante un Osasuna muy sólido. Además, para mí es un motivo añadido de alegría que participaron en ese equipo muchos canteranos. Junto a los extranjeros, que eran top, tanto Ricardo Oliveira, como Assunçao y Edu, y los nacionales, como Fernando o Luis Fernández, todos los demás eran jugadores hechos en la cantera del Betis: Doblas, Melli, Juanito, Rivas, Arzu, Joaquín, Varela, Dani… Me alegro mucho por eso y aún tengo en el recuerdo la alegría tan inmensa que les pudimos dar a los béticos.
Su beticismo no es dudoso. Sigue usted todos los partidos del equipo, ¿verdad?
Sí, por supuesto. Y no sólo soy bético sino que soy socio abonado desde hace muchos años y también tengo una parte de acciones. Pero bueno, esto es lo de menos porque esto se mide con el afecto, la comprensión y el respaldo que siempre me ha brindado el beticismo, y lo mínimo que yo puedo hacer es sufrir y empujar un poco mentalmente, desde la distancia, para que el Betis logre sus objetivos, que yo creo que los está consiguiendo porque está en un nivel altísimo de juego y de resultados.
¿Qué opinión le merece este Betis?
La mejor que uno puede desear si es aficionado y se siente bético porque lo que ofrece el equipo es muy agradable por la manera de encarar los partidos a ganador, y además los resultados son muy brillantes en todas las competiciones. Ha sido una pena la eliminación de la Europa League, pero también ha demostrado el equipo en Europa que tiene un nivel y que se hace respetar en el terreno de juego, así que todos los futbolistas que componen la plantilla, y muy bien dirigidos por Manuel, nos dejan muy satisfechos y hay que estar orgullosos de cómo nos representan.
Y desde el punto de vista profesional, ¿cree usted que la eliminación de la EL, por más dolorosa que fuera, puede ayudar ahora a tener un mejor final de temporada?
Bueno, esperemos, claro… Pero nadie desea quedar eliminado, porque fue, como todo el mundo sabe, pasados los 120 minutos que duró el partido. Lo que sí es cierto es que jugar en tres competiciones pesa bastante. Tienes que tener una plantilla muy larga y suerte con las lesiones. Yo en su día experimenté esta situación, en la temporada 2005-06. Jugamos la Liga, la Copa, la previa de la Liga de Campeones y la propia Champions, competiciones que nos desgastaron bastante y tuvimos la desgracia de tener algunos lesionados, como por ejemplo Ricardo Oliveira, que era el referente y el máximo goleador del equipo y esto te hace mella. Al final no puedes cubrir todas las competiciones como tú desearías para poder brindar toda esta alegría y felicidad al beticismo, pero este año el Betis aún tiene esta posibilidad de la Copa y en la Liga también está muy bien situado para hacer un sprint final entre los mejores.
Le preguntaba lo anterior porque usted se caracterizó por ser un gran motivador y por ser un innovador en las formas de motivación. ¿Pesa más el cansancio físico de esas tres competiciones o la carga de motivación por seguir adelante en ellas a pesar de todo?
Hombre, esto va unido, lo emocional y lo físico. Lo emocional tiene una parte importante porque hace que el futbolista se entregue al máximo cuando llegan estas citas. Yo creo que el Betis está muy bien en este momento, el beticismo está claro que va a apoyar con toda su fuerza y es muy alentador pensar que tenemos bastantes posibilidades de salir campeones de este torneo tan brillantemente jugado y del que yo pienso que se haría merecedor. También creo que es cierto que el respeto hacia el Valencia tiene que estar porque es otro club grande aunque por una situación o por otra no atraviese su mejor momento.
¿Qué fortalezas principales cree usted que respaldan en este momento al Betis?
El Betis es muy fiable en base al compromiso que ha adquirido toda la plantilla y la cohesión que tiene en su juego. Es un equipo que está bien estructurado de atrás hacia adelante y con una mentalidad clara de ir a buscar la portería contraria. A nivel físico aguantan muy bien, cada uno de los jugadores sabe a lo que juega, lo que se busca a nivel colectivo, y tienen una transición y una llegada fantástica, con futbolistas de un talento muy alto que ponen a disposición del grupo todas estas virtudes y los otros que tienen más capacidad de trabajo pues también la dan, así que esta cohesión a mí me hace sentir que estamos preparados para afrontar una final y un final de Liga que nos pueda llevar a lo más alto de la clasificación.
Los equipos de 1997 y 2005 pudieron ser la base de una explosión definitiva del Betis que no se produjo. ¿Puede suceder ahora o ver al Betis entre los grandes es en realidad una quimera?
No, no, yo sí creo que esto es posible. El Betis ha cogido un buen vuelo, me parece que a estos futbolistas les gusta jugar aquí, se sienten cómodos en el trato y en cómo los recibe y los apoya el beticismo, y yo creo que hay muchas posibilidades de que esto pueda continuar hasta que se pueda hablar normalmente de que el Betis está peleando en la élite.
Decía hace poco Antonio Cordón, director deportivo del Betis que lleva el tiempo que lleva en el club, conociendo su realidad y su idiosincrasia, que el crecimiento potencial del Betis no tiene límites. Recuerdo su proyecto para el Betis del siglo XXI, por ejemplo, pero lo cierto es que por una u otra razón no se ha apostado por ese potencial. Pero la posibilidad está, ¿no?
Sí, porque desde el punto de vista social, el beticismo cubre esta parte con creces. La cubre, y no lo digo por ser reiterativo sino porque es cierto. Uno puede estar tranquilo y seguro de que estos cimientos que pone el beticismo, que es el alma de este club, seguirán fuertes, y seguirán como el lema del «manque pierda» reza, y así será.
¿Impulsó Manuel Ruiz de Lopera al Betis a otra dimensión o terminó siendo, entiéndame usted bien, un lastre para ese crecimiento real y definitivo del club?
Yo creo que hay que reconocerle al señor Lopera que tuviera el valor de creer en el Betis. Él lo intentó desde el principio, primero para sacarlo de la Segunda división. Después, cuando lo logramos, al primer año quedamos terceros, y él aquí ya creyó más en la posibilidad de contar no solamente con futbolistas de un perfil digamos un poquito más bajo, más humilde, pero que tenían una ambición y una capacidad de motivación fantástica. Entonces hizo la apuesta por futbolistas de primer nivel como Alfonso, que venía del Real Madrid, Finidi, que venía del Ajax campeón de Europa, o Jarni, que llegó de la Juventus, o Stosic, que había jugado en el Estrella Roja y también había salido campeón de Europa. Todos estos futbolistas ayudaron a crecer, lo que pasa es que no hubo continuidad, esta situación se rompió porque, bueno, no es el momento para explicar estas cosas… pero fue una pena porque estábamos en el buen camino. Un club no solamente tiene que crecer en base a reforzar el equipo con unos cuantos futbolistas que tengan experiencia, que tengan mucha calidad y le den un nombre fantástico al equipo para adornarlo y para lograr resultados. Un club tiene que crecer en su estructura y en la organización que haga falta para que se consolide. Y esto, desgraciadamente, no se hizo.
Pues por eso le preguntaba. ¿A Manuel Ruiz de Lopera le sobró arrojo para apostar por el primer equipo pero le faltó confianza para invertir en el club?
Quizá, puede ser, pero yo creo que sí invirtió en su momento, lo que pasa es que no tuvo esa continuidad para saber que las cosas programadas, estudiadas y calculadas suelen dar unos resultados mejores que la improvisación continuada. A veces, desgraciadamente, los gestores de los clubes tienen esta manía, de pensar y creer que con un buen resultado ya está todo conseguido, y esto no es así. Esto es un poco más complicado porque la suerte en el fútbol es un factor que tiene bastante influencia. Aparte de hacer las cosas muy bien y de trabajar mucho, y cuanto más trabajas más suerte tienes, este factor hay que tenerlo en cuenta y a veces no te viene, y si no viene, si no aparece, pues tienes que seguir buscándolo con una fórmula programada respecto a las posibilidades reales de conseguir el objetivo que marques.
Llevaba yo mucho sin acceder a la zona noble del estadio Benito Villamarín cuando usted tuvo la deferencia de invitarme a presenciar en el palco un partido con el Rayo Vallecano, y lo cierto es que ese día comprobé que el club había cambiado mucho.
¡Sí! Si lo comparamos con la etapa del señor Lopera está claro que ha cambiado mucho, pero bueno, el fútbol también ha ido en esa tendencia, la profesionalización. El Betis ha cambiado mucho no solamente en cuanto a estructura deportiva, que también se ha mejorado muchísimo, pues no tiene punto de comparación las posibilidades que yo tenía, o que tenían todos los que trabajaban en aquella etapa, con las que hay ahora mismo, ¿verdad? Hoy el Betis está en un lugar, diríamos, puntero, en relación a que el futbolista esté totalmente arropado por situaciones y complementos que le pueden ayudar a mejorar su rendimiento y sentirse satisfechos de lo que reciben.
¿Vendrá usted a la final de Copa, o no?
Bueno, si no sucede nada que me lo impida si que voy a ir, sí, y mucha ilusión que me hace.
He leído que el club ha tenido a bien invitar a la final a todos los protagonistas de las finales anteriores. Doy por hecho que le habrán invitado a usted, por supuesto.
Me llamó Manolo Rodríguez, en representación del club, y me hizo saber que tenía una invitación para poder presenciar el partido, cosa que le agradecí. Y, bueno, estaremos mental y físicamente presentes para intentar estar al lado del equipo, del cuerpo técnico y de los directivos, a ver si somos capaces entre todos, principalmente los actores más principales, de poder conseguir este título que yo también, como bético, celebraré.
¿Tiene usted algún contacto o relación con los actuales gestores de la entidad?
No, no tengo contacto con los gestores actuales, pero bueno, el contacto de alguna manera sigue estando porque soy socio abonado, como ya le he dicho, desde hace más de 25 años, así que no pasa absolutamente nada. Ellos hacen su trabajo y por mi parte mi pasión sigue desarrollándose en verdiblanco.
Supongo que no hay rencores al final, ¿no? Pasa el tiempo…
No, claro, pasa el tiempo y cada uno tiene el recuerdo que tiene, y yo, afortunadamente, cada vez que he estado en el Betis he tenido la satisfacción de poder ayudar y de sentirme muy satisfecho por el trabajo que he dejado.
Usted llegó al Betis hace ya 28 años. Las suyas han sido las etapas más brillantes de los últimos cuarenta años, junto con una buena campaña con Juande Ramos y la actual. ¿Su vínculo profesional con el Betis ha terminado? ¿Habrá una tercera etapa? ¿O al menos lo desea?
Bueno, el vínculo nunca se terminará. Mientras yo viva, el vínculo con el Betis yo lo tendré, por el agradecimiento, el aprecio, el afecto, el respaldo que he recibido del beticismo y de la gente que gestionaba el club, claro, porque sin ellos no habría estado. Pero, a ver, no son dos etapas las que he vivido en el Betis sino tres, si se me permite esta pequeña matización, dos como entrenador, de las cuales me siento satisfecho por haber podido escribir esta pequeña parte de la historia, y después también, cuando trabajé en la dirección técnica por los consejos y las decisiones que ayudé a tomar, como la incorporación de algunos de los jugadores que están en la plantilla actual, cosa que me alegro muchísimo.
Tiene usted toda la razón, disculpe el lapsus. Claro que usted tuvo mucho que ver con la llegada al club de varios de los jugadores de este equipo y también de otros igualmente magníficos y que dejaron un buen dinero en las arcas del club, caso de Lo Celso, ¿no?
Bien, colaboré para que Lo Celso viniera, sin duda, sin duda que sí... Pero también otros futbolistas que están hoy y que no tuve la suerte de poder traer pero sí inicié los contactos y las conversaciones. Pero bueno, esto es lo de menos, yo trabajaba por el Betis y era mi responsabilidad y mi obligación intentar buscar lo mejor para que el Betis se sintiera muy protegido y muy respaldado por cada uno de los integrantes de su plantilla.
Que disfrute usted como todos los béticos de esta nueva final, Lorenzo.
Pues muchísimas gracias. Pero sea como sea, siempre estaremos orgullosos de haber pertenecido al Betis.
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