El Villamarín no permitió que el Betis se quedara con diez (1-0)

Porque todo el beticismo estaba convocado a esta despedida del ciclo que se ha hecho largo en el Villamarín. Luego se echará de menos hasta abril. Muchas alegrías y algúna decepción pero en definitiva la foto que se mantiene una semana más y una jornada menos para orgullo de quien siente en verdiblanco. Y lo representó a la perfección un equipo que supo morder para defender y también hilar con seda para atacar. El gol de Borja Iglesias llegó después de una combinación fantástica de Fekir con Miranda y el centro al segundo palo del canterano para el remate de nueve puro de Borja. Pero es que antes ya había avisado el gallego, que estaba en todas porque asistió a Juanmi para un mano a mano que era casi como un penalti más corto de los que el de Coín no falla pero Unai Simón le acertó. Si entra ese gol estaría en todos los telediarios, porque la jugada fue excelsa.

A esa jugada, minuto 12, se había llegado con los equipos once contra once porque a Mateu Lahoz le pareció que era muy pronto para echar a Yuri, quien hizo dos faltas clarísimas de amarilla pero sólo vio una. El curso pasado Medié Jiménez sí vio adecuado expulsar a Fekir en el minuto 11. Cosas del criterio. A partir de ahí el arbitraje de Mateu estaba en cuestión, no sólo para el analista sino para la grada, encendida por la injusticia y porque iba a asistir al enésimo ejemplo de desprotección a su estrella. Y es que Berenguer le hizo una falta feísia a Fekir cuando se iba en un contragolpe. Amarilla. En el libreto de Marcelino, como en otros años, estaba sacar de quicio a Fekir con las interrupciones. Y lo logró al final, a base de mucha estopa que tuvo que sufrir y del hilo tan fino con el que se juzgan sus braceos para protegerse, que ya parece lo mismo ir al tobillo a hacer daño al creativo que abrirse paso con la mano para evitar que el acoso te impida progresar.

Paul y Guido se bastaban para hacer doblemente gruesa la raya del centro del campo y el peligro del Athletic en la primera mitad llegaba por los huecos que a veces dejaba Miranda, incómodo con Berenguer. Se gusta el Betis con balón, ya con ventaja y sin perderle la cara física a un partido que le iba a exigir en este tramo tan complejo, pero es que el equipo de Pellegrini no está mal sino que se ha encontrado con rivales muy potentes y no siempre se puede ganar por goleada, que es algo que casi nadie hace. Fekir y Canales se buscan y vuelven loco a Yuri. Juanmi hace diagonales proyectando el peligro y Mateu de nuevo llama la atención al transformar en carga un empujón a Miranda en el área.

El Villamarín pita a Mateu, que se entromete en la fiesta de sus jugadores. Canales la tiene desde la frontal y Pezzella evita un buen centro de Williams. Mateu enciende aún más a Fekir cuando lo derriban cuando va a entrar en el área y no pita nada. Paul se crece cortando balones y el Betis detiene el partido para que no pase nada fuera de su control. Siguen las faltas sobre Fekir, ahora de Yeray. Está clara la estrategia. Borja cabecea fuera por poco y las contras no se gestionan bien con la superioridad. El público de Gol Norte y Fondo ovaciona a Fekir cuando va a sacar el córner. El Athletic toma algo más el balón pero el Betis resiste bien. Sabe jugar con y sin. Aitor frena a Nico Williams. Llega la roja a Fekir y sale de rositas Muniain con su tirón de barba. El Betis aguanta gracias a su afición, que impide que se quede con diez y obra la adición de tres puntos claves.