La remontada como deber

Porque la nómina de ausencias es muy importante (Bartra, Pezzella, Isco, Ayoze, Guido, Abner, Fornals, Sokratis, Altimira, Sabaly, Chimy...) pero lo es más la supervivencia en Europa. Y hay elementos suficientes en el equipo como para afrontar una eliminatoria así ante un Dinamo de Zagreb que realmente no está bien puesto que en su liga es tercero y solventó el pasado domingo su compromiso ante un rival de la zona baja gracias a un tanto de penalti y a que su guardameta detuvo otro en el tramo final del choque. Así, el Betis tiene ante sí la posibilidad de abrochar una de esas gestas continentales que le faltan en su ya casi centenaria trayectoria en las competiciones europeas. Sólo remontó ante el Vejle (1998-99) y el Rubin Kazán (2013-14) y jamás pasó de cuartos de final en todo lo que jugó (Liga de Campeones, UEFA/Europa League o Recopa). Ahora toca la Conference, teóricamente una vía secundaria y más sencilla pero ha tropezado en la primera piedra y hoy ha de demostrar que sigue en pie para mantener la final de Atenas no como objetivo pero sí como señuelo, ilusión.

Encadenar el tropiezo de la ida con el 0-0 ante el Alavés ha reconfigurado el grado de ilusión pero la solución está en una buena puesta en escena esta tarde en Zagreb. Que el Betis dé una imagen más acorde a lo que le corresponde, a lo que se espera de su potencial, es perentorio en una tarde así. Porque caer ante el Eintracht o el Manchester United en la Europa League es asumible pero no puede naturalizarse la eliminación contra el Dinamo de Zagreb y se emplearían adjetivos gruesos si este paso atrás se concreta. Porque el Betis se juega mucho en su economía, en su prestigio, en sus objetivos y en lo que merece una afición como la verdiblanca. Estar en el bombo de octavos es la meta en estos momentos, el camino hacia una ilusión que no ha de ser cortada tan pronto.

La fortuna para el Betis con el estadio Maksimir es que tiene su grada Este (la mayor, con capacidad para 9.500 espectadores) cerrada desde el terremoto que afectó a Zagreb en 2020 y así la presión ambiental estará realmente condicionada en un feudo que suele ser propicio para el grupo croata. Está el Dinamo también pendiente del duelo de este fin de semana ante el Rijeka en el que se juegan media liga pero los verdiblancos tienen su propio contexto entre las citadas bajas y la falta de aire en la clasificación de LaLiga dado que el empate contra el Alavés le ha hecho perder comba por la sexta plaza y ahora recibe al Athletic, un rival realmente complicado y con las bajas confirmadas de Sokratis, Miranda y Marc Roca.

Pellegrini tiene lo justo para este partido. Sólo trece jugadores con dorsales del primer equipo, incluidos dos porteros, y Chadi Riad y Assane como futbolistas con número del filial en la dinámica habitual de los mayores. Viajaron los canteranos Fran Vieites, Pleguezuelo, Enrique y Sorroche. Pitará el suizo Urs Schnyder, que nunca ha intervenido en partidos oficiales con equipos españoles. En Zagreb las estadísticas no son buenas para conjuntos de LaLiga pero el Betis visita el Maksimir para romper con las dinámicas y encontrarse con su mejor versión y sobrevivir en Europa. Uno de los objetivos del curso se ha convertido en un deber. La economía, la competitividad y la ilusión de la grada empujan a ello y el Betis ha de responder ante estas expectativas como no hizo en la ida pero sí puede resolver en la vuelta.