celta - betis
Lo peor es que el empate era hasta bueno (2-1)
El equipo de Pellegrini cae en el minuto 95 tras desperdiciar un 0-1 a favor desde el inicio y ver cómo el Celta le remontó a base de verticalidad
Celta - Betis: resumen, goles y ruedas de prensa del partido de LaLiga EA Sports 2023-2024
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Iniciar sesiónEl Betis iba camino de otro empate y acabó perdiendo. El problema de jugar con fuego en esta liga. El problema de no saber gestionar las ventajas. El problema de no hacer suyos los partidos, como sí lograba hace no tanto. Tiene que hacérselo mirar ... el grupo de Pellegrini, que cayó donde sólo había caído el Granada. No es este Betis fiable lejos del Villamarín. Tiene una versión reducida de su potencial. Es un equipo temeroso, permisivo, blando, exento de personalidad, que se desconecta en tantos tramos que provoca que los oponentes se vengan arriba. Así lo vio el Celta y lo aprovechó de tal manera que hasta se llevó el partido. Fue de una forma dolorosa. En el minuto 95 en un contragolpe para un mano a mano en el que la única esperanza era que el juez de línea levantara la bandera. Pero no. Swedberg estaba habilitado porque salió de su campo. Ya no había red, no había salvación. La derrota estaba firmada. Adiós al 1-0 con el que Aitor había abierto el duelo y hasta lamento por no saber conservar ese 1-1 con el que se fue de tantos encuentros ante rivales teóricamente inferiores o que al menos están por debajo en la tabla. En 2024 se ha visto a un Betis peor con actuaciones individuales preocupantes como las de Abner o Borja Iglesias pero la caída fue coral ya que quitando a Isco o Aitor no hay más excepciones que tener en cuenta.
Y es que ganar fuera de casa es una cuestión veraniega para el Betis. Pasó todo el otoño y ya estamos en invierno y lo único que se registra positivo son empates y con mucho que lamentar en la mayoría de ellos. Se puso por delante tantas veces que da lástima mirar a la clasificación y verle fuera de los puestos europeos imaginando lo que sería este equipo con un nueve determinante o con un control más efectivo de los partidos. Se fue de Vigo siendo consciente de que pudo hacer más y que recibió un castigo que ha de hacerle espabiliar porque el sábado en Vitoria no hay vuelta atrás, es la Copa.
El choque tuvo muchas caras pero comenzó con intensidad desmedida ahí el rey siempre es Aitor. Habla ese lenguaje del vértigo, de la velocidad desenfrenada, del pulso por cada centímetro del campo. Pero también sabe controlar la pelota, como hizo de forma excelsa en la arrancada del 0-1. Era el minuto cinco y a quien no estuviera despierto ya le sonó el despertador con el rayo de Aitor tras una jugada bien trenzada por el Betis de banda a banda puesto que de un saque lateral de Abner se pasó a un control apurado de Borja, su pase a Ayoze que ve a William Carvalho solo en la medular. Éste abre a la derecha para que Aitor llegue cabalgando sobre su fe para recortar primero, dársela a Isco invitando a una pared y llegó el lateral hasta la cara de Guaita recordando sus tiempos mozos de delantero y batiendo al meta. El tanto premia a un Betis metido pero envalentona a un protestón Celta, que tiene en Aspas a su interlocutor con el árbitro y con la quejosa grada.
Presiona en el césped el Betis mientras la afición lo hace con Ortiz Arias pero tiene premio el conjunto vigués con un penalti tonto de Borja Iglesias, que confiado pensaba que llegaba bien para el despeje pero un compañero suyo de especialidad como Strand Larsen lo hizo antes para caer fulminado. Ni protestó el delantero bético consciente de que no había nada que debatir. El diálogo pasó a Aspas y Rui Silva. El tiro ajustado del gallego lo toca levemente el portugués pero no lo suficiente para evitar el 1-1 al cuarto de hora de juego. Se le meten ya en la cabeza al Betis tantos partidos en los que echó de menos una ventaja ante rivales a los que pudo derrotar: Granada, Getafe, Alavés, Sevilla...
El choque se convierte en un transitar de balones con dos conjuntos demasiado largos y con dominios alternos. El Celta primero busca velocidad y sacar a Sokratis o Pezzella de su sitio para picar con Carles Pérez, principalmente. A partir de la media hora es el Betis el que recupera el control y entre un susto de Isco en una falta lateral lejana y el cambio de posición de Assane y Ayoze fue coleccionando oportunidades arriba. Ninguna del todo clara como para lamentarse pero sí para ir aliviando la necesidad de que la bola rondara área enemiga, con lo que ello suponía.
El Celta avisaba tras el descanso con dos disparos en un minuto y con transiciones veloces que hacían recordar la importancia de Guido para retardar las ofensivas rivales. La reacción la propone Pellegrini desde el banquillo con Luiz Henrique y Willian José por Assane y Borja Iglesias, que merecieron el suspenso. Carvalho reclama también su sustitución al cometer una falta y ser advertido ya con amarilla. Pellegrini lo tiene claro y llama a Altimira en su lugar. Antes Isco había intentado el gol de Zidane con una volea con la izquierda desde la frontal.
No está ágil el Betis del todo pero sí tiene presencia en la zona de ataque con internadas de Luiz Henrique y peligro a balón parado con protagonismo de Pezzella. Y Altimira tiene la oportunidad más clara con un disparo que va a gol pero que salva Unai con la cabeza jugándose el tipo. No acaba de resolver el bloque bético el jeroglífico y juega sobre el alambre sin mucho sentido porque su rival está desesperado y no sabe cómo manejarlo. De hecho, el susto se mete en el cuerpo con un gol anulado a Strand Larsen tras revisión larguísima del VAR que se resolvió con falta por patada de Aspas a Pezzella.
Son diez minutos de alargue en los que parece que será el Betis el que busque el gol del triunfo pero se iba a encontrar con un revés inesperado pero no inmerecido dado que su dominio del encuentro no era el lógico ante un oponente con tantas carencias pero sí velocidad en las transiciones. Y así Swedberg se fue solo tras un error en la salida verdiblanca y el sueco encaró a Rui Silva, se fue y marcó a placer el 2-1 para el jolgorio local. Al Betis sólo le quedaba ir a la tremenda y Ayoze casi anota en otro balón parado pero la cara de Guaita lo impedía de nuevo. Así se le fue al Betis otro partido en el que tuvo ventaja y que no supo gestionarla Antes al menos empataba pero esta derrota duele y mucho. Mal arranque de 2024 para el bloque verdiblanco, que ha de corregir su tendencia para saber gestionar los partidos a su favor y no dejarse tantos puntos frente a rivales que tienen otros objetivos.
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