La magia de Isco le regala al Betis el pase a octavos (0-1)

Se marchó del campo Isco con una ovación de todos. No sólo de los muchos béticos en las gradas de la fría Huesca sino de quienes pudieron disfrutar en vivo y en directo de la constatación de la recuperación de un futbolista mayúsculo que quiere más y más. Se fue Isco y le dio el brazalete a Lo Celso, en esa buena relación que están construyendo los dos cracks. Ambos se entienden y tuvieron lo mejor del partido. El malagueño puso el gol y dinamizó el juego. El argentino tiró dos veces a los postes y mostró su polivalencia. Y también cabe reseñar a Vitor Roque, que se fue cabizbajo por fallar un tanto a puerta vacía. Pero ahí está el nueve actual del Betis hasta que el mercado diga lo contrario.

Pasó el Betis y estará en el bombo de octavos de final. Sigue siendo un equipo que necesita mejorar pero al menos en Huesca mostró querer el balón, luchar por el pase en todo momento, fue firme atrás y no marcó más porque sus atacantes no estuvieron finos, algo que no es nuevo y que puede ser solventado en estas semanas. Pero superó la ronda y eso es algo que, como bien recuerda siempre Pellegrini, es la clave en estas instancias. Todo lo demás sí tiene solución. El año pasado ya estaba eliminado a estas alturas con el Alavés y ahora sí ha pasado a octavos.

Desde el arranque quiso demostrar el Betis quién era quién en el choque. Sus obligaciones estaban atadas a su presupuesto y calidad y así lo debía evidenciar sobre el césped. Encerró al Huesca pero le faltaba profundidad para generar ese peligro que sí supo cocinar poco a poco, con el fuego lento de su calidad, presentes en el campo todos los pies talentosos de este vestuario. Todos buscaban a Vitor Roque o se fabricaban su espacio Isco y Lo Celso, palabras mayores. Ambos tuvieron la pelota el tiempo preciso para que el Betis diera su discurso en el encuentro más allá de las acometidas locales, que pasaban a ser esporádicas entre ocasiones verdiblancas. Ahí Lo Celso tiró al larguero, luego se le fue fuera por poco, pidió penalti por un manotazo en el cuello y todo esto actuó de telonero del gol de Isco con ese gesto técnico que sólo unos pocos tienen y pueden mostrar en un partido. El malagueño detuvo el tiempo en el área y cuando todos pensaban que iba a disparar de otra forma, se inventó un tiro con el exterior para colocarla en la red.

El 0-1 era un buen premio para el Betis dada su superioridad pero es que el 0-2 estaba también cocinado pero el plato se quemó. No tanto con el tiro de Lo Celso que dio en el poste, otra vez, sino con el remate a placer de Vitor Roque con el balón botando y sin portero que se marchó fuera por no saber el brasileño colocar bien su cuerpo para absorber la inercia de la pelota, algo de primero de goleador. Se le marchó alto y ahí se esfumó la sentencia inmediata. Interpretó eso el Huesca como soplo de aire fresco y tuvo que agigantarse atrás Llorente para salvar un remate local y Pulido vio cómo la pelota se iba fuera tras un cabezazo suyo en un córner. Y Ortiz Arias levantó la mano para pasar de una falta sobre Cardoso y regalarle otra oportunidad a los locales antes del descanso pero el 0-1 no se iba a mover.

Tras el descanso saltó Chimy en lugar de Altimira y Lo Celso dio un pasito atrás al mediocentro. El Betis se adueñó aún más del balón para hacer pasar el tiempo a su favor sosteniendo el marcador y buscando nuevas ocasiones para sentenciar de una vez. Se movía el Betis con la pelota pero sin pisar excesivamente el área rival. La ocasión más clara en este tramo fue un gol anulado a Isco por presunta falta previa de Vitor Roque. La ausencia de VAR no dejó opción a la protesta. Ya se superaba la hora de juego con el 0-1 y el Huesca activaba cambios para estar con dos delanteros arriba.

Lo Celso aguantó hasta la línea de fondo en una internada pero no encontró rematador su pase de la muerte. El duelo se iba abriendo por el riesgo local y la falta de determinación bética a la hora de asustar a Juan Pérez, algo que sí sucedió con un tiro de Abde tras un robo alto que salió fuera por muy poco rozando el poste. Está la eliminatoria en una acción de esas que sirva para acabar con la ilusión oscense y confirmar lo que todos esperan que suceda con la clasificación bética. Escucha Pellegrini a sus asesores para buscar ya otro cambio y refrescar al grupo cuando faltan veinte minutos para la conclusión pero mantiene a los once que están tratando de fabricar el 0-2.

Cruzó el balón Vitor Roque buscando ese gol que le quita el sueño y que tanto necesita. El brasileño fue recortando y su disparo cruzado salió fuera también por poco. Llorente es el que descuelga todos los balones aéreos tanto en defensa como en ataque con una superioridad llamativa. Se va el Huesca con descaro arriba y los verdiblancos se protegen pensando en su fiabilidad atrás y en el contragolpe. Refresca piernas arriba al salir Bakambu por un cabizbajo Vitor Roque, al que el gol fallado seguía pesándole en su cabeza. Isco se multiplicaba siendo el mejor, demostrando que está a la altura del que se fue en Las Palmas. Y esa es una grandísima noticia.

En el minuto 86 llegaba el susto para el Betis tras un gol de Javi Hernández tras un fuera de juego de Sergi Enrich. No había VAR y acertó el asistente de Ortiz Arias. Isco fue sustituido bajo una ovación y Lo Celso se abrochó el brazalete a su bíceps. Entró Mateo para contener mejor el partido. Abde corría en el alargue y Lo Celso pedía la pelota para dejar que corriera el tiempo en campo rival. Cuatro minutos había concedido Ortiz Arias y sólo ocurrió que Soko marcó con fuera dej uego y luego con juego peligroso en el último instante pero también fue anulado. Nada iba a variar el curso de la clasificación de un Betis que hizo lo que debía y evitó el tropiezo del año pasado en esta altura. Ya se encuentra en octavos y celebra que la magia de Lo Celso le regale seguir adelante en la Copa del Rey.