Betis - Chelsea
Ni con Isco ni por Adrián: El mazo del Chelsea fue demasiado
Final de la conference league
La ostentación de fuerza de los ingleses en la segunda mitad soterra la exhibición del malagueño y el papel mejorable del meta en el primer gol
Betis - Chelsea: Al Betis se le escapa la gloria europea (1-4)
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Iniciar sesiónLágrimas y manotazos con rabia al césped del estadio de Breslavia. Costó mucho llegar a la final para no entregarles a esos miles de béticos desplazados a Polonia el primer título europeo de la historia del club. Había unas ganas tremendas en la expedición ... verdiblanca, una sensación de que la gesta de tumbar al gigante londinense era posible. La primera parte, de hecho, superó cualquier expectativa para el aficionado bético. Manos en las cabezas, todos frotándose los ojos con el espectacular desempeño de la escuadra de Pellegrini... tanto en el coliseo polaco, como en las pantallas del Villamarín y los miles de hogares en los que la señal del partido por televisión dejaba boquiabiertos a los espectadores: el Betis mandaba sobre el Chelsea, ganaba 1-0 con un golazo de Abde, dirigido a las mil maravillas por un mago de Benalmádena que apenas dos días antes había recibido el indiscutible premio de la llamada de la selección española como el reconocimiento más justo del mundo al fútbol con mayúsculas. Isco Alarcón dio un recital por encima de sus posibilidades, que ya es decir, en la primera parte del choque contra el Chelsea. Como durante toda la temporada, hizo lo que quiso con la pelota. Volvió locos a los generadores del Chelsea Enzo Fernández y Caicedo, obligando a salir de su posición también a los centrales y generar espacios letales a favor del Betis, como la enorme parcela que le regaló al propio Abde para que el marroquí batiera a Filip Jorgensen y desatara el estado momentáneo de felicidad entre los béticos.
Pero con Isco no fue suficiente. Dijo en la previa que el Chelsea tenía el dinero y el Betis, la ilusión. Sin embargo, ese dinero se tradujo en un rodillo imposible para los verdiblancos. Los fríos datos son para echarse a temblar y andan a años luz de convertirse en excusa que valga. El Chelsea, coloso financiero de la Premier League, no solo era el gran favorito del torneo por plantilla y trayectoria continental. También lo era por una referencia que impacta a cualquiera: su presupuesto esta temporada supera al del resto de clubes de la Conference League juntos, incluido el Betis. Hubo final hasta que acabó con ella el tren de mercancías que pilota Enzo Maresca, prácticamente ingobernable para un Betis cuyo depósito de combustible en la segunda mitad se quedó seco en comparación al tanque inglés.
Ese equipazo a golpe de libras pasó por encima del Betis tras la reanudación. Voltearon el marcador con un contundente 1-4. Isco, al acabar el partido, resumió estar «dolido, al final el resultado es muy abultado después de lo que hemos visto en la primera parte, el fútbol no perdona. A pesar de un buen primer tiempo que hemos realizado, en la segunda nos han pasado por encima... lo hemos tenido cerquita, estamos dolidos, en una final europea los errores te penalizan mucho».
En la misma línea, el malagueño admitía que «nos hemos refugiado un poco en el marcador, en el 1-0, y le han dado la vuelta... el resultado es demasiado abultado», insistía.
Mirando a los miles de béticos presentes en al grada del Stadion Wrocław, Isco quiso dar «gracias a la gente, nos da mucha pena no haberles podido regalar este título. Lo seguiremos intentando, lo que nos da esta afición es increíble, es gasolina para nosotros para seguir intentándolo. Les debemos una y seguro que lo conseguiremos», concluyó la estrella del Betis.
De realidad y sentimiento
Otro gran nombre propio de la noche de Breslavia fue el de Adrián San Miguel. El veterano portero sevillano, de 38 años, cumplió su sueño de jugar una final en su regreso a Heliópolis, la casa en la que se formó, el club de de su vida. Por eso acabó dolido como pocos, bañado en lágrimas, sin disimular el tremendo varapalo como un hincha más, como cualquier bético de los que lloraban la derrota ante el Chelsea en la tribuna del Stadion Wroclaw. Pellegrini lo eligió para la final, después de que Fran Vieites, que llegó a Polonia saliente de lesión, jugara todas las eliminatorias de la competición continental desde que la Conference se retomara en febrero. La de ayer no fue una buena actuación de Adrián, sin duda. Encajó cuatro goles de los siete tiros a puerta que realizó el Chelsea, aunque realmente sólo en el primero de Enzo Fernández, en el que se tiró tarde, pudo hacer más el cancerbero sevillano. Nada que objetar en los de Nicolas Jackson y Sancho, imparables. Y discutible el cuarto que cerró la cuenta de Caicedo, si bien a esas alturas del choque todo estaba más que decidido.
Cuando se produce una enorme decepción (en este caso es compatible con que los béticos estén muy orgullosos de su equipo), se tienden a buscar explicaciones, culpables y argumentos. A muchos aficionados no les gustó la actuación de su portero en la final. Otros piensan que con otro meta que no fuera el sevillano o Fran Vieites el equipo habría agarrado quizá la Champions vía liga. Hay también quien echó de menos a Rui Silva, vendido en enero al Sporting de Portugal y que ha salido campeón de liga y de Copa en su país. Por último, están los que entienden que en ese mercado de invierno se tendría que haber invertido para 'adelantar' la llegada de Álvaro Valles... todo pertenece a la esfera del fútbol ficción. Porque en enero llegaron elementos que dispararon el proyecto hasta casi la gloria como Cucho Hernández y sobre todo Antony. Jugadores de nivel excelso que pocos imaginaban ver por Heliópolis. No busquen culpables. Isco lo dio todo. Adrián, también. Igual que el resto del equipo, el entrenador, presidente y consejeros, y hasta el último empleado del club con todos los aficionados.
El Chelsea ganó porque ese rodillo que exhibió en los segundos 45 minutos de partido difícilmente lo iba a parar el Betis... con cualquier portero. Ni con el mejor Isco ni por Adrián. Con los ojos vidriosos, habló el portero tras la derrota: «Es una noche jodidísima para nosotros, pero también tenemos que estar orgullosos de la temporada. Llegar a la final de la Conference ha sido algo muy bonito y que nos tiene que hacer crecer para el futuro. Nos toca asimilar esta derrota y el año que viene hacernos mucho más duros. Vamos a ir con todo desde inicio de temporada».
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