Jagiellonia-Betis
Los hermanos Wesolowski, Bialystok y el Betis
El club verdiblanco tuvo en su fundación el papel clave de una saga familiar con ascendencia polaca
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Iniciar sesiónEn la Gran Emigración que vivieron Polonia y Lituania entre 1831 y 1870 después de varios levantamientos fracasados contra la dominación de Rusia, Prusia o Austria se disgregaron por diferentes partes de Europa miles de personas que fueron dejando sus semillas y huellas a ... su paso. Esta es la historia de una familia que tiene su origen aquí donde se juega esta tarde la semifinal de la Conference League y cuyo protagonismo fue trascendental para que el Sevilla Balompié diera aquellos primeros pasos que derivaron en este Real Betis Balompié que hoy quiere hacer historia tan lejos de Heliópolis, tan cerca de sus raíces.
Es una historia del regreso del Betis al lugar en el que empezó una saga que queda para los libros de historia pero que se asocia rápidamente a la causa verde, blanco y verde cuando se bucea en el pasado de Bialystok. Esta ciudad recibió su nombre del príncipe lituano Gediminas en el siglo XIV. En 1547 estas tierras pasaron a la familia Wesolowski. En los años 1617-1626, gracias al Gran Mariscal Piotr Wesolowski, se construyó la antigua iglesia parroquial, que se ha conservado hasta nuestros días. Fue él quien construyó en Bialystok un castillo gótico-renacentista de ladrillo que, tras una profunda reconstrucción en la década de 1690, se convirtió en la residencia barroca de la familia de magnates Branicki, conocida hasta hoy como Palacio Branicki. Durante un siglo gobernaron esta zona hasta que en 1645, tras la muerte de Krzysztof Wesolowski, Bialystok pasó a ser propiedad de la nación. Hoy en día es un apellido con arraigo en la zona de Lublin, algo más al sur que Bialystok, y que hace también frontera con Bielorrusia. Wesolowski viene del término «wesoly», que significa alegre. En Polonia hay varias ciudades que se llaman Wesola, Wesolowo o Wesolow. También hay muchos Wesolowski en Estados Unidos, Canadá y Escocia.
Y ese apellido le dio nombre a una saga familiar que contribuyó de manera decisiva al arranque del fútbol en verdiblanco para la más que centenaria historia que se da cita hoy en Polonia. Tal y como narra el historiador Alfonso del Castillo, fueron cuatro los miembros fundadores del Sevilla Balompié, club que posteriormente se fusionó con el Betis FC para crear el Real Betis Balompié, pertenecientes a esta familia: Jacinto, Edmundo, José y Guillermo Wesolowski Zaldo. Su árbol genealógico indica que provienen de un militar polaco, Guillermo Wesolowski, que se vio forzado en la Gran Emigración a marcharse a Francia tras la derrota de la insurrección polaca contra el dominio de la Rusia zarista en 1830. Establecido en el sur de Francia entre sus hijos tuvo a Edmundo Wesolowski, que se instaló en Andalucía a mediados del siglo XIX trabajando como ingeniero. Contrajo matrimonio con la gaditana Carmen Revuelta y ambos tuvieron cuatro hijos: Juan, Guillermo, Sofía y Edmundo. Guillermo nació en Sevilla en marzo de 1861 y se dedicó al cuerpo de Intervención en la carrera militar. Se casó en la capital andaluza en 1890 con María de la Concepción Zaldo.
Entre los destinos profesionales de Guillermo también estuvo Alcalá de Henares y allí nacieron sus hijos Jacinto (1893), Edmundo (1894), José (1896) y Guillermo (1901). En 1905 volvió a Andalucía, concretamente a Jerez de la Frontera, y en 1909 ya se reinstala en Sevilla. Y sus hijos estudiarán en la Academia Politécnica Sevillana, sita en la calle Cardenal Cervantes, lugar que servía de preparación para el ingreso en las academias militares y para el otros estudios (Ingeniería, Medicina, Derecho, etc). Allí se gestó el grupo fundador del Sevilla Balompié, aunque en los inicios de la sociedad balompédica también participan estudiantes de otras academias.
Eran años en los que los pioneros balompedistas corrían detrás de una pelota por los descampados sevillanos colocando porterías con palos y cuerdas y buscando hogar para sus partidos en el Huerto de la Mariana o el Prado de San Sebastián. Los que se acercaban al puerto de Sevilla para desafiar a las tripulaciones inglesas y escocesas de los barcos.
De los hermanos Wesolowski tres realizaron estudios militares. Jacinto y Edmundo fueron los más vinculados a la práctica deportiva y, como era frecuente en esa época, la hacían compatible con sus responsabilidades directivas. Alfonso del Castillo Ochoa formó como primer presidente su cuerpo directivo y los dos hermanos la integran como vocales además de ser futbolistas del primer equipo, ya vestido de verdiblanco por el mítico viaje a Glasgow de Manuel Ramos Asencio. Hasta 1914 Jacinto repite en varias ocasiones como vocal, secretario o tesorero. Pero conforme el club va creciendo en su dimensión aparece una segunda generación que tomará el testigo del ya Real Betis Balompié y los Wesolowski ya no están presentes en la práctica deportiva y sí se dedican a sus desempeños profesionales como médicos o militares.
Jacinto sí figura en la directiva de Carlos Alarcón de la Lastra como vocal y Edmundo, en 1923, es vicepresidente de la dirigida por Ramón Navarro Cáceres. Posteriormente José aparece como miembro de la junta consultiva en 1930 y como contador en 1935 con Francisco Navarro. Jacinto murió en 1928, a los 35 años, en Sevilla. El 22 de enero el Betis portó brazaletes negros en señal de duelo por «el que fue fundador, gran jugador y entusiasta del club», como señaló la prensa. A pesar de la distancia del resto de hermanos con la ciudad de Sevilla por sus quehaceres profesionales la vinculación con el Betis permanece, algo que se muestra en el ABC de Madrid de enero de 1981 cuando tras la muerte de Guillermo se publicó su esquela con su condición destacada de «Socio fundador del Real Betis Balompié».
Así, la vinculación del Betis con Polonia va mucho más allá de Kowalczyk, Perquis o los anteriores enfrentamientos ante el Legia. Esta historia de los Wesolowski resume la raíz verdiblanca con un país al que quieren volver los de Pellegrini esta misma temporada para alzar en Breslavia la Conference League, allí donde se guarda otra historia preciosa y centenaria que será contada en su momento si la cita se concreta para el 28 de mayo.
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