Lo Celso, el ídolo está de vuelta (2-1)

Porque fue el protagonista absoluto del partido. Lo desatascó con sus goles, con su fútbol, con su criterio, con su mando. El déjá vu verdiblanco es ver a Lo Celso otra vez celebrando goles. Qué maravilla. El ídolo está de vuelta. El primero fue de penalti, que costó un mundo que Pulido lo pitara. Se tragó antes uno sobre Fornals y no tuvo ya más remedio por un paradón de Milla. Pero gracias, VAR. El que lo tenía más claro era Lo Celso, precisamente. En el punto de penalti. Y gol. Y luego le quitó emoción al final con un trallazo desde la frontal para el 2-0. Y millones de pases, controles, sabiduría. Un espectáculo, en suma. Si costó cinco millones, ya vale quince. Qué jugador. Delicioso y determinante.

Pero el partido tuvo muchas caras. Algunas innmerecidamente protagonistas por sus quehaceres tan prosaicos. Paciencia y aceleración. Eran los dos conceptos que le dijo Pellegrini a su plantilla antes de empezar el partido, conociendo a la perfección cómo son los equipos de Bordalás, el rival en aquella feliz final de Copa. El Betis se echó en los brazos de Lo Celso y lo arregló todo pero estuvo un tiempo maldiciendo la manera de expresarse del rival. El Getafe no engaña a nadie. Bueno, se sabe a lo que juega. Con equipos talentosos y aficiones volcánicas se asoma a desesperar, a conseguir que se entre en su juego de pérdidas de tiempo, faltas continuas, interrupciones tácticas... Es así Bordalás. Siempre lo ha sido. Y por eso la grada la toma con el técnico a las primeras de cambio. Porque todo está encima de la mesa nada más pitar el inicio Pulido Santana, que es colaborador necesario para este tipo de juego con su permisividad, mirando a otro lado constantemente. El saque de centro es un bombo arriba y a los diez segundos ya ha hecho Djené la primera falta. A Vitor Roque. Y segundos después Bertug le da un planchazo altísimo a Bellerín en la banda que no merece ni amarilla para el canario. No tiene sentido. NInguno. Es la siembra de la indignación, que se nota en la grada. Sobre el campo, ell Betis tiene sus argumentos, que son radicalmente distintos. El principal es Abde, que sigue fino y desborda. La pide y la pide. Se monta en su moto y a ver quién le para. El arranque del partido es suyo. Hace un eslalon de categoría y lanza alto. Unos proponen y otros, destruyen. Ya tiene el Getafe tres amarillas y estamos en el primer cuarto de hora.

Lo Celso tiene calidad desbordante y lo va mostrando cuando tiene el balón en los pies. El argentino es el faro. Suyo es un disparo desde la frontal tras buena jugada de Roca y luego la pide en una internada de Fornals que buscaba a Abde en el área pequeña. Un enorme pase de Lo Celso deja a Abde solo tras un contragolpe veloz y David Soria despeja cuando se cantaba gol en propia meta. Altimira cabecea el córner picado y de nuevo, saque de esquina. Y Vitor Roque y Abde le dan mal al balón cuando el gol se canta desde cerca. El Getafe se está salvando del acoso bético, el gol no llega y la gente la toma con Bordalás, la táctica de desesperar de sus jugadores y el árbitro. Lo Celso, otra vez, se monta un contragolpe en el que está rodeado de rivales pero se hace un hueco para disparar y el balón sale rozando el poste. Cabe destacar a Altimira, una vez más, y a Marc Roca. Muy firmes en el doble pivote ambos. Físicos y sencillos.

Djené se echa al suelo para frenar un contragolpe y Pulido le da la razón ante la desesperación de Fornals, que ve amarilla. Es el extremo derecho el más airado con lo que está sucediendo. Sobre todo después de un penalti clarísimo de Milla, que llega tarde y le da una patada al bético. Ni el VAR avisa a Pulido, que se conforma con pitar córner. Es un penalti clamoroso. Mucho más evidente que el que le pitaron a Vinicius hace unos días. No tiene sentido que no se sancione. Flagrante el error de Pulido Santana y de Iglesias Villanueva en la asistencia. A eso se le añade que el árbitro sólo da cuatro minutos de alargue. La protesta unánime y el tiempo de cuidados a Milla y Fornals le hacen aumentar el tiempo a seis pero no se va a librar de una pitada sonora cuando se va a los vestuarios por permitir que el Getafe maneje el crono. Un ejemplo: Natan, el más listo de la clase, le dice al banquillo rival que Uche está pidiendo el cambio cuando está tirado en el suelo pitando penalti. El centrocampista del Getafe se levanta al momento para decir que no. Ea, ya está curado. Magia.

Pellegrini retoca la defensa quitando a Perraud, con amarilla, y dando entrada a Ricardo. Abde hace un contragolpe y Djené salva cuando iba a dejar solo a VItor Roque, un centro cerrado de Marc Roca no encuentra protagonista de gol. Lo Celso lo hace todo para dejar a Vitor Roque pero el brasileño tarda demasiado. Muchos minutos ya sin el gol que merece el Betis. La tiene Vitor de nuevo con un pase de Lo Celso, el brasileño baila con Djene y se queda solo ante David Soria pero no define con la izquierda y trata de regatear al portero. La pierde. La gente le aplaude para animarle, sabe que lo necesita. Ha venido para marcar y lo hará. La jugada mágica es el pase de Lo Celso a Llorente para una volea espectacular del central que salva Soria con mucho mérito. El Betis está volcado. Y su gente, más.

Suben los decibelios. Es una jugada tras otra. Córner y córner. No deja de apretar el Betis. Fornals busca la escuadra. La pelota es siempre verdiblanca. «Es la hora, es la hora», canta el Villamarín al ritmo de Xuxa. En una llegada por la derecha de Bellerín remata Vitor y se pide penalti por manos de Milla que tampoco pita Pulido. Los jugadores no se lo explican. El juego sigue, se pita falta. Y es entonces cuando Iglesias llama a Pulido a la pantalla. Penalti. Es clarísimo. Lo Celso lo sabía. Ya estaba en el punto de penalti esperando. Lo va a lanzar él. Es el minuto 60. Por fin. Gol, 1-0 y «La banda del campeón». Es el momento de la serenidad pero no. El partido ya es una guerra de cuitas pendientes.

A Vitor Roque le da duro Diego Rico para cortar un contragolpe. El Betis no acaba de manejar el tempo, sino que se fía en su velocidad a la contra. Abde está fundido y el equipo necesita ya cambios. Lo Celso es el amigo de todos. Ofrece siempre soluciones. Si alguien controla, ahí aparece el argentino dando un apoyo. Es muy inteligente. La da siempre bien, la recibe sobresaliente y la devuelve espectacular. Todo lo que pasa por sus pies mejora.

Bellerín está activo por su banda y un centro raso suyo lo remata de espuela Vitor Roque pero llega David Soria. Necesita sentenciar el Betis, que el duelo no esté con diferencias tan finas. Toca y toca el Betis dejando que el reloj se mueva a su favor. No va con colmillo pero amaga a veces. Y en una de esas le pega Lo Celso espectacular desde la frontal. Vaya golazo del argentino tras jugada de Vitor Roque. El Betis tiene ya a su ídolo en el campo. Qué maravilla. Se marcha ovacionado. Fekir, Isco y Lo Celso. Vaya secuencia. Bueno, en realidad todo empezó con el argentino. O con Fabián. Antes lo intentó Boudebouz, pero ahí no. A partir de ahí es un acierto tras otro el jugador en el que el Betis confía sus llaves. Todos zurdos menos el malagueño. Lo de Lo Celso es para disfrutarlo, para que el Betis juegue a su ritmo. El jardín del Villamarín es suyo. Si está feliz, imagínense los béticos. Ganadores dando un salto hacia la sexta plaza, hacia su casa de Europa.

El duelo acaba con Arambarri anotando el 2-1 de cabeza en un descuento de ocho minutos y con Bordalás ya expulsado. El Villamarín anima a los suyos para evitar un susto final. El Getafe se viene arriba presionando ahora. Necesita sestear el cuadro verdiblanco, balón arriba y a jugar lejos de Rui Silva. Están Aitor, Chimy, Juanmi y Losada en el campo. Pero nada ocurre en este tramo. Los verdiblancos se quedan con la pelota, demuestran que también saben perder tiempo y se llevan el duelo a su terreno, puntos en su casillero y la gente feliz saliendo de Heliópolis imitando el zurdazo de Lo Celso. El ídolo está de vuelta igual que se marchó.