«Fui a cortar un balón, tuve contacto con un compañero, y al levantarme, mi rodilla no estaba. Marcelino se tapaba la cara para no verla. Fue traumático». Piccini aún recuerda el escalofriante momento que vivió en aquel fatídico 28 de agosto de 2019, cuando una lesión de rótula le mantuvo apartado de los terrenos de juego durante años. Tal situación le llevó incluso a caer en una depresión, tal y como él mismo destacó. «He estado deprimido, he tenido momentos muy duros. Lo que me sacó de ahí fue la gente que me quiere, los profesionales con los que hablé y mi voluntad de no querer seguir en ese estado».
El de Florencia aterrizó en Heliópolis en 2014 cuando Real Betis y Fiorentina acordaron la cesión del lateral italiano, quien a la temporada siguiente acabaría fichando por el cuadro helioplitano. Durante tres campañas completó un total de 58 partidos, donde además pudo contribuir con tres goles y cinco asistencias. En 2017 se marchó de la dinámica verdiblanca y puso rumbo al Sporting de Portugal a cambio de casi tres millones de euros. Tras un sinfín de equipos, Piccini considera que, desde su lesión, «perdí lo que había soñado desde niño. Firmaba contratos por inercia, no por amor al fútbol».
En cuanto a su nueva posición de central, el ex del Real Betis afirmó que «si lo hubiera sabido antes, habría cambiado de posición mucho antes. Me siento más cómodo, más fuerte y disfruto más que como lateral». Y es que, durante su etapa en el fútbol alemán tuvo que cambiar de posición y reconvertirse en zaguero, algo que a día de hoy agradece. «Tú no sabes defender, pero yo te voy a enseñar». Las palabras de su ex entrenador Jorge Jesús le llevaron a cambiar su mentalidad y a convertirse en el mejor defensor de la liga portuguesa.
En estos momentos, el campeón de Copa con el Valencia tiene 32 años y se encuentra como agente libre en busca de completar una nueva andadura en el fútbol profesional. «Quiero algo que me ilusione. Italia, España o Portugal, incluso Segunda. Sólo quiero sentir que represento un escudo que pueda hacer mío».
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