El Betis no entiende de pachangas (1-12)

Los goles fueron cayendo como gotas de lluvia. Uno tras otro, bien ordenados. Hasta culminar una goleada que pone en cuestión el sentido de esta ronda copera. Es evidente que se trata de una jornada de fiesta para los humildes pero deja huérfano de emoción el espectáculo. El Betis hubiera ganado con diez, nueve u ocho jugadores. Quizás hay que replantearse esto. Obvio que el Hernán Cortés disfruta de un taquillazo (más de 5.000 béticos en las gradas ante un rival cuya población sólo tiene mil habitantes) y de repercusión nacional, además del reportaje gráfico y el orgullo de jugar contra un grande pero en lo que corresponde a la competición hay cero emoción. Y no sólo con los verdiblancos, sino que el Getafe ganó 0-12 al Tardienta, la mayor goleada histórica de la Copa. Pasó el Betis a la siguiente ronda y ahí espera a un oponente más cualificado pero querrá tomárselo con la misma seriedad. Porque en Almendralejo respetó tanto la competición que hasta viajó toda su plana mayor: Haro, Catalán, Joaquín, Gordillo...

Fue, como habitúa en noches así, un partido con protagonismo para Rodri. No sólo por la motivación de jugar en su tierra, sino porque el extremeño se implica y luce toda su desequilibrante calidad ante oponentes menores, que no llegan a lo que él piensa unos segundos antes. Anotó tres goles en la primera parte, provocó un penalti y dio alguna asistencia. El juego pasaba por él. Es el Fekir o Isco en estos campos. Se luce y lo hace efectivo. Si es capaz de trasladar todo esto a Primera será el jugador que lleva tanto tiempo proyectando. Es difícil, pero lo tiene en sus botas.

La primera parte se resolvió con un 0-9 demoledor. Tres goles de Rodri, cuatro de Willian José, otro de Luiz Henrique, uno de Abde. Fue un Betis veloz, de calidad, sin florituras innecesarias. Con respeto. Rodri anotó nada más comenzar, minuto 4, tras pase atrás de Willian José. Segundos después fue el brasileño el que materializó tras servicio de Abner. En el 9 le tocó a Luiz Henrique tras una triangulación con Rodri y Aitor. El cuarto lo firmó Abde después de un pase de Carvalho y una arrancada por velocidad. El 0-5 fue de Rodri con la zurda al palo largo en el minuto 20. Pasada la media hora hubo penalti sobre Rodri que tiró Willian José, desvió Canito pero el brasileño remachó para el 0-6. Luego hizo el séptimo Rodri tras disparo raso en jugada individual. Los dos siguientes los hizo Willian José, ambos tras asistencia de Rodri.

Fue un día aburrido para Altimira o Chadi Riad, activos pero con poco trabajo. Tras el descanso tiró Luiz Henrique al poste y Abde anotó el décimo después de servicio del zurdo brasileño. Y llegó el momento histórico también para el Hernán Cortés, cuando Kike anotó en el minuto 55 el 1-10 después de un error en la línea bética e internada por velocidad. Fue el preludio de los primeros cambios de Pellegrini, que estaban programados a la hora de partido: Visus, Marc Roca y Juan Cruz saltaron al campo en lugar de Chadi Riad, Guardado y Luiz Henrique. Lo extraño fue la suplencia del canterano nacido en Quilmes. Tiene todas las papeletas para salir cedido en enero pero estas noches son las clásicas para que gane minutos y no sólo media hora. Marc Roca pasó a jugar de central, como en Europa, y Altimira subió a su posición natural como pivote. Se queda Carvalho como capitán.

Se tomó un descanso goleador el Betis en este tramo. Abde no marcó por poco de cabeza tras pase de Rodri. El Hernán Cortés se creció con el balón y el acoso se convirtió en pugna. Cada uno había conseguido lo que quería: el pase con contundencia demostrando compromiso y el gol del honor. Saltó Assane, otro que lo vivió de forma especial porque se crio en Extremadura, en lugar de Willian José. Nueva prueba para el canterano en punta. El público hacía la ola porque del césped sólo esperaba goles y más goles, que no estaban llegando ahora. El duelo se iba apagando ya sin más historia que escribirse. El que más lo intentaba, una y otra vez esas arrancadas que son desafíos al lateral, era Abde pero a sus pases atrás no llegaban sus compañeros con claridad. Rodri fue objeto, de nuevo, de un penalti claro. Cayó el de Talayuela en el área y lanzó la pena máxima Marc Roca para situar el 1-11. Al filo del pitido final fue Assane quien hizo un movimiento de nueve en el área para hacer el 1-12 final.

Todos se fueron al final satisfechos. El que pagó la entrada porque vio once goles. Pellegrini porque comprobó que sus jugadores se lo tomaron muy en serio. El Hernán Cortés porque anotó un gol honroso. Rodri por su partido. Willian José por sus goles. Y así uno tras otro. Una jornada histórica sin historia. Una goleada para el recuerdo, una postal para los goleados y minutos oficiales para darle rodaje a los que menos juegan pero que tienen que reivindicarse en este Betis que quiere llegar a la Cartuja iniciando el camino en Almendralejo.