El Tercer Tiempo: Betis - Valencia
Balance de la competición liguera
Un Betis a medio gas se reserva para su histórica final
Empate a uno. Con un nuevo golazo de Antony, el Betis puso fin a su participación en la Liga. Ahora que todos los alumnos están de exámenes, toca también poner nota a la campaña liguera del Betis. Como ocurre con las temporadas futbolísticas, cada curso ... escolar es diferente: influye el ambiente de clase (como el vestuario en el fútbol), las asignaturas que hay que superar (el rendimiento deportivo, la política de fichajes, la economía del club), así como el profesor encargado de la materia (una especie de míster, que debe guiar al alumnado hacia el aprendizaje y sacar lo mejor de cada chaval).
Cada jugador, como cada alumno, merece una calificación, pero también los profesores consignamos la nota media de cada clase. Claro que los criterios de evaluación y los específicos evaluadores son cambiantes. También en el fútbol. He observado que los aficionados verdiblancos de mayor edad tienen a juzgar la temporada del Betis más positivamente, mientras que los jóvenes dicen que no es para tanto. Es lógico: los hinchas veteranos han tenido que soportar que su equipo sufriera contra el Palamós, mientras que lo de jugar en Europa se había limitado a la etapa de Serra Ferrer en el banquillo. La alegría o la tristeza dependen mucho de las expectativas. Mi hija de 17 años ha vivido su quinto año consecutivo viendo cómo el Betis compite contra cualquiera. No ha experimentado suficientes sinsabores.
Algunos jóvenes, acaso con razón, alegan que no se ha cumplido la hoja de ruta que la directiva verdiblanca se trazó hace unos años. Al menos en cuanto a la clasificación final en el campeonato, no se ha mejorado el registro en el último lustro. En sus cinco temporadas en el Betis, Pellegrini ha conseguido un quinto puesto (en la 2021/22), tres sextos puestos (incluyendo el actual) y una séptima plaza la campaña anterior. La media es clara: el Betis ha realizado una temporada equivalente a las cuatro anteriores. Que una buena parte de la afición esté eufórica y califique la campaña de sobresaliente responde, esencialmente, a que el equipo ha logrado meterse en la final de la Conference.
Sin embargo, hay otra vara de medir más allá de la clasificación en la tabla: el juego desplegado. Prefiero quedar sexto disfrutando de la posesión del balón, los golazos de Antony, la exhibición técnica de Isco o el desparpajo de Jesús Rodríguez que viendo cómo mi equipo se cierra atrás, para ver si suena la flauta en un contragolpe. Ya sé que los puntos parecen ser lo único que prima, pero, en el fondo, la sensación de goce que queda en el aficionado no es independiente de que haya presenciado jugadas inimaginables.
Ahora bien, más allá del resultado y el juego, es preciso reparar en los obstáculos que no se han superado esta temporada, así como en los logros. La principal crítica al equipo, y a Pellegrini, radica en el pobre bagaje de juego y resultados mostrado contra equipos claramente inferiores, tanto de la Liga, como de la competición europea. El chileno no supo motivar a los suyos en los compromisos más fáciles a priori y el equipo no dio la talla. No es de recibo perder contra el Valladolid. Por el contrario, a favor de la escuadra verdiblanca cabe alegar que no ha habido deserciones significativas, en forma de jugadores que se hayan borrado de su compromiso: la plantilla en su conjunto ha estado enchufada, aun si el rendimiento de algunos jugadores —con Carvalho a la cabeza— dista de lo esperado. En cuanto a la dirección deportiva, el acierto de fichar a Antony y a Cucho no oculta la pifia de dejar marchar a Ayoze, quien, con justicia, reivindicó una mejora en su contrato después de una buena temporada y proclamarse campeón de Europa. Es muy difícil sacar todas las asignaturas con sobresaliente. Lo importante es la media: yo doy al Betis un notable alto.
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