Abde y Rodri guían al Betis otra vez a Europa

Luego están los detalles de la propia eliminatoria previa o del partido de este jueves en Heliópolis, en el que el Betis impuso su palpable superioridad tras un arranque contemplativo y con fogonazos en ataque de dos jugadores con grandes ansias de reivindicación. Por un lado, Rodri, que cuajó una magnífica actuación ejerciendo el liderazgo del fútbol ofensivo mientras se está gestionando su salida como cedido al Mallorca en contra de la opinión de su entrenador, al que el jugador ha dado un tremendo espaldarazo con estos dos partidos de ronda previa. Por otro lado, Abde, muy discutido el año pasado y que tiene la necesidad de demostrar que sus ganas y su con fianza están a la altura de su fútbol, de evidentes quilates. Si él quiere, parece que puede. Contra el Kryvbas quiso siendo protagonista principal del rato de vendaval que dictó sentencia y sirvió para sellar el nuevo pasaporte europeo bético. Con suficiencia y autoridad.

En pleno ruido de sables por las salidas ya ejecutadas, especialmente la de Fekir, y las que aún pueden producirse, Pellegrini tiró sin contemplaciones de Rodri para el costado derecho e hizo debutar a Losada como enlace, en el sitio del 'mago', detrás, de nuevo, de Aitor Ruibal, el 'nueve' de estos tiempos de entreguerras a la espera de Vitor Roque, no inscrito en la fase previa. De las botas de Rodri y Losada, precisamente, llegó gran parte del peligro de los béticos en todo el tramo inicial del choque, cuando a base de varios arreones aislados conectaron varios disparos que salieron fuera. Con todo, el ritmo bajó muchos enteros tras esa salida más furiosa y la balanza fue cambiando, con los ucranianos ejerciendo una presión muy alta y marcas individuales, echando el resto ante una eliminatoria tan desfavorable. Llegaron incluso a enviar una al larguero y a generar una buena dosis de nerviosismo en Rui Silva, nada nuevo bajo el sol. Pero cuando la primera parte se acababa y justo tras la charlita del Ingeniero en la pausa de hidratación, el cuadro verdiblanco pisó el acelerador con Rodri llevando la batuta y Abde como ejecutor y resolvió el choque y la propia eliminatoria. En el 39 Aitor Ruibal aprovechó una gran internada del marroquí y el rechace del portero para hacer el primero. Un minuto después fue el mismo Abde el que culminó con un buen zurdazo un pase al espacio de Rodri. Y en el 42, el fulgurante festival del extremo izquierdo bético se culminó al recuperar una pelota perdida por el meta rival, esquivarlo y encontrar el hueco entre la zaga para anotar el tercero de un derechazo cruzado. Si alguien se levantó un momento del asiento del estadio o del salón al servicio, se perdió tres tantos en cuatro minutos. Con esos chispazos se zanjó la cuestión y se puso fin, llegando al descanso, a ese murmullo general que ya es característico del Villamarín. E impropio de la idiosincrasia del club y hasta del mero realismo. Pero ese es otro debate...

Con la tremenda comodidad del marcador, el cuadro bético disputó la segunda parte con un grado de personalidad y confianza mucho mayor, lo que le permitió la suficiente fluidez para llegar al área contraria y elaborar con calma su juego. Pellegrini dejó que Las dos estrellas del partido jugaran un rato más en esa reanudación, cuando tuvieron incluso sus ocasiones, pero sobre la hora de partido quitó del verde primero a Abde y luego a Rodri para que se llevaran las ovaciones de la grada que tanto necesitaban ambos. El carrusel de cambios echó mucha agua al caldo de lo que quedaba de choque y dio su tiempo a Fornals, Assane y Juanmi para refrescar el ataque, aunque con la eliminatoria ya tan a favor que el disfrute calmado se acabó contagiando, como es lógico, al propio tempo del partido, que se redujo entre toques de balón de los locales e intentos baldíos del enemigo por llevarse algo a la boca. No le hizo falta mucho más al Betis para convertirse oficialmente en equipo de la Conference League. Europa, Europa. Un poco más de prestigio, que nunca está de más, y el presupuesto del club que se aleja del peligro que habría supuesto una eliminación. Aparte del escarnio. Alguno ya pensará en la final de la competición del 28 de mayo en Polonia. El bético viejo será más prudente porque ya ha visto demasiadas cosas. Paso a paso.