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Natación

Agreden a la nadadora que abandera la lucha contra las trans en competiciones femeninas

Riley Gaines tuvo que ser rescatada por la Policía de la Universidad Estatal de San Francisco y escoltada a una salita donde permaneció encerrada tres horas

Duro alegato contra la nadadora trans Lia Thomas: «Fuimos obligadas a competir contra un hombre biológico»

A la izquierda, Riley Gaines. A la derecha, Lia Thomas, nadadora trans objeto de su denuncia ABC

J. C.

Riley Gaines, nadadora de la Universidad de Kentucky y 12 veces campeona universitaria, fue agredida en la Universidad Estatal de San Francisco por un grupo de activistas radicales pro trans cuando daba un discurso en defensa del deporte femenino.

Hay que recordar que Gaines saltó al primer plano de la actualidad por sus denuncias ante la participación de la nadadora trans Lia Thomas, de 22 años y 1.90 metros de altura, en los campeonatos universitarios en categoría de mujeres. En 2022, Lia Thomas, que todavía se encontraba en el proceso de transición física, triunfó en la Ivy League, competición que agrupa a las mejores ocho universidades del noroeste de los Estados Unidos. Thomas arrasó en dichos campeonatos, pulverizando los récords de nadadoras de talla mundial como Katie Ledecky o Missy Franklin.

La enorme superioridad física de Lia Thomas respecto a sus rivales generó una gran polémica, y no fueron pocas las voces que se alzaron en su contra, solicitando que no se permitiera su participación en las pruebas femeninas. Una de las nadadoras que más repercusión tuvieron en sus reclamaciones fue precisamente Riley Gaines, que pronunció un duro alegato contra Thomas y la propia National Collegiate Athletic Association (NCAA), organizadora de las pruebas universitarias.

Imagen - «Fui golpeada en la cara por un hombre vestido de mujer»

«Fui golpeada en la cara por un hombre vestido de mujer»

Riley Gaines

Nadadora

En su discurso, Gaines afirmaba que ella era «una de las nadadoras de los 200 mariposa más rápidas de todos los tiempos, pero el 17 de marzo del año pasado mis compañeras y yo, y otras nadadoras de otras universidades, fuimos obligadas a competir contra un hombre biológico llamado Lia Thomas. Permitieron a Thomas competir en división femenina tras hacerlo en el equipo masculino de natación de la Universidad de Pennsylvania durante tres años». «Observamos cómo Thomas ganaba el título nacional en los 500 estilo libre, derrotando a las atletas femeninas más impresionantes y consolidadas del país, incluyendo a mujeres que sostenían récords nacionales y olímpicos», señaló, añadiendo que «el año anterior, Thomas, como máximo, llegó al puesto 400 entre los mejores nadadores del país en categoría masculina». Gaines prosiguió su relato quejándose de que «al día siguiente Thomas y yo competimos en los 400 estilo libre y terminamos empatadas, incluso en las centésimas de segundo. Como sólo había un trofeo la NCAA me dijo que no me lo llevaría yo porque se lo iban a dar a Thomas. Cuando lo cuestioné me dijeron que ella lo necesitaba para la foto. Las políticas de la NCAA lo que han hecho es excluir a las deportistas femeninas».

El duro alegato de Gaines no se quedó ahí, denunciando amargamente que «además de haber sido forzadas a renunciar a nuestros premios, títulos y oportunidades, la NCAA nos obligó a compartir el vestuario con Thomas, un hombre de 22 años que mide 1,90 y aún mantenía sus genitales masculinos. Permítanme ser clara: no se nos advirtió esto ni se nos preguntó por nuestra aprobación. Puedo confirmar la extrema incomodidad dentro del vestuario cuando te dabas la vuelta y veías a un hombre mirándote cómo te desvestías mientras él se desnudaba. Por lo menos espero que puedan ver esta violación a nuestra privacidad y cómo muchas de nosotras nos hemos sentido incómodas, sorprendidas, avergonzadas, y hasta traumatizadas con la experiencia».

Objetivo de activistas pro trans radicales

A raíz de estas denuncias, Gaines pasó a estar en el punto de mira de los activistas más radicales que apoyaban el movimiento trans, desembocando en una agresión en la Universidad Estatal de San Francisco (SFSU), donde estaba pronunciando un discurso en el que defendía las competiciones femeninas libres de participación de deportistas transexuales.

En ese momento, un grupo de activistas radicales comenzó a interrumpir su ponencia, abucheándola e increpándola de manera agresiva. La propia Gaines publicó un vídeo en la red social Twitter en el que se puede ver como la policía de la universidad tuvo que intervenir, aunque no con la suficiente celeridad ya que recibió varios golpes antes de que la pudieran escoltar a una salita de las instalaciones universitarias, donde permaneció encerrada en torno a unas tres horas.

Así relataba su desagradable experiencia la propia protagonista: «Fui golpeada en la cara por un hombre vestido de mujer y amenazada por una turba racista por atreverme a hablar en contra de un movimiento trans extremo que borra a las atletas como yo... ¡Pero me niego a que me silencien!».

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