Balonmano / Mundial femenino
Adiós al sueño de cuartos: España no puede con una Alemania impenetrable y se despide del Mundial
La selección, con altibajos, no logra la clasificación para cuartos (25-29)
«Nos llenáis de negras y aun así perdéis»
Una jugada del partido entre España y Alemania
Comenzaba la selección española con el alivio de saber que seguía en el Mundial gracias a la victoria de Montenegro sobre Serbia, pero también con la responsabilidad y los nervios de que su pase a cuartos dependía de sus manos, contra esta Alemania ... anfitriona que no había perdido ningún encuentro. Y a pesar de los arreones de pasión y buen juego en diferentes tramos del encuentro, España chocó con sus propios problemas para mantener el balón, con algunos bajones de energía y con una Alemania impenetrable que deshace el sueño de los cuartos.
Igual que el partido, con momentos brillantes y errores de bulto, jugó la selección este torneo. Con un plácido estreno contra Paraguay y una sorprendente derrota ante Islas Feroe que ya puso los nervios en el vestuario. Se corrigió el error con una notable victoria ante Montenegro, y se pasó del bajón ante Serbio a la euforia ante Islandia y con los cuartos todavía al alcance. Pero sigue este grupo sin reencontrar el camino del éxito que se ha visto truncado en las últimas competiciones internacionales. En clave olímpica: desde el bronce de Londres 2012, cuartos de final en Río 2016, y eliminadas en la fase de grupos en Tokio 2020 y en París 2024. En clave mundialista: desde la plata en Japón 2019 y la cuarta plaza en España 2021, eliminadas en la segunda fase tanto en 2023 como en este 2025.
Mundial
Ronda principal
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25 | |
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29 |
La rocosa selección alemana, primera de grupo, se jugaba más orgullo que cualquier otra cosa, y ahí, las de Markus Gaugisch también han mostrado mucho en estos días de competición. Supieron poner en el 40x20 una de sus más temibles armas en juego: una defensa casi inaccesible que les permitió blocar varios intentos consecutivos de las españolas mientras ellas profundizaban hasta la portería de Lucía Prades.
Hubo buena actitud por parte de las de Ambros Martín, pero también demasiadas pérdidas, palos, disparos fuera o al cuerpo de Katharina Filter, otra roca bajo el larguero. Antje Doll fue un calvario en el extremo, con tres tantos en los diez primeros minutos que impulsaron a las germanas a cuatro goles de ventaja; el resto de la zaga impidió que los brazos españoles pudieran acortar distancias durante cinco minutos de sequía.
Alemania tenía el balón siempre en sus manos y mostraba sus tantos años de jugar juntas con una compenetración impenetrable atrás. Otro parcial de 0-3 desbarató una fase de contención a los 20 minutos y los cuatro goles abajo volvieron a pesar como losas en los brazos españoles.
Aunque hubo un arrebato de orgullo y muy buen juego al filo del descanso, con unos muy buenos minutos en los que hubo goles de todos los colores, con Alicia Fernández desde los siete metros, con Danila So, Lisa Oppedal, Elba Álvarez, Lysa Tchapchet y Ester Somaza impulsando el ánimo y llevando a dos goles de desventaja el marcador. Fueron tres cuando los árbitros pitaron el camino a los vestuarios, pero con la sensación de que no se estaba tan lejos.
Pero el paso por los vestuarios sentó fatal a la selección española, atorada de nuevo al ataque, sin agilidad en los pases y con un castigo de cuatro goles de parcial, y un 1-6 poco después, que abrió un abismo.
Intentó cerrarlo Danila So, sola contra el mundo para que España no bajara definitivamente el telón de su Mundial. Peleó contra todas y animó a las suyas con goles que daban algo de esperanza. Nicole Alejandra Morales colaboró desde la portería con varias actuaciones destacadas.
«Lo importante es acabar satisfechas: dar nuestra mejor versión y competir con ambición, independientemente del resultado final», decía el seleccionador en la previa. Es lo que hicieron en esos minutos de esplendor, de ataques sin respiro, de carreras con las últimas gotas de energía, de goles para seguir inspirando al personal, a tres goles, pero ni siquiera así fue suficiente para ese milagro de la victoria. Había habido demasiados altibajos antes, demasiados minutos sin anotar, sin ideas claras, que no permitieron concretarse el milagro al final.
Alemania volvió a recomponer filas y a tirar del favor del público para deshacer el sueño de los cuartos de final para España, que se despide sin premio de este Mundial.