Ajedrez
El misterio del rey decapitado de San Luis: claves, bromas y una explicación
Termina el campeonato de Estados Unidos, calificado por su campeón, Fabiano Caruana, como el de «las faltas de respeto»
A Niemann le arrancan la cruz de su rey en el campeonato de ajedrez de EE.UU.
Surrealista e increíble, sin precedentes en varios siglos de ajedrez de competición, el episodio vivido en la penúltima ronda del Campeonato de Ajedrez de Estados Unidos sigue generando comentarios, bromas e intentos de explicar lo inexplicable. El primero que se lo ha tomado a ... chirigota ha sido el campeón del torneo, Fabiano Caruana. «La falta de respeto acaba de llegar a su punto culminante. Sam decapitó al rey de Hans», escribió en Twitter el gran maestro italoamericano, que se lo tomó todo menos en serio que otros.
Fabiano aludía a varias situaciones vividas en el torneo, durante el cual varios jugadores se han sentido ofendidos, por diversos motivos. El campeón del año anterior, Wesley So, declaró por ejemplo que Hans Niemann había «faltado al respeto a casi todo el mundo del ajedrez a estas alturas, llamando idiotas a otros jugadores y cosas así». «Creo que casi todo el mundo sabe que Hans es el adolescente más irrespetuoso del ajedrez», dijo el gran maestro de origen filipino.
Llovía sobre mojado, pero al menos en apariencia no pasó nada relacionado con la lacra de las trampas. Lo que ocurrió fue que el joven gran maestro Samuel Sevian, en plena partida y durante el turno de su rival, agarró el rey enemigo y lo 'descabezó'. Le quitó o se le cayó la cruz que suele tener esta pieza en la parte superior, supuestamente por accidente.
Se vivieron momentos de tensión, que recogieron las cámaras, pero nadie sabe lo que hablaron exactamente los jugadores. Las explicaciones de Hans Niemann fueron demasiado difusas y no se corresponden del todo con las imágenes, que se pueden ver arriba. En un momento de la discusión, parece que Sevian le propone a Niemann que salgan fuera. Algunos pensaron que le estaba retando de algún modo, de hecho.
«Solo fue un malentendido», aseguró pese a todo Hans. «Nada demasiado serio, sin rencores. La cruz del rey se había caído y él simplemente la recogió. Yo estaba un poco molesto porque lo hizo en mi tiempo... Él quería pegar la pieza. Yo estaba muy confundido, pero no hay ningún drama». Cabe pensar que ha vivido demasiadas polémicas en las últimas semanas, después de que Magnus Carlsen asegurara que es un tramposo, y que su victoria posterior apaciguó sus ánimos.
Bromas de todo tipo
Entretanto, se multiplicaron las explicaciones, casi ninguna demasiado seria. Algunos comentaron que fue un acto republicano o que Sevian había descubierto dónde esconde Niemann la antena para que le transmitan las jugadas. «No sé qué me sorprende más, si Sevian sacando el rey de Niemann del tablero sin motivo, y al parecer sin enterarse de lo que está pasando, o la facilidad con la que le quita la cruz», comentaba el maestro FIDE Jorge Ramírez.
Otros chistes eran más técnicos, para iniciados en el juego, como el de Patricia Llaneza: «Con Sevian pierdes la oposición en cualquier final». «Esta es una de las pocas técnicas que no se incluyen en mi curso de 'Los 100 finales que hay que saber'», añadía Miguel Illescas. No faltó quien hablaba del «final francés», expresión acompañada por la imagen de una guillotina cayendo.
Los grandes maestros Anastasia Karlovich y Yasser Seirawan, comentaristas oficiales del torneo, fueron los primeros en reírse del suceso
Paco Vallejo la considera «la escena de ajedrez más divertida de la historia», mientras que el periodista Olimpiu Di Luppi se lo tomaba más a pecho y lo calificaba como «la mierda más freudiana que jamás verás».
Incluso los árbitros y expertos en el reglamento no se ponían de acuerdo sobre cómo hay que actuar en casos así. La regla sagrada del ajedrez es «pieza tocada, pieza jugada», pero ni le tocaba mover a Savian ni el rey se puede capturar. El único castigo contemplado, salvo que se considere una falta grave de comportamiento, es añadir algún minuto más a su rival. Se antoja insuficiente, dado que Niemann andaba sobrado de tiempo. Tuvo suerte de que el suceso no le sacara de sus casillas.
Más en serio, hasta cierto punto, se lo tomó Michael Rahal, quien incluso grabó un vídeo para dar su versión de los acontecimientos. «Mi teoría es que Sevian levantó el rey simplemente porque a veces los jugadores cogemos piezas del lateral y empezamos a jugar con ellas con las manos», explica el maestro internacional español de origen británico. «Siempre son del rival, porque son las que hemos capturado. Pero se le cruza el cable por las cuatro horas de partida y coge el rey de Hans».
«¿Qué haces con mi rey?»
Como es natural, «Hans no entiende lo que pasa y le hace un gesto como diciendo: ¿qué haces con mi rey? Y mientras (Samuel) juega, la cruz está suelta y se le cae. Hans le pide que ponga el rey donde estaba. El otro le mira y le muestra la cabeza, que se ha roto. Hans insiste y Sevian intenta pensar: ¿qué hago ahora con esto que se ha roto?».
«Hans se cabrea», prosigue Rahal. «Sevian le cruza una mirada y le tira el rey. Guarda la cabeza y le tira el resto, que cae en otra casilla, y le mira con cara de cabreo. Hans le dice algo. Sevian responde: '¿Quieres ir afuera y lo discutimos?'. El gesto de hostilidad es evidente. Niemann está en el candelero por el tema de las trampas y jugar con él ya no es agradable».
«No quiero salir, quiero que pongas el rey donde estaba», replica Niemann. Rahal termina censurando la actitud de Sevian, pero cree que es un despiste, a lo que se añade que se le rompe la pieza, lo que lo confunde aún más. También sugiere que el 'agresor' puede tener alguna dificultad o carencia de habilidades sociales, algo habitual entre genios. «Son gente muy especial, sobre todo con la tensión de la partida», añade el maestro y comentarista español.
Hans Niemann, por cierto, acabó empatado del quinto al séptimo puesto, una buena posición, mejor de lo que cabía esperar por su Elo, ya que partía como el octavo jugador más fuerte de los 14 participantes. Se llevará 20.000 dólares, frente a los 60.000 de Caruana, primer clasificado.