fórmula 1
Kubica y su brazo están solos
Los médicos no fijan plazos para su regreso y le auguran un largo período de recuperación
A Robert Kubica le espera un incierto futuro por delante. Sin fechas, sin plazos, sin estimaciones ni nada que se parezca a un pronóstico. El piloto polaco y su brazo derecho están solos frente a un desafío: conseguir que vuelva a ser articulado, que ... recupere la funcionalidad y, en último caso, que se restablezca para los rigores de la Fórmula 1.
Riccardo Ceccarelli es el médico común de la Fórmula 1. Todos los pilotos lo tienen en un pedestal y goza de un prestigio apabullante. Se mueve de un equipo a otro en la burbuja del gran hermano que es la F-1. Su última parada es Renault y, coincidencias desdichadas de la vida, su primera asistencia de la temporada fue el accidente de Kubica en la costa de Génova . Ceccarelli ha hablado en los entrenamientos de Montmeló y no dejó expectativas para el optimismo.
«¿Cuándo volverá? Es una cuestión a la que ninguna persona puede responder por el momento. Todo lo que sabemos es que será después de mucho tiempo. Jugamos con dos aspectos positivos: el trabajo que han realizado los médicos y la reacción física y psicológica de Robert, que es un tipo muy fuerte».
Palabras contundentes de Ceccarelli, que asume una prolongada rehabilitación del piloto polaco de Renault. «No podemos anticipar nada. Yo no hablaré del próximo año. Ni siquiera del siguiente. Tenemos que hacer el trabajo día a día, lo mejor posible, y después ya se verá hasta donde llegamos».
Kubica se estrelló con un coche de rally el 5 de febrero y estuvo a punto de sufrir la amputación de la mano derecha. Ha sido operado tres veces para reconstruir su brazo, su mano y su hombro derechos. «Por el momento no hay razón para pensar en una nueva operación», precisa el médico.
Kubica continúa ingresado después de un mes en el mismo hospital al que llegó con el brazo hecho añicos, el Santa Corona de Pietra Ligure (Italia). Allí ejercita sus extremidades en una rehabilitación compleja. Ya mueve los dedos de la mano que estuvo en un tris de perder.
«No es ninguna sorpresa que todo marche bien —indicó Ceccarelli—. Conocemos la energía y la fuerza de voluntad de Robert. Y el hospital tiene una organización muy buena».
Ver comentarios