Valero Rivera: «Los nervios no se entrenan»

-En cuartos, ¿satisfacción o alivio?

-Un poco de las dos cosas, tal y como fue el partido contra Brasil. A ver, es lo que estábamos buscando y lo que queríamos desde que comenzamos el torneo. Al final, quieras o no, ganamos el encuentro y da confianza.

-¿Cuál era su objetivo personal antes de llegar aquí?

-Para el grupo era estar en cuartos, mínimo. Para mí, semifinales, pelear por las medallas. No iba a ser fácil, pero estamos en el buen camino.

-¿Era necesario un cambio de mentalidad después del preolímpico?

-Sí, aquello no se olvida fácilmente, y era necesario cambiar un poco el chip. También el relevo generacional. La mezcla de veteranía y juventud está saliendo a la perfección.

-¿Da alegría a los más veteranos este empuje o se ve con cierto recelo?

-La competencia siempre ha sido buena y sana en esta selección. Siempre que venimos a este equipo lo hacemos para disfrutar, pero pensando en el hoy. No en el después. Eso ya llegará.

-La competencia siempre ha sido buena y sana en esta selección. Siempre que venimos a este equipo lo hacemos para disfrutar, pero pensando en el hoy. No en el después. Eso ya llegará.

-La adaptación siempre ha sido muy buena en este vestuario, es un grupo muy sano, que seamos amigos hace bueno a todo el equipo. Y lo están haciendo muy bien. A Balaguer ya lo conocía, se merecía esta oportunidad. Todos lo están demostrando con creces.

-Salvo en el partido contra Eslovenia, España parece abonada al sufrimiento durante unos cuantos minutos. ¿Se puede aprender a sufrir?

-Sí, se aprende a afrontarlo. Y después, cuando lo observamos en los vídeos, lo analizamos e intentamos corregirlo para mejorar en grupo. Pero todas las selecciones sufren estos bajones con más o menos minutos.

-Con Brasil hubo muchos escalofríos. ¿Dentro también se vivió así?

-Hubo tensión, pero creo que se nota menos cuando estás en la pista. Se vive de diferente forma porque desde dentro sabes que puedes hacer cosas para cambiar la situación. Tienes opciones para arreglarlo. Pero veías a los jugadores del banquillo y sí, había nervios.

-¿Qué aprendió de tanto sufrir?

-Aprendimos sobre todo que somos un equipo y como tal podemos sacar las dificultades adelante. Íbamos perdiendo durante todo el partido, pero logramos la victoria. Eso dice mucho de cómo es este grupo.

-¿Cómo se gestiona la ansiedad cuando se llega una y otra vez a portería y el portero lo repele todo?

-Solo hay una forma: volver a intentarlo. Si una no entra, generar otras.

-Tras chocar tres veces con el guardameta brasileño, ¿qué pensó en ese penalti que ponía a España por delante a falta de dos minutos?

-En «tengo que meterlo». Y para ello, mucha confianza en ti mismo. Te dices: «puedes meterlo», y si vas convencido, sin dudar, es más fácil. Pero hay mucho trabajo detrás de ese penalti.

-¿En qué sentido?

-Muchos lanzamientos, mucho vídeo para saber por dónde reacciona el portero, dónde puedes lanzar tú...

-Y los nervios, ¿se entrenan?

-No, por desgracia eso no se puede entrenar. Se trabaja en los partidos.

-¿Prefiere sufrir en octavos para aprender o pasar más plácido?

-Sin duda, prefiero ganar sin sufrir (risas). Aprender está bien, pero yo hubiera preferido un partido más tranquilo. Brasil jugó muy bien sus cartas.

-Alemania, campeona de Europa, y Dinamarca, oro olímpico, están eliminadas; con Brasil se pasó mal. ¿Tanto ha subido el nivel?

-Sí, y da más valor a estar en cuartos porque ya hemos visto que si tienes un día malo te vas a casa. Hay más nivel y menos rival débil. Eso es muy bueno para el balonmano.